Madera del Astillero: Juan Madera sigue presentando su album El Aprendiz y en esta ocasión nos acercamos a la sala Breton a ver su espectáculo que contaba con bailarinas, video-jockey y una gran banda de apoyo.
Jueves, lloviendo y con un frio de mil demonios. Salir de casa es el paso más dificil, pero la Bretón siempre es acogedora y el concierto empezaba pronto, así que resultó ser un buen plan para mitad de semana.
El inicio del concierto fue puntualisimo y nos encontramos ya sobre las tablas a Juan, acompañado de Fernando Segura y Chus Gancedo al bajo y batería respectivamente. Como seguramente ya sabeis, el espectáculo de Juan Madera es mayormente instrumental, pero en algunos temas estuvo acompañado de Manuel Encabo a la voz, a quien yo personalmente no conocía y me causó una grata sorpresa por su estilo tan auténtico que me recordaba en algunas ocasiones a Joe Cocker. Al parecer, y segun me ha contado Chus, viene de cantar Opera y Boleros, pero la verdad es que tiene mucho caracter como cantante de blues.
El concierto estuvo lleno de sorpresas, empezando por las proyecciones que Gustavo Moral iba encajando para acompañar los temas de Juan. Para quien no esté interesado en el mundo audiovisual, seguramente fueron un bonito fondo que te ayuda a meterte más en el ambiente de los temas, yo además me lo pasé pipa asomandome para ver como iba construyendo las imágenes a base de montajes entre escenas pregrabadas y lo que iba recogiendo en directo, aplicándole diversos filtros y efectos. Además, las bailarinas Rebeca Díez y Andrea Lebeña pusieron también su arte a disposición de la música de Juan, para conseguir que algo que en principio puede resultar un poco árido, como es la música instrumental, resultase también atractivo y dinámico a nivel visual.
En lo puramente musical, decir que el concierto fue tan variado como es El Aprendiz. Juan es un guitarrista muy versatil, que se mueve con soltura por muchos estilos distintos, y el concierto estaba muy bien estructurado, pasando de temas más fusioneros a un ambiente cercano al country con Juan demostrando su buen hacer con el dobro, o ejecutando luego algunos blueses muy bien tirados, con Manuel a la voz.
Lo único que deslució un poco la jornada fue un molesto ruido de masa de algún cable que no dejó de dar la lata durante todo el concierto. Una pena, porque por lo demás, tanto en ejecución, como en variedad, como en ritmo, disfrutamos de una velada magnífica.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Oskar Sánchez.