Nos pillaba un poco lejos, pero parte del cartel parecía diseñada por nosotros, así que ni cortos ni perezosos nos pegamos el viaje para estar presentes en la primera edición de un festival al que deseamos larga vida.
Todos tenemos nuestro festival de los sueños, ese que tendría por cartel los mismos grupos que aparecen en la aplicación de logos de Last FM cuando lo configuramos en la opción overall. Creo que no había tantos de mis grupos favoritos en un cartel desde el Metalway de 2006, de hecho, cuando alguien en el foro de la página puso las primeras bandas confirmadas pensé que me estaban gastando una broma: Amorphis, Opeth, Paradise Lost, Katatonia, Lacuna Coil… parecía como si alguien me hubiese dado mucha pasta para montar la superfiesta Noche de Rock con quien me diese la gana. Según se fueron sumando más bandas vimos que en realidad iba a haber un poco de todo, pero que podíamos diseñar un buen itinerario para hacer el festi a nuestra medida así que decidimos emprender el viaje hacia Benicassim, nombre que queda a partir de ahora vinculado al rock y el metal, además de a la música independiente.
Casi siete horas de viaje, un bocata rápido, una pequeña siesta y enseguida nos fuimos para el recinto, donde a las 19:00 comenzaba el concierto de Amorphis. ¿Quién me iba a decir, que con los años que me costó tacharles de mi lista de pendientes les iba a ver dos veces en el lapso de diez meses? Evidentemente esta segunda no fue tan emocionante como la primera, pero me dio la oportunidad de examinar su directo con un poco más de frialdad y objetividad, para seguir sin encontrar ninguna fisura. Están en un momento extraordinario y tienen una cantidad ingente de temazos para levantar el directo hasta el infinito y más allá.
Tenía muchas ganas de ver a Satyricon, no son una de mis bandas favoritas, pero me gustan mucho. Hacía que no les veía desde el año 2000 cuando vinieron teloneando a Pantera. Jimenez a mi lado, clamaba que era el mejor concierto del festi. Yo no se si tanto, pero desde luego lo hicieron muy bien. Sonidazo y buena presencia escénica, lástima que fuese de dia, porque a estos estilos siempre le viene bien un buen juego de luces bien tiradas. Atacaron material de diversas épocas, sonaron desde el Mother North hasta The Pentagram Burns, cuyo riff volvería insistentemente a nuestras cabezas durante los dos siguientes dias.
Nos marchamos corriendo al escenario Black Bikini para llegar justo a tiempo de ver el último par de acordes de Angelus Apatrida. Un festival es un continuo tomar decisiones dificiles, nos apetecía ver a Angelus, especialmente esta semana que son disco de la semana y tendremos que comentar The Call en el próximo programa, pero ante la coincidencia con Satyricon optamos por los que seguramente tardaremos más tiempo en volvernos a tropezar. De todas maneras, decir que a juzgar por las caras de la gente (mucha) congregada debieron dar un buen recital.
Decidimos tomarnos un rato de descanso, Barón Rojo tocaban en el escenario grande y disfrutamos de alguno de sus clásicos mientras comíamos un bocata, luego una vuelta por el mercadillo de camisetas, discos y de más mientras en el tejado del Autobús Red Bull, Guadaña lo daban todo para atraer la atención de la gente, a nuestra vuelta al Black Bikini Warcry cerraban su concierto con uno de los temas suyos que más me molan, Tu Mismo, la coreamos un poco y pillamos un buen sitio para Paradise Lost.
