Buenas hijos/as del RNR aquí me encuentro sesudamente empeñado en hacer algo para lo que me veo demasiado capacitado, reseñar a la vez un disco y un concierto. Intentaré suplir mis carencias narrativas echándole un poco de voluntad y al turrón:
El pasado sábado y en competencia con la final de la Champions (ahí es nada) Estricalla presentaban su último disco en Torrelavega, concretamente en el local de la A.C. Cultura Octubre que viene desarrollando durante el último año una notable actividad en diversos campos (música, cine, pintura, poesía..). Si no conocíais el local, Informaos porque allí vais a encontrar una oferta cultural interesante prácticamente todas las semanas. Son gente que pone seriedad y dedicación en lo que hace, eso quedó de manifiesto en el trabajo organizativo y “logístico” que hubo detrás del concierto y es muy de agradecer, como lo es también que no sea el único espacio autogestionado que está funcionando ahora mismo en Torrelavega (también la gente de Itaca esta trabajando mucho en este sentido). Espacios para respirar un poco en esta castigada ciudad nuestra y construir alternativas a la tenebrosa realidad social y política.
Ya me he curado en salud y he dicho que reseñar no es mi fuerte así que lo que va a continuación son una serie de impresiones muy subjetivas concatenadas con la intención de acercaros un poco como transcurrió la ruidosa velada de “reflexión” y mi percepción de su último disco al que ya he dado una cantidad importante de vueltas. He tenido la oportunidad de ver varias veces a Estricalla en los últimos años, desde su primer concierto en Duález hasta este último, y siendo completamente honesto, nunca les he visto pinchar. Habrán tenido sus malas noches pero yo al menos no he presenciado ninguna. Ellos seguramente me mandarían al carajo y dirían que estoy exagerando, me consta que son una banda con un nivel muy alto de autoexigencia que se suma a un bagaje personal en esto de la música ruidosa y underground más que notable.
Para ponernos un poco en contexto hay que decir que venían a defender en directo un disco que para mí ha supuesto un salto cualitativo en canciones y sonido. Me gustan los anteriores, son buenos discos de HC/Punk con momentos brillantes, pero con “Tripe Salto Mortal” desde luego han mejorado todas sus marcas anteriores. Sigue siendo rápido, duro y directo aunque diferente, la paleta de matices musicales y líricos me parece más amplia. Comienza a lo bomba “Rockbespierre 1793” con la velocidad al 11 y rompiendo en un puente en el que guitarras y voz brillan especialmente, para volver a retorcerse sobre si misma en un final de peso pesado donde se atisban nuevas ideas y el alto rendimiento que le han sacado al salto a dos guitarras. Mínima pausa y avalancha de lija visceral en “Rajoy División 1312”, sin dejar de tumbar la aguja de la velocidad. “Radio Paranoica 99.00 “relaja relativamente el tempo, punk rock stricto sensu con las voces dominando y cambio de plano para lanzar un solo de guitarra bastante letal. 68º infernuko suaren kluba, pedal to the metal nuevamente, directo a la mandíbula de la voz, juegos con la intensidad en la sección central y otro punteo afilado como un bisturí. “397 días encerrado en un cuarto de baño”…para mi uno de los momentos álgidos del disco. Arranca con la voz de A. Artaud y unas guitarras que me traen a la cabeza a DUT o Lisabo pero que en seguida vuelan como un kamikaze sobre un escalofrío de emoción eléctrica verbalizado en una letra que te pone el corazón en un puño mientras gravita en torno a unas pocas palabras… vivimos como si al nacer apestara ya a muerte….”Sal Paradise eta Dean Moriartyren 17. bidaia martera” añade psicodelia al tubo de ensayo. En voces y guitarras, asoman reminiscencias de los gigantes del rock de los 70, sospecho que los nuevos cosmonautas del grupo han marcado el rumbo del tema. “Opus diaboli 666” y “Zikloi 1 naiz” sprintan por la pista del hardcore a todo pulmón, bien ornamentadas con el trabajo en los arreglos de guitarra y de nuevo punteos incendiarios. Colaboran en el primero Miren Aranguren y Joseba Ponce (DUT) en el segundo. “2 Luzik” empieza cogiendo aire con una introducción sedosa hasta que los cables de los frenos se desintegran. Enorme trabajo en las voces, chaparrón de potencia y melodía. Cierra el disco el que posiblemente sea otro de sus picos, “The real terrorist and his 1001 weapons of mass oppression” (siguen fieles a los títulos kilométricos) colabora, casi nada, el legendario Jello Biafra, que hace tan suya como de los propios Estricalla una canción que empieza merodeando los límites del blast beat y se zambulle sin problemas un riff rockero al 150% que podían haber firmado los mejores Cosmic Psychos. Biafra coge los mandos cerca de la mitad del tema y se hace con el con su personalísimas voz y lírica. Perfecta.
