A Tom Maclean (que, por cierto, recientemente ha abandonado Haken), y Richard Henshal ya les conocíamos por su otra banda, To-Mera, pero la música de estos ingleses llegó a nuestras manos por distinta vía, sin tener ni idea en un principio del vínculo entre ambos grupos. Durante este tiempo el rumor que decía “Hacedle más caso a Haken” no hizo más que intensificarse, hasta que finalmente ha estallado en los oídos de mucha gente. No es casualidad. No queremos desmerecer el trabajo realizado en Aquarius y Visions, porque ambos son ciertamente muy buenos álbumes, pero The Mountain ha resultado clarísimamente ese punto en la carrera de una banda en el que finalmente pegan el gran estallido.
The Mountain ha sido aclamado tanto por la crítica como por lxs seguidorxs del progresivo, como uno de los mejores discos de 2013. Los cortes que lo componen se sitúan entre los cuatro y los diez minutos de duración, dejando el suficiente hueco a las partes de complejo desarrollo e instrumentales, pero sin huir de estribillos clarísimos y de melodías que te atrapan a la primera escucha.
La combinación de elementos del progresivo clásico, como las armonías vocales, o el uso que hacen de los teclados, con momentos mucho más cercanos al Metal Progresivo y al Neo-Prog han alcanzado una cohesión envidiable. Todo el álbum mantiene un estilo claro que pasea entre ambas épocas doradas del progresivo, pero además trae a la mente muchísimas otras influencias que se asoman sin ningún tipo de complejo, formando parte de esta obra maestra.
Comentario por Oskar Sánchez
Fotografía por HAKEN