Si tuviese que decir un nombre de banda que hizo que diese el paso de “Que festival más guapo” a “Hay que ir” sería Paradise. Al salir del concierto de Amorphis el año pasado en la Rock Star tuve la extraña sensación de haber tachado por fin al último grupo importante (con todos los miembros vivos) de entre mis mayores preferencias que me quedaba por ver… luego el nombre de Paradise Lost apareció en mi mente como un nubarrón en un dia soleado. Sin embargo no fue el mejor momento del festival. Tienen mucho donde elegir así que sin irse muy atrás escogieron unos cuantos temazos y lo cierto es que estaban tocando de puta madre, hasta que más o menos a la mitad, cuando atacaron el One Second algo pasó con el pinganillo de Holmes y empezó a cantar bastante regular, las constantes idas y venidas a su propia mesa de monitores nos daban la pista de que no estaba cómodo con su escucha, y tal vez fuese eso, o tal vez símplemente sólo tenían ese tiempo para tocar y se nos hizo muy corto, pero a los cuarenta y cinco minutos escasos se retiraron dejándonos un sabor un poco agridulce. Fue un concierto raro para mi, la primera parte en la que estuvieron más fuertes yo no estuve muy cómodo porque el cansancio me hizo mella y me encontré un poco agobiado y justo cuando empecé a disfrutarle de verdad llegó el incidente del pinganillo y el show se terminó… Ya he visto a Paradise Lost, pero me quedo con ganas de una segunda oportunidad.
Lacuna Coil eran los siguientes, la última vez que les había visto en directo, en la gira del Comalies, había sido tan perfecto que tenía miedo de repetir. Os puedo decir que tuvieron un sonido espectacular. No se por qué razón su bajista Marco Coti Zelati no estaba presente y llevaban sus lineas secuenciadas. Si normalmente la batería en Lacuna Coil ya es una puñetera apisonadora, al llevar el bajo secuenciado el empaste era símplemente perfecto y cada golpe de bombo te reventaba el pecho. Andrea Ferro empezó cantando muy bien aunque se desinfló un pelín en los dos últimos temas, pero Cristina aguantó como una leona demostrando que es una bomba de front-woman mucho más allá de una chica guapa al frente de un grupo. Total, el concierto estuvo a muy alto nivel, aunque a mi no llegó a volverme loco por que la selección de canciones se centraba en sus últimos discos, tras su salto a america y su cambio estilístico hacia un metal menos gótico y más moderno que particularmente me emociona mucho menos que su primera etapa.
Si hace veinte años alguien me hubiese dicho que al empezar un concierto de Guns N’ Roses iba a estar caminando en dirección contraria para ver a otro grupo me hubiese reido de él, pero como digo los festivales se basan en decisiones dificiles, y en esta ocasión optamos por perdernos la primera parte de su concierto, a sabiendas de que iba a ser tan largo que nos iba a dar tiempo a ver un buen trozo después de Lacuna. Lo que nos encontramos fue precisamente lo que esperaba, más o menos el mismo show que Axl & Friends ofrecieron en 2010 en Anoeta cuando fuimos a verles, con sus más y sus menos. A favor, decir que Axl ofrece tres horas y pico de música ininterrumpida, que tiene el privilegio de poder ofrecer en directo algunos de los mejores temas compuestos en las dos últimas décadas y media y que siguen provocando sensaciones intensas en el corazón de la gente. En contra se puede decir que el formato de macro conciertos que inició en la gira de los Use, con continuas entradas y salidas del escenario es complicado de hacer funcionar. De aquella, Axl se piraba a cambiarse de camiseta y veías a Slash haciendo un solo, ahora se queda DJ Ashba, que también toca muy bien, pero la gente no le tiene tanto cariño… y lo que sucede es que cada vez que Axl sale del escenario queda un hueco muy grande, que pese a ser muy buenos músicos el resto no pueden acabar de llenar, con lo que el concierto avanza a trompicones, y más en un festival. Creo que el público se puede diferenciar en dos tipos, los que habían comprado la entrada exclusivamente para ver a Guns y pasaron de lo demás seguramente pasarían un buen rato, obviaron la evidente pérdida de fuelle de Axl y muchos de ellos se extrañaron ante los temas del Chinesse, porque puede que ni supieran de su existencia. El resto del público, que fue al festi y también quería ver a guns se encontró con un bloque demasiado largo y poco compacto como para disfrutarlo como un concierto más.
