Vivimos tiempos convulsos, las columnas que sostienen al poder se resquebrajan una vez más, como tantas veces han hecho a lo largo de la historia. El techo se desploma y una vez mas caerá sobre los de abajo. El fuego iniciático será fuego renovador; nacimos del fuego, y a través del fuego volveremos a lo primario.
Vuelven los veteranos Cortex con su tercer trabajo, un potente disco que retrata con fidelidad la potencia de su directo, con un sonido cuidado y un especial cuidado con las voces, que sin perder la rabia que las caracteriza han dado un salto cualitativo muy importante en producción con respecto a “La Dignidad de los Avasallados”. La música ataca diversos palos, que parten del metal más potente aderezado con la mala leche del hardcore y algunos ritmos muy enrevesados que casi podríamos tildar de progresivos. Además de las habituales letras contestatarias de Wero llama la atención la ingente cantidad de referencias cruzadas a libros, películas y subcultura en general.
Para rematar hay que destacar el impresionante trabajo gráfico de Pedro Luis Montero que retrata a la perfección el sentido con el que Cortex han dotado al palíndromo latino “In girum imus nocte et consumimur igni” que inspira todo este disco, partiéndo de esa doble idea del fuego como propiciador y destructor de la civilización, desde los fuegos sagrados en oriente hasta las barricadas que se alzan como advertencia a un sistema que nos destruye.
Comentario por Oskar Sánchez
Fotografía por CORTEX