No son muchas las bandas que pueden presumir de haber sido disco de la semana en Noche de Rock con todos los trabajos que han publicado. Se les quiere. No sólo nosotros, que también, si no la gente, que insistentemente les pide y peta sus conciertos allá donde van.
En los últimos años se sienten más cómodos en el formato medio, y es así como vuelven a atacar en 2014, con un vinilo que te pega en los morros desde la primera frase “Yo nací muerto, crecí entre los barrotes. Dormía en el cemento entre mis lamentos y mis propias heces”. Tras esa pequeña introducción arranca sin respiro esta nueva dosis en la que mantienen el estilo que han acuñado desde que editaron “¿Quién necesita…”; Ramalazos de nueva ola y una visión depresiva y nihilista del punk.
La principal novedad con respecto a sus anteriores discos, tal vez sea el último tema, “Infanticidio”, en el que optan por un desarrollo más largo de casi siete minutos, con crecidas de intensidad que contrastan con el tono mucho más directo del resto de temas que componen este EP.
Tenemos que destacar también el buen trabajo gráfico de Mutta estudio que ha sabido reflejar con mucho acierto el ambiente opresivo e insano que se respira durante las seis canciones que forman parte de este vinilo.
Ya lo hemos dicho en todas las ocasiones que hemos tenido: Por el cuidado que ponen en todo lo que hacen, por el talento innegable, pero sobre todo por la marcada e inconfundible personalidad de su música, merecen seguir creciendo y obtener reconocimiento fuera del underground. Por desgracia son malos tiempos para la lírica y la buena música, así que, con cierta resignación, seguiremos disfrutándoles en pequeños y oscuros tugurios sin que nadie ahí fuera parezca enterarse.
Comentario por Oskar Sánchez
Fotografía por ÍDOLOS DEL EXTRARRADIO