El dia terminaba para nosotros y en nuestra retirada nos dio tiempo a asomarnos al follón que estaban montando Killus en el escenario Jack Daniels y a escuchar un poco a The Computers mientras caminabamos hacia el hostal. Charlamos sobre lo curioso que es el tema de los festivales, y como relativizas la importancia de grupos que seguramente disfrutarías mucho más si te les encuentras un dia tocando en un bar o una sala. De Killus me ha enviado su último disco mi amigo Zufo de Alfa Omega webzine y tengo muchas ganas de verles bien ya que tenía muy buena pinta. Visto lo que sonaba, seguramente también nos las gozaríamos con unos Computers como teloneros de cualquier grupo que nos guste… pero no eran horas.
Benicassim es un municipio que te permite enfocar el festival de una manera muy distinta a la habitual. Tengo amigos que se lo hicieron de acampada y dicen que estuvieron muy cómodos, porque además la organización había puesto unos buenos toldos para prevenir la solana mañanera. Sin embargo, la opción hotel que casi siempre me ha parecido impensable aquí funciona muy bien. ¿Por qué? Pues porque el hostal nos cogía a unos quince minutos andando del recinto de conciertos y estaba a otros quince de la playa, así que si te apetece puedes verte los conciertos, tomarte una copa de camino al hostal en cualquiera de los pubs de Benicassim, descansar bien, darte una ducha y pasarte la mañana descansando al sol y pegándote un baño y a media tarde estar como un señor, listo para una buena tunda musical. Tanto es así que como el cartel de 2013 sea interesante estoy pensando en combinar el festi con unas vacaciones familiares y liar a mi madre y a mi suegra para que nos cuiden al niño durante las horas de conciertos.
En fin. Tras el merecido descanso del guerrero, una cervecita con limón y un menú del dia en uno de los restaurantes del lugar nos fuimos a echar una siesta con la firme intención de hacérnoslo de puretas, seleccionar mucho y sólo ver los cuatro conciertos en los que teníamos más interés. Sin embargo tras un buen rato la tarde se hizo larga y las 18:00 estabamos frente al escenario Costa de Fuego viendo a Noctem y mandando a tomar por el culo nuestro plan de hacernoslo de tranquis.
La verdad es que teníamos mucha curiosidad con ellos. Oblivion fue uno de los discos de Black Metal nacional más interesantes de 2011, aunque a muchos de los seguidores del sonido primigenio del estilo les denostan por que la producción es muy limpia y moderna, pero lo cierto es que tienen mucho temazo y en directo lo dan de lo lindo. La puesta en escena es muy profesional y sin llegar a fliparnos nos convencieron y nos alegramos de haberles visto.
Hay unos cuantos grandes fans de Adrift en el foro de la página, así que nos arrimamos a ver que se cocía. Se nos hicieron densos de cojones, osea, un poco lo que comentaba la semana pasada en la reseña de Meshuggah, esas bandas que te requieren atención y esfuerzo para seguir su música. Suenan potentes y compactos como una puñetera piedra, pero también asperos y complejos. Yo me quedé con la sensación de que necesitaban más tiempo previo por mi parte, estoy ahora poco a poco con el disco, a ver si me voy haciendo. Son buenos, pero cuestan.
Tras Adrift nos mudamos al escenario grande donde Architects estaban terminando su concierto. No es el Metalcore un estilo que me quede particularmente cerca, sin embargo poco a poco se fueron ganando algo de nuestra simpatía porque se lo estaban currando mucho, especialmente nos llamaron la atención algunos temas con secuencias de teclado… me he puesto de taréa investigales esta semana, ya os contaré en el programa, pero de momento la primera vuelta a su último CD Daybreaker me está dejando muy buen sabor de boca.
