Los NARCO están de vuelta, y lo harán el 1 de Noviembre con su cuarto disco llamado “REGISTRO DE PENADOS Y REBELDES”. Tras 6 años de correrías los NARCO se han convertido en un grupo referente en el metal-rap hispano. Puteados por el destino al traerlos a éste mundo como carne de cañón (el talego adorna sus vidas reales y su politoxicomanía está mamada desde la cuna), pero con más escamas que el que se enfrenta a la vida sin referente superable ninguno, los NARCO hacen de su vida un disco y de cada disco un milagro. De origen proletario, su base está en el sevillano barrio de La Macarena, los NARCO nacieron para ser rebeldes. Forjados en la más importante de la luchas que los desheredados de la fortuna han de lidiar a diario, la supervivencia, las puñaladas que da el sistema no han hecho sino afianzarles en un discurso cuya coherencia está a prueba del “Chaparrón De Plomo”, 01, con el bautizaron a su tercer disco. Reunidos de nuevo aquí para dar la bienvenida a su cuarta entrega a la que, por cierto, acogemos entregados a la causa: justa como pocas y necesitada como ninguna. “REGISTRO DE PENADOS Y REBELDES” (sus dos primeros trabajos fueron “Satán Vive”, 97, y “Talego Pon Pon”, 99), les refleja como lo que siempre han sido: una célula de contra información que, valiéndose de postulados rap-metálicos y ritmos hardcore, dan voz a todos los relegados al “Cuarto Mundo” en la era de la globalización. “REGISTRO DE PENADOS Y REBELDES” está grabado en los Estudios Sound Farm de Dos Hermanas (Sevilla), mezclado en Q-Estudios (Madrid), masterizado por Jesús Arispont y producido por ellos mismos: Vikingo MD, Diablero Díaz, Manipulador, El Amnésico y El Abogado Del Diablo. Después de haber perdido a uno de sus vocalistas, Chato Chungo, el resto del grupo, se ha descolgado con un repertorio de 16 canciones en el que su discurso vital se ve ensanchado por su acierto literario y bendecido por unos referentes musicales en estado de gracia. Y sus grandes obras, temas como “Control”, “Perros malos”, “Si, 2, eran 2”, “Masacre en la mierda ciudad” o “El atraco” (primer single) regado todo el disco por aromas que entroncan con el rap, conducen a la catársis intuida en el repertorio industrial y desembocan en la orgiástica imaginería del serie-Z-heavy-metal-kid, nos encontramos ante la explosión de su madurez después de 6 años de existencia y cientos de conciertos. Teniendo a su favor el conocimiento de un discurso vivido en propia carne, el talego no es ninguna licencia metafórica en sus vidas, NARCO hacen de su existencia capítulos musicados. Y que cada uno de ellos, hasta ahora, haya sido mejor que su inmediatamente anterior, indica que su nueva propuesta continua esta línea ascendente. Va el disco sobrado de razones y NARCO pletóricos de actitud. ¡IM-PRES-CIN-DI-BLES NARCO!