For Those About To Rock!
Al igual que los soldados se convierten en héroes en los campos de batalla más importantes, las grandes bandas de rock escriben su nombre con letras de oro en la historia del rock en los mejores escenarios.
Hay unos cuantos lugares donde esto ha sucedido: Woodstock, Hammersmith, Budokan y el Madison Square Garden. Con esta idea en mente me fui a ver una de las mejores bandas de la historia en uno de los lugares más importantes: Nada más que AC/DC en el Madison Square Garden.
El concierto comenzó a las 8 de la mano de The Answer con uno de sus mejores temas de su disco Rise, “Come, Follow Me”. Aunque a esas horas el estadio todavía no estaba lleno y los que estabamos allí para verlos no nos levantamos de los asientos, ellos estuvieron a la altura del evento en la media hora exacta (y escasa) que tuvieron para tocar. Su actuación terminó con “Under The Sky”, uno de sus mejores temas. De principio a fin con una fuerza y una energía que nos hacían recordar a grupos como Led Zeppelin y Mr. Big.
A las 9 de la noche las luces se apagaron y las pantallas gigantes se encendieron mostrando una intro hecha por animación muy gamberra y rockera en la que se veía a Angus intentando parar un tren. Al final de la intro se ve como el tren choca y simultaneamente en el escenerio empezaron los fuegos artificiales y del fondo salioó una locomotora. Es así como comenzó el concierto, tocando “Rock N’ Roll Train”, el primer single de su nuevo disco.
Con el tren presidiendo el escenario durante todo el concierto, los australianos siguieron “Hell Ain’t a Bad Place To Be”, “Back In Black” y con “Big Jack”. “Back In Black” fue el primer temón de la noche y se notó porque la gente empezó a calentarse y cantar más alto. Con el público ya encendido siguieron con otro temón: “Dirty Deeds Done Dirt Cheap” donde la gente coreaba el estribillo.
Uno de los grandes momentos de la noche fue cuando Angus con una sola mano empezó a tocar el riff de “Thunderstruck” y la gente empezo a repetir eso de “OoooOoooOoooh! THUNDER!”. Angus, como no podía ser de otra manera, hizo su clásico pase con la guitarra yendo de punta a punta del escenario sobre unas baldosas de cristal mientras por las pantallas gigantes se veía lo que grababa la camara desde debajo del cristal ¡Impresionante!
Después de tantas emociones fuertes la cosa se tranquilizó con el tema que da nombre a su nuebo trabajo “Black Ice”, pero sin tiempo para relajarse demasiado porque luego sonó “The Jack” acompañado del streaptesase de Angus.
Una vez terminada la canción, todo se volvió a apagar y empezaron a sonar unos redobles de campana. Todos sabíamos lo que venía ahora: la Campana del Infierno bajo del techo y Brian Johnson se colgó de ella como si estuviera hecho un chaval. Continuaron con otro tema de ese mismo disco, “Shoot To Thrill” y después llego la parte más “aburrida” porque tocaron dos temas seguidos del nuevo disco: “War Machine” y “Anything Goes”.
Ya nos encontrabamos en la recta final del concierto y es por eso que tocaron los temas más movidos: “You Shook Me All Night Long”, “T.N.T.”, “Whole Lotta Rosie” (con muñeca hinchable gigante incluida) y “Let There Be Rock”. “Let There Be Rock” fue el cenit de la noche, porque como muchos de nosotros hemos visto en numerosos dvds, Angus se fue a la platarforma que había colocada al final del pasillo que salía del escenario, se subió a ella para tocar en medio de todo el estadio mientras la plataforma se elevaba y también se tiró al suelo y se revolvió.
Después de esto se fueron, pero no las luces del montaje seguían encendidas, lo cual significa que quedan un par de bises. Como primer bis cayó “Highway To Hell” que empezoó con Angus saliendo de una trampilla situada debajo del escenario con los cuernos ya puestos. Y para terminar el concierto tocaron “For Those About To Rock” acompañado de los cañones.
Los que pensabais que Angus y compañia estaban viejos, que sepais que os equivocais. Estan como siempre, con la misma energia que en pasadas giras. Eso si, Angus fisicamente esta mas viejo, se le nota sobretodo en el pelo, pero se sigue moviendo como siempre y el cabrito no para de correr.
En resumen: Una hora y cuarenta minutos de mi vida, 18 temas en total y mucho espectáculo… ¡El mejor concierto de mi vida!
Crónica por Lozoot, fotos por Lozoot.