Vimos a In Flames a una distancia muy cómoda, desde la mesa de sonido. Con Jimenez a mi lado flipándolo como buen fan, y yo intentando meteme un poco más en el mundo de esta peña, de la que llevo muchos años oyendo cosas sueltas y algún disco completo, pero que no acaban de volverme loco como a tanta gente que conozco. Hay que reconocer que dieron un directazo, centrado en material de su etapa más moderna, pero con un gran sonido y sin pinchar en absoluto en ningún aspecto. Como os digo, Jimenez entrará en más detalles que yo en el programa del miercoles, pero me quedo con la buena sensación de haber visto a una gran banda dándolo de lo lindo. Por cierto, me perdí un tema para ir a hacer un pis, y me topé con Berri Txarrak montando un buen cirio ante un numeroso grupo de fans. Curioso esto de los festis, hay un montón de gente en todos lados.
Queríamos ver a Nightwish, pero tenía mucha, mucha curiosidad por Toundra… pero queríamos ver a Nightwish… así que de nuevo optamos por lo que parecía más racional: Sacrificar a la banda nacional, que suponemos se nos volverá a poner a tiro en un periodo más breve de tiempo. Aun así me pegué una carrera hasta el Jack Daniels mientras desmontaban In Flames para ver sólo un tema y me quedé con más ganas de las que tenía. Como lo petan, ¡Qué ganas de verles bien!
A la salida de la carpa Jack Daniels otra banda sobre el autobús Red Bull nos despertó curiosidad y nos quedamos un par de minutos… se llaman As Light Dies, y hacen una especie de Death Metal con toques de lo que viene llamándose Avant-garde. No se de que coño me suena su nombre, supongo que alguien me hubiese hablado de ellos en algún momento y de hecho, voy a repasar bien la estantería, no vaya ser que en alguna ocasión me hayan mandado material, y lo tenga por ahí perdido. Tenían buena pinta. A ver si me informo y os cuento.
A Nightwish no les veía desde la época Tarja, así que tenía muchas ganas y curiosidad por ver que tal llevaban el cambio y salí convencido. Como dije en su día creo que han optado por lo mejor distanciandose del estilo con una cantante diferente y le han dado un nuevo aire al grupo que le ha sentado muy bien. Anette es tan distinta que cualquier comparación está fuera de lugar, y sin embargo se adapta a la perfección al papel de front-woman. Cumple con los temas antiguos que tocan dándoles un nuevo enfoque y saca adelante el material nuevo con plena solvencia. Evidentemente cuantos más discos vayan cayendo menos quedará de aquello, han dado un paso firme adelante, y aunque no les importa mirar atrás, están donde están viviendo del presente. La banda fue espectacular, gran sonido y buenos arreglos por parte de un flautista y gaitero invitado que supongo sea Troy Donockley, que viene colaborando con ellos últimamente. Su último disco lleva un aire más celta y funciona muy bien en directo con todos los arreglos en directo. Gran escenografía sacándole muy buen partido a las llamaradas y el humo. Si tuviese que quedarme con una sensación de su concierto sería la de darme la vuelta y ver a miles de personas detrás mio sonriendo. Curiosa energía puramentente positiva en un concierto de metal.
Llegó la hora de Katatonia, a quienes tenía muchísimas ganas de ver ya pasados unos años desde que les vi en Madrid presentando The Great Cold Distance, en aquella ocasión me pareció una banda precisa pero algo fria, ahora me parece que han crecido mucho en ese sentido y tengo que decir que si hubo un momento en todo el festi en el que sentí como todos los pelos de mi cuerpo se ponían de punta fue durante el show de Katatonia.
Empezaron con el pie cruzado y un problema gordo en los samplers. Temblamos durante algunos minutos, ya que el tiempo del que disponían era muy corto, y un problema que tarda en solventarse es una verdadera putada en este contexto, Jonas es un grandísimo cantante, pero el frontman más tímido de toda la escena metálica. A duras penas nos explicó que había un problema con el ordenador, mientras la gente aplaudía y gritaba Katatonia. Por suerte sólo fueron algunos minutos y empezaron a llover temazos sobre todo de sus tres últimos discos. Como digo, probablemente, objetivamente no lo fuese, pero subjetivamente para mi fue el mejor momento de todo el festi.