Creo que es importante remarcar que Estricalla es un grupo donde lo político además de rabiosamente vital es poético y viceversa. Para mi es una virtud que los aleja de tópicos manidos y clichés sonrojantes. Vais a encontrar referencias al universo beatnik o al situacionismo entre otras corrientes y autores vinculados a la historia reciente de la contracultura combativa. En algunos momentos con más carga literaria en otros auténticos haikus empapados en punk y ajustando cuentas con nuestro oscuro tiempo…la rabia de vivir. Atención al acojonante fanzine que acompaña a la edición en vinilo. Al loro también con con el currazo del diseño, esencial para poder percibir el concepto interior y exterior del disco que vuelve a ser poliédrico en su aproximación lingüística y de nuevo resultado de la autogestión-autoedición. Si aún no lo habíais dado una escucha ya tardáis…y para los/as amantes del vinilo, daos vida que se acaban…
La alineación del grupo ha cambiado un poco últimamente, Erik de Artzak e Hil Aiari se ha incorporado como bajista y Hodei (Erantzun, Humilitate, Occi di Farfallia) como comentaba al diseccionar el disco ha sumado su guitarra a la de Pano. Suenan como un cañonazo para que me voy complicar… del carajo. Quien estuvo en cualquiera de sus conciertos sabe de lo que hablo.
Ritmicamente apisonan, Bati es una batería preciso que desprende energía y potencia retroalimentándose como un kalashnikov con la labor de Erik al bajo. Pano sigue siendo un guitar-killer que dicen los guiris, conocedor de los arcanos misterios de la velocidad pero siempre con filo rockero, ramalazos psicodélicos y un sentido melódico que tirando de pentatónica y wah wah como Bruce Lee de los nunchakus, enriquece un concepto solo aparentemente sencillo. La incorporación de Hodei ha contribuido a ampliar influencias aportando en mi opinión algunos guiños al metal más clásico y creando a pachas con Pano un ataque de guitarras pétreo. Fernando continua defendiendo sin problemas lo que graba en los discos, algo nada sencillo y particularmente meritorio cuando tienes que combinar una presencia escénica entregada y con nervio con líneas de voz bastante exigentes que además están en primera plano.
En su presentación de Torrelavega dieron un repaso un repaso a los 3 discos con especial atención a este último. Hicieron también los guiños que acostumbran a otras bandas (Bad Brains, El Corazón del Sapo, SNFU) e incluso revisaron algún tema que por lo visto tenían un poco aparcado últimamente como “La alucinante venganza sónica de los psicópatas cósmicos”. En “Opus Diabolli 666” Miren que es el otro 50% de Occhi de Farfallia se marco la colaboración que hace en el disco y ¿Qué más contaros? Que tocaron una de mis favoritas absolutas “397 días encerrado en un cuarto de baño” que me pone la gallina de piel, que la gente se lo paso muy bien a juzgar por las sonrisas y el bailoteo y que supo a poco pero supo muy bien. Si esta crónica o como queráis llamarlo os parece excesivamente indulgente o “fan made” os cogéis el disco y luego vais un día a verlo, ya me diréis si tengo razón o no. A ver si repiten pronto.
Comentario por Hombre Bíblico
Fotografía por ESTRICALLA