Fue a principio de la presenta década cuando muchxs nos quedamos boquiabiertos al descubrir a ¡Pendejo! La historia del grupo holandés con acento latino y trompetas que reventaban los altavoces de tu estéreo, corrió de boca en boca como la pólvora y lo propio hizo su primer disco “Cantos a la Vida”. Por extraño que pareciese no sólo se trataba de un WTF en toda regla si no que la mezcla funcionaba a la perfección, y no sólo eso, si no que nuestros oídos aun recuerdan como su bloque de sonido nos pasó por encima cuando tuvimos la oportunidad de ver aquello en directo.
Atacames es una ciudad de Ecuador en la que probablemente El Pastuso vivió buenas épocas a mediados de los noventa. Pese al aire nostálgico de la letra que abre el disco musicalmente entran como un camión de ocho ejes en plena cuesta abajo. Y no frenan, nos vuelven a envolver con canciones que suben hasta lo alto de la intoxicación etílica y caen en la resaca más profunda. Historias tan pasionales que sigue pareciendo imposible que vengan directamente desde los Países Bajos.
Es cierto que no hay ya sorpresas en este segundo album. Dejaron bien enmarcado su estilo desde el principio y no le han traicionado. Eso si, los fans del stoner más cabezón tienen aquí una buena colección de riffs quebrantahuesos que no deberían dejar pasar por alto.
Comentario por Oskar Sánchez
Fotografía por ¡PENDEJO!