EL UNDERGROUND: Pablo Vazquez se acerca a Vitoria para acudir a un festival que auna algunas de la escenas más interesantes del underground nacional. Dos días completos con propuestas variadas y de alta calidad.
El pasado fin de semana nos descolgamos por Vitoria, para disfrutar del Cosmic fest. Después de muchos meses esperando, justo el día antes, Aathma y Otus se cayeron del cartel por motivos personales; desde aquí les mandamos nuestro más sincero apoyo. En pocas horas la organización del festival ya tenía sustitutos, lo cual es digno de halago.
El viernes, empezó con Tooth sustitutos de Aathma, post hardcore-punk zapatilla en euskera. He de reconocer que no es mi estilo, y no estoy muy puesto en el, pero se me hicieron muy amenos, y la verdad es que los disfrute mucho. Un sonido muy potente, y mucho juego a dos voces, cada una con sus matices. Lo dieron absolutamente todo, así da gusto empezar.
Después continuo Santo Rostro. Inmensos; no hay palabras suficientes para lo que esa noche hicieron encima del escenario, destrozaron desde el minuto 0. La guitarra espectacular, con unos solos muy blues-jazzeros, que daba gusto escuchar. Y desde el sector rítmico, una potencia y una compenetración, que parecían un metrónomo humano. Tanto fue el placer que nos dieron, que el publico no les dejo irse, obligándoles a tocar una más.
Una vez acabaron, era el turno de Tutan Come On. Santo Rostro se lo había dejado muy difícil, y el listón estaba muy alto. Personalmente, no me engancharon del todo; el estilo de voces no es del todo mi favorito, pero reconozco que la propuesta es muy buena, y la gente si que parecía encantada. De hecho, también realizaron un bis, por lo que queda claro que mi gusto no se correspondía con el de el resto de asistentes.
Por ultimo, llegaban Orthodox. Los sevillanos, todo un icono del Doom nacional, y uno de los grupos mas versátiles de este país; al menos en mi opinión; llegaban en forma de dúo (drum and bass) para marcharse victoriosos. La gente lo dio todo, y es que no era para menos, son el jazz dentro del doom. Un concierto perfecto y muy ameno, de esos que te dejan con ganas de más. Acabaron el concierto con una versión de Venom, con la que definitivamente, la gente se lo dio todo.
El sábado, como no podría ser de otra manera, repetimos. Y ahí estábamos a primera hora para ver a Atavismo. Después de verles, solo puedo decir que “El rock andaluz sigue vivo”. Es un grupo que había escuchado, pero no prestado mucha atención, quizá porque estaba esperando a verles en directo, o quizá por vagancia. Me da igual el porque, pero me alegro de lo que paso ese día. Fue increíble, sonaron impecables, y con una coordinación admirable, para hacer juegos de tres voces. Una formación muy solida, y con un directo muy potente. Espero verlos pronto de nuevo.
Después saldrían al escenario Hela. Tenia ganas de verles ahora que tienen una nueva cantante. Y los sentimientos fueron agridulces. Demasiado ruido en la sala, me impidió escucharles todo lo bien que me hubiera gustado. La gente estaba más a hablar que a escuchar al grupo, lo cual me parece increíble, por la falta de respeto que ello supone hacia unos músicos de ese calibre. La parte dulce, es que me encantaron. Muy sólidos en directo, y poder escuchar temas en directo como “Horns of God” que para mi se ha convertido en un himno, no tiene precio. Ojala puedan volver por el norte pronto, y sacarme la espina de poder oírles al 100%.
Tras ellos, llegaron Arenna; para mi el punto álgido de la noche. No iba preparado de casa para lo que me iba a encontrar. Una de las mejores puestas en escena que he visto en mi vida. Un sonido increíble, eran un autentico muro sonoro. Musicalmente son de los mejores grupos que hay ahora mismo en este país, con unas composiciones que se acercan al post rock y al doom, y en el escenario arrasan. Saben jugar bien, y es que el vocalista no duda a la hora de hacerse con el publico, sumarse a la parte instrumental utilizando percusión, o por ejemplo cantar con un megáfono, ¿quién dijo que hay que usar efectos para la voz?. El publico se volcó de lleno, incluso algún pogo se vio hacia el final del concierto, y los bises.
Para acabar tocaron The Soulbreaker Company, tocando su clásico Itaca. Yo no les conocía, y la verdad es que me gustaron mucho, no me extraña que en el 2010 fuera elegido como mejor disco nacional en algunos medios. El cansancio ya podía conmigo, pero eso no evito que pudiera disfrutar desde que comenzó “It´s Dirt” uno de mis temas favoritos. He de decir que tanto el sonido como la ejecución fue perfecta se marcaron todo un señor concierto y pudimos disfrutar de un rock clásico creado en Vitoria, que no tiene nada que envidiar al que nos venden desde fuera.
Me gustaría desde aquí dar la enhorabuena a Cosmic Tentacles por seguir haciendo estas cosas, y ojala que continúe; porque estas son las cosas que hacen que la música siga viva, y siga mereciendo la pena. Esperamos volver el año que viene a por más.
Crónica por Pablo Vazquez, fotos por Pablo Vazquez.