Me hubiese gustado ver a Marilyn Manson, pero coincidía con Katatonia y Opeth. No más preguntas, su señoría. Nos fugamos diez minutos en el cambio, lo justo para ver The Dope Show y Personal Jesus (Según una experta en Marilyn Manson que tenía justo detrás, uno de sus temas más conocidos… Le manda cojones.). Marilyn Manson y yo no coincidíamos desde hace unos quince años. Si fuese él el que tuviese que reseñarme a mí, seguramente diría que me encontró algo más gordo y con menos energía, así que supongo que no es justo hacer comparaciones con otro “tú” quince años más joven. Claro, en la época del Anticristo y el Mechanical, Manson era un torbellino, pero el tiempo ha pasado para todos. No puedo juzgar con tan poco tiempo visto, pero diría que fue digno. Su nuevo material no me interesa tanto, seguramente el punto álgido de su carrera ya pasó, pero creo que lo estaba haciendo lo suficientemente bien como para merecer respeto. A ver si se pasa alguien que lo viese entero y nos cuenta.
Ya sólo nos quedaba Opeth para plegar. A estas alturas, sentados en el suelo empezamos a comentar que el plan original de reservarnos y ver sólo cuatro conciertos era mejor, pero ya era tarde y habíamos optado por ver muchas más cosas de las previstas. Una pregunta flotaba en el ambiente… tras la publicación de Heritage todos sabíamos como estaba siendo la gira, pero estando en un festival, ¿Optarían Opeth por dar un concierto con un poco de todo, o por seguir la linea de la gira?. La gastada camiseta de Ozzy Osbourne parecía querer decir que venían con el chip de gira, pero la duda quedó solventada tras un par de temas, las palabras de Akerfeldt, A.K.A. “Miguelito – Is that me?” fueron muy clarificadoras: “Vamos a tocar algunos temas de rock progresivo… y otros temas de death metal…. Un momento!! Por qué nadie aplaude cuando digo “rock progresivo”? …bueno, da igual, vamos a hacer lo que nos de la gana, porque de eso trató siempre la música para nosotros”. Así fue, y así lo disfrutamos, tanto, que pese a todo el cansancio fuimos incapaces de permanecer sentados ni un segundo, especialmente cuando cayeron temazos como Demon of the Fall o Deliverance que ya pensabamos que tardaríamos mucho en volver a escuchar en directo.
Por cierto, Mikael comentó que durante la hora de la comida los seguratas de Manson les habían sacado del comedor a la llegada del mismo, no se que sería lo que pasaría en realidad, pero si fue así, me parece una anécdota muy fea, y me da mucha pena que haya peña del rock que pierda tanto el contacto con el mundo real.
A nuestra vuelta hacia la salida cruzamos el concierto de Hamlet en el escenario grande que estaba petadísimo. En cualquier otro momento de la tarde nos la hubiésemos gozado con ellos, pero vamos teniendo una edad y al dia siguiente teníamos otras siete horas de vuelta así que optamos por sacrificarles, seguro que en breve nos les encontramos en cualquier otro lugar.
La vuelta fue larga, más larga que la ida, claro, y nos dio tiempo a comentar mucho y valorar. Jimenez y yo coincidimos en que ha sido un festival de alto nivel, con buen sonido para todos los grupos, con puntualidad inglesa para todos los eventos, con buenos servicios y con una infraestructura suficiente para que todo el mundo estuviese cómodo. Si el festival fuese nuestro optaríamos el año que viene por explotar más la via europea, unos Moonspell, unos Behemoth, Anathema, The Gathering, My Dying Bride, Pain of Salvation, Diary of Dreams… y nos vuelven a tener allí como clavos. Incluso en 2013 no olvidaríamos llevar el bañador. Se verá.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Oskar Sánchez.