ALGUNA NOCHE ES JOVEN: La concejalía del ayuntamiento de Santander junto a la asociación Ser Joven organiza este festival muestrario de algunos de los grupos más interesantes de la ciudad de Santander.
Santander es una ciudad rara para la música. Al igual que en el resto de la comunidad hay cientos de bandas y mucha creatividad, sin embargo los grupos siguen hacinados en el Mercado de Cazoña (una plaza de abastos en la que los locales vacios hacen las veces de local de ensayo) que ofrece una de las pocas posibilidades de locales de ensayo para las bandas. En el tema de conciertos la cosa no está mucho mejor, el circuito de garitos en la ciudad es inexistente y unas ordenanzas controladas de manera ferrea no dejan respiro a quien intenta proponer cualquier actividad alternativa.
Así pues, las escasas actividades institucionales se convierten en una de las pocas vias de escape para que los grupos puedan de vez en cuando mostrar su música en directo. La Noche es Joven es especial porque es una de las poquísimas veces que podemos ver a bandas santanderinas actuando en Santander.
El Teatro Casyc de Caja Cantabria era el lugar elegido para un pequeño muestrario que incluiría seis actuaciones de unos veinte minutos cada una, y además servia de presentación oficial del CD conmemorativo de las anteriores ediciones de La Noche es Joven editado por el Ayuntamiendo de Santander a través de Miedito Records.
Con la coordinación de Chema (Fak / Del Revés Producciones) y el buen hacer de Sonido Karabu con la colaboración de Ramón de Sonido Directo tuvo lugar lo que creo que fue una gran noche de actuaciones, sobre todo porque lo más interesante de estos eventos es que se mezcla público de las distintas bandas y todos tuvieron la oportunidad de tener un pequeño bocado de prueba del resto de las bandas que no conocían.
La primera banda en salir al escenario fue Estereotypo, que como luego nos contaron ya andan preparando su segundo disco que se está masterizando ahora mismo en Londres. La verdad es que siempre funcionan en directo, aunque como su música está diseñada para mover el esqueleto se hizo un poco raro verles en un teatro con todo el mundo sentado. De cualquier manera, como digo, su mezcla de rock y música electrónica bailable convenció a todos una vez más, incluso a los pocos que aun no les habían visto nunca.
Tras ellos la actuación de Marcellus Wallace, que como bien sabeis porque os tenemos bien informados, están presentando su primer disco Verde es el Planeta Azul. Con un set tan cortito evidentemente fueron sin miramientos a los Singles. Y La Tierra Gritó, El Problema de Ser un Simple Huevo y Soñando Despierta son cartas con las que dificilmente se puede perder una partida, y no lo hicieron.
De nuevo Lazy, otro grupo que está últimamente de plena actualidad por la presentación de su primer larga duración Reservoir. El formato acústico del disco acompañó mucho a la situación y de nuevo sus temas lucieron mucho en el teatro. El póximo martes presentan videoclip en la Filmoteca de Santander, la entrada será gratuita y además ofrecerán un concierto para acompañar a la presentación.
Tras ellos tuvimos de nuevo la oportunidad de ver a Bifrost, a quienes hacía un par de años que no escuchaba en directo. Si les reñí mucho por tocar poco es porque me parecen increibles y me da mucha rabia no poder verles más a menudo. De cualquier manera, las dos ocasiones anteriores que recuerdo, su presentación de disco Moving On y la fiesta X Aniversario de Noche de Rock fueron más flojas que lo de ayer. Se nota que no han perdido el tiempo y que han estado afianzando esta nueva formación, porque vuelven a sonar como un tiro. Tenemos muchas ganas de que graben los temas que ayer presentaron en directo, porque suenan increibles.
Idolos del Extrarradio siempre resuelven. Joer, como se puede montar ese conciertazo en veinte minutos. No me cansaré de decirlo, tienen dos discos llenos de temazos y en directo son simplemente puta adrenalina. Además la manera de Alex de deformar las entonaciones de los temas hace que en cada ocasión les veo, estas adquieran una dimensión un poco distinta. Por supuesto el público Santanderino agradeció poderles ver en pleno centro, abandonando sus localidades y poniendose a bailar a pie de escenario.
Para finalizar la noche Frontline, otros que llevaban ocho mesazos sin tocar, y a los que no veia por lo menos desde hace un par de años. Han tenido grandes cambios de formación en este tiempo, aunque creo que el más significativo de todos es que Miki ha dejado las guitarras para pasar a las voces. Según el mismo me contaba entre bambalinas ha sido una cuestión de supervivencia, porque no encontraban a el cantante adecuado y se han decidido a hacerlo ellos mismos. La resurreción de Frontline suena más metálica y cruda aun que su anterior etapa, aunque las percusiones lejos de perder protagonismo parecen haber incluido más fuerza aun a los nuevos temas. De cualquier manera fue una alegría tenerles de nuevo entre nosotros, esperamos que pronto se decidan a grabar un nuevo disco.
Y así se cerró esta noche en la que seis bandas cántabras demostraron que pese a todas las trabas y dificultades que tiene dedicarle tiempo a la música en esta comunidad, hay sobrada calidad. No son las únicas, como demostramos con las sucesivas propuestas de cartel para años posteriores, podrían haber sido dieciocho o treinta y seis, hay grupos de sobra con sobrada calidad. Lo cierto es que la escena podría crecer mucho si las instituciones pusiesen un poco de su parte, no ya en en organizar eventos como este más a menudo, si no en no estorbar a los hosteleros, asociaciones y promotores independientes que pretenden nutrir a la ciudad con programaciones continuas a pie de calle. Es muy necesario que faciliten unas condiciones claras para obtener licencias y ayuden a conseguir los requisitos de insonorización en lugar de entorpecer a la gente que tiene ganas de implicarse en organizar eventos. Santander pretende ser la ciudad de la cultura en 2016 y hay muchos ciudadanos con capacidad creativa para conseguir que haya un buen caldo de cultivo cultural, la cultura no puede sólo llover desde arriba, tiene que nacer desde abajo. Ojalá noches como las de ayer no sean una excepción si no la regla, y ojalá se comiencen a dar la condiciones para que las propuestas independientes puedan florecer sin que nadie las impida. Como ya dije ayer, un aplauso a los organizadores, ahora nos quedan cincuenta y tantas semanas hasta la próxima ocasión. Queremos conciertos.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Elena Cifrián.