Y van cinco: El Wookis cumple un lustro con esta edición
Mientras conducíamos hacia Astillero por quinto año consecutivo fantaseabamos con cabezas de cartel que nos gustaría ver en un Wookis. Opeth, Katatonia, Arch Enemy, Dimmu Borgir, Vital Remains, Nile??? Yo que se!! por qué no? La verdad es que el festival tiene todo a dia de hoy para poder contar con cualquier grupo que se nos ocurra, sólo le hace falta crecer, y para crecer necesita alimento de gente que crea en él y que se implique en acudir, para ver buenas bandas principalmente, como las que este año había en el cartel, y para apostar por el festival que a dia de hoy más posibilidades tiene de convertirse en algo muy grande en nuestra región. Por desgracia este año estuvo un poco flojo de afluencia, esperamos que esto no desanime a quienes trabajan tantas horas para llegar cada año un poquito más alla.
El cartel de este año era de similares caracteristicas al del año pasado. Una banda cántabra, dos nacionales y dos bandas alemanas que pese a no ser unos primera linea iban a garantizar dos conciertazos de nivel. Un plan apetecible para cualquier fan del metal y una piedra más en la construcción de lo que el Wookis esta llamado a ser.
La principal novedad con respecto al montaje era una gran pantalla que permitia seguir los pequeños detalles con una producción digna de cualquier gran festival, que contaba con cuatro cámaras cuyas imágenes se mezclaban en directo, para ofrecer un primer acercamiento a lo que será el dvd promocional que seguramente se editará el año que viene.
Los encargados de abrir el festi fueron los santoñeses Broken. Ganadores de la última edición del Certamen de Música Joven (Juvecant) y que en la actualidad están preparando su primer disco. No deja de sorprender lo que han dado que hablar estos tios con sólo dos años de existencia. Yo aun no había tenido oportunidad de verles y la verdad es que me dejaron muy buena impresión, sobre todo por lo potente de su sonido de guitarras y bajo. Como finalmente se han decantado por cantar en castellano, su música resulta además muy accesible, con lo que preveo un muy interesante futuro para ellos.
Les seguiremos la pista. Tras escuchar el versiculo 17 del capítulo 25 del libro de Ezequiel en la voz del doblador de Jules Winnfield comenzó el concierto de Posession que eran uno de los puntos de mayor atractivo del cartel para mi, ya que tras ser dos veces disco de la semana en el programa y haber venido de visita a Cantabria una media docena de veces siempre con excelentes críticas, aun no les había visto en directo. La impresión fue un poco desigual porque según me comentaron varias personas responden mejor en los espacios pequeños, o al menos su sonido lo hace. Lo cierto es que sonó un poco enmarañado, pero aun así se distinguia que defienden muy bien sus canciones en directo así que me quedé con ganas de reencontrarmelos en un cara a cara donde sea el sonido de los amplis el que te golpea directamente.
Al empezar el concierto de Disbelief reflexioné con varios amigos sobre la importancia de las ecualizaciones, el timbre y la búsqueda del sonido, algo a lo que habitualmente no le presto mucha atención porque suelo sostener que si la canción es buena lo es por encima de todas esas cosas, pero en el caso de Disbelief clarismamente marcó un punto y aparte ya que todo se entendia a la perfección, especialmente si te situabas en la zona de adelante. Con Disbelief viví los momentos de máxima motivación de todo un Wookis que en general para mi fue bastante tranquilo. Eso si, al final el concierto se me hizo un poco largo, pero supongo que es lo que tiene cuando no conoces a la banda previamente.
Para subsanarlo me pasé por merchandising y pillé un par de ediciones especiales de los citados Disbelief y de Dew Scented, que aun no he visto, pero que en el caso de Disbelief incluye un dvd con su concierto en el Summerbreeze de 2005 más unos videoclips del 66 Sick y en el de Dew Scented siete bonus tracks. Me los vendió el mismisimo Leif Jensen en perfecto español de acento chicano. La verdad es que estuvo divertido escuchar sus intercambios con el público con sus toques de humor alemán en español latinoamericano, demencial. Pero bueno, en lo musical ofrecieron un concierto rápido y cañero y con un buen sonido, que para mucha gente estuvo entre lo mejor de la noche.
Cerrando el cartel se encontraban los manchegos Angelus Apatrida de quienes Oscar de Lujuria, que presentaba el festi una vez más, dijo que habían sacado el mejor disco de este año. A excepción del pequeño error de fecha, porque en realidad Give ‘Em War salió en septiembre del 2007, no anda muy desencaminado, porque al menos en lo que a Thrash Metal se refiere está clarísimo que estan, junto a Legen Beltza a la cabeza de todo el territorio nacional. Teníamos muchas ganas de verles pero mucho cansancio acumulado, así que optamos por la solución intermedia de ver unas seis canciones y pirarnos. Me quedé muy satisfecho al verles tocando tan bien y reproduciendo a la perfección la sensación del Thrash metal de mediados / finales de los ochenta. Tienen todo el espíritu de los mejores Metallica o Megadeth por poner los ejemplos más conocidos. Lástima que al parecer ellos no estaban muy contentos encima del escenario por algún problema de monitores, y tampoco lo estaban con la gente que, cierto es, en general estuvo bastante estática durante todo el festi, y según me han contado se fueron de bastante mala gana del escenario. De cualquier manera, músicalmente fueron un cierre perfecto a un buen cartel, cargado de buenas bandas, que aunque no sean nombres de primera fila internacional demostraron que tienen calidad de sobra para ofrecer una buena noche de metal.
Tras ordenar los bartulos, se de un montón de gente que se ha puesto a trabajar de nuevo para que dentro de mil wookis ya esté todo listo para seguir haciendo historia.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Oskar Sánchez.