CONTRA VIENTO Y MAREA: Las especiales condiciones del Minnuendo le han convertido en una cita ineludible para cualquier fan del progresivo en España. Grandes nombres en el cartel y aforo casi íntimo han conseguido un público fiel y exclusivo.
Siempre me ha parecido el Minnuendo uno de los festivales más especiales de todo el panorama nacional. Una apuesta arriesgada, por cartel y por ubicación, sacada adelante a puro corazón, con el empuje y el convencimiento de hacer algo en lo que crees y con la tozudez de no doblegarte ante la opción de centralizarlo en un sitio más concurrido. El que haya estado alguna vez en Peralta sabe el lujo que supone poder haber tenido allí a bandas de la talla de Pain of Salvation, Pendragon, Arena, The Flower Kings, Beardfish o Riverside entre otros. El que no haya estado, no tendrá que hacer mucho esfuerzo por imaginar lo que esto supone en un pueblo de menos de 6.000 habitantes.
En la parte exterior del auditorio de Peralta comenzó a congregarse el público para disfrutar de una muy buena selección de versiones del repertorio progresivo interpretadas por “Rediscover”, un duo formado por Javier Ezpeleta e Isaak Ramos. Ambos músicos vienen colaborando en distintos proyectos y en esta ocasión estuvieron acompañados de diversos colaboradores, como Ana Mª Argudo (Anisaakis; duo acúsitico con Isaak Ramos), Jose Manuel Martínez (El Gallo que no Cesa), David Romero y Fernando Vega que se estrenaban en directo ese día, aunque cualquiera lo hubiese dicho. Hay que comentar que Javier Ezpeleta ha acompañado al mismísimo Neal Morse en varias giras acústicas europeas, sirviendo además de músico de apoyo, guitarra y coros. La actuación fue un lujazo, no sólo por el cuidado repertorio que incluía un abanico entre Pain of Salvation, Steven Wilson, King Crimson, Mr. Bungle, Transatlantic, Supertramp, Riverside, y un largo etcetera, si no por su calidad interpretativa y por la sensación de cercanía que supieron imprimirle. Estoy seguro que como fans del prog fue muy emocionante para ellos tener la oportunidad de abrir el evento, y supieron contagiarnos su ilusión, su entusiasmo y su buen rollo. Mi pasión por Anathema me obliga a destacar el momento “Untouchable”, y la bonita voz de Ana que no desmerecía en absoluto a la original. Pelos de punta.
Una vez ubicados en nuestras localidades comenzó el concierto de “Special Providence” desde Budapest. Se trata de un grupo instrumental que mezcla pasajes metálicos con otros mucho más jazzisticos. Son complejos y a la par muy potentes. Fue una gozada verles tocar, a un nivel altísimo como instrumentistas. El pero le pondría en que mezclan el sonido de la batería mucho más adelante que el resto de instrumentos, dándole así más protagonismo. En mi opinión, y en la de los que me acompañaban, deslució un poco el conjunto, ya que en algunas ocasiones no se apreciaba bien la musicalidad de los temas, teniendo en cuenta, además que muchos no les teníamos controlados de antemano. Escuchando su disco en casa se aprecian muchos más matices que allí quedaron un poco sepultados. También me dio algo de pena que el bajista no tuviese más momentos de protagonismo, ya que al final hizo un solo que nos dejó a todos patidifusos. De cualquier manera, como digo, me resultaron muy interesantes y tuvieron momentos puntuales en los que daban ganas de ponerse de pie y gritar bravo.
Con Haken tenía diferentes niveles de expectativas. Por un lado, sus dos últimos discos me parecen de lo mejor de toda la década y están escalando puestos a velocidad vertiginosa dentro de mi olimpo particular. Por otro, algunos comentarios previos al concierto, basados mayormente en búsquedas de youtube me habían alertado de la posibilidad de que su cantante pinchase en directo. Bueno, pues nada más lejos de la realidad. El 98% del tiempo están todos a un nivel estratosférico. Su show es musicalmente impecable, resolviendo las partes más complejas de armonías vocales y coros sin arrugarse lo más mínimo. El resto es sencillamente una barbaridad en todos los sentidos. Visualmente se apoyan en un potente espectáculo lumínico, que les deja practicamente en penumbras tras los continuos fogonazos y flashes, poniéndonoslo bien dificil a los que intentábamos retratarles o símplemente ver claramente que estaban haciendo en cada momento. Como curiosidad decir que su teclista utiliza para los solos uno de esos teclados de colgar que permite que le puedas ver las manos al ejecutar, además de reforzar el concepto ochentero con el que han adornado todo el arte gráfico y merchan de Affinity.
Terminado el concierto sólo nos quedaron ganas de saber que vendrá para el año que viene. Hablamos con Jesús Ezpeleta (no, no es pariente del Javier de Rediscover) y algunas cosas nos dijo, pero prometimos ser tumbas, así que sólo podemos aconsejar que permanezcan atentos a sus pantallas, sus redes y sus radioreceptores porque hay cosas interesantes en el horizonte que anunciaremos en el momento que nos den permiso.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Oskar Sánchez.