Lazar Markovich Lissitzky (Smolensko, Rusia, 23 de noviembre de 1890 – Moscú, 30 de diciembre de 1941) comenzó a denominar a partir de 1919 con la palabra “Proun” a cada una de sus composiciones abstractas. Este enigmático nombre, especie de abreviatura de Pro Unovis, consigna para “la renovación del arte”, se transformó en el concepto central de toda su obra, convirtiéndose en el objeto eminente de sus teorías.
Lissitzky cultivará una abstracción neta sobre la base de un dibujo geométrico que juega con una naturaleza abierta en todas direcciones, polidimensional y aperspectiva. Rompiendo con el espacio escenográfico cerrado y por medio de arritmias y asimetrías, creando con el Proun una segunda naturaleza para el hombre, un cosmos ignoto, un nuevo espacio en la tierra.
Cada Proun tenía como finalidad la transformación del espacio vivencial en su conjunto. El espacio plástico del Proun era un medio de redención colectiva, una propuesta de perfectibilidad para la comunidad humana, que implicaba la abolición de las formas de creación artística hasta entonces conocidas.
El propio Lissitzky definió Proun como: “Aquello que conduce al artista de la contemplación a la realidad. Mientras que un cuadro llevado a término cuenta con su propia perfección, cada Proun no representa más que un eslabón en la cadena, una corta parada en el camino hacia la perfección. Proun transforma los modos de producción artística. Deja atrás al individualista que realiza cuadros que él empieza y él termina encerrado en su gabinete. Proun, en cambio, introduce en el proceso de creación una pluralidad de productores; La personalidad del autor desaparece en la obra, y vemos el nacimiento de un nuevo estilo, no de artistas individuales, sino de autores anónimos, que juntos labran el edificio del tiempo”.
Lissitzky buscó la integración de pintura, arquitectura, escultura y otros medios artísticos en el Proun. El ideal de obra de arte total se hace evidente en los Espacios Proun, espacios arquitectónicos transitables en los que se proyecta la pintura de El Lissitzky.
Entre 1922 y 1928 permaneció en Centroeuropa, donde construyó varias salas Proun. La primera la levantó en 1923 en la Grosse Berliner Kunstausstellung. Utilizó tiras y planchas pintadas con diversos colores que hacía resaltar ligeramente sobre los muros de la sala rectangular. La disposición asimétrica, arrítmica y pluridimensional, las variaciones cromáticas hacían que cambiaran las impresiones del espectador cuando éste transitaba por aquel espacio, trasladándole a la realidad virtual del Proun.
Siguió a ese gabinete de maravillas el Espacio para arte constructivo que levantó en la Exposición Internacional de Arte de 1926 en Dresde. Antes proyectó incluso un rascacielos para Moscú, el Arco de nubes, que data de 1924. Muy interesante fue el espacio de exposición de arte abstracto que concibió para el Museo Provincial de Hannover al año siguiente. La obra más compleja de este tenor, también perdida, fue el diseño de los espacios del pabellón soviético en la celebración de 1928 de la muestra Pressa, en Colonia. Para dinamizar el espacio se sirvió de efectos de luz, juegos de fotomontaje y otros medios, con lo que el Proun saturó el concepto de obra-espacio-total.
En 1941 fallece Lazar Markovich Lissitzky, el principio del futuro, uno de los mayores precursores del arte abstracto en el siglo XX y el creador del Proun: Proyecto para Afirmar lo Nuevo.
La concepción del Proun: El porqué de ver las cosas de otra forma
Cuando quisimos poner nombre a este proyecto musical no encontramos nada que expresase mejor nuestro trabajo que la propia definición que esconden tras de sí las cinco letras que forma la palabra Proun; Cada uno de los pasos en falso que vamos dando a través de estas composiciones no son más que eslabones en la cadena, cortas paradas hacia la, probablemente, inalcanzable perfección.
Pero más que un movimiento ansioso en la búsqueda de lo matemáticamente intachable, en la necesidad del sonido estrictamente bello, en este proyecto se produce aquello que Lissitzky promulgó durante toda su obra: La desaparición de la personalidad del autor para dar paso al nacimiento de un nuevo estilo alejado de creaciones y esfuerzos individuales donde los autores se vuelven anónimos porque lo que prima es el resultado, la obra en si. Alcanzar la atemporalidad a través de algo que va mucho más allá del esfuerzo personalista y donde todo, y lo que es más importante, todxs, tienen su hueco y su lugar.
En definitiva, Proun va más allá del trabajo compositivo de dos personas, es el paso adelante en el camino hacia la perfección gracias a todo el apoyo y el trabajo de personas que han decidido colaborar con este proyecto que, repetimos, está abierto a todxs.