Abriendo Puertas: Una propuesta audiovisual muy curiosa la de este dúo del que no teníamos noticia hasta ahora. Unen proyecciones, música, iluminación, olor a incienso y charlas sobre el sentido de la vida en un espectáculo muy particular.
La casa de cultura de Polanco organizaba este concierto para animar la tarde del viernes, resultando una propuesta bastante particular y arriesgada. No puedo contaros mucho sobre el origen o el propósito del dúo Erase All porque lo desconozco, así que sólo puedo narraros lo vivido esta tarde por si os los tropezáis en alguna ocasión y os apetece ir a verles.
Parece que la intención de todo el recital es hacer una especie de lavado de malas energías y centrar la atención del oyente en el momento presente, alejándonos de proyectos futuros más o menos quiméricos o de recuerdos pasados más o menos desfigurados por el paso del tiempo. Se inicia el concierto con una iluminación tenue y una pantalla que va mostrando imágenes más o menos plácidas dependiendo del momento musical, todo tiene un aire bastante oriental, pero la música, principalmente de guitarra, puede tener más puntos de referencia con el rock sinfónico en algunos momentos. Algunos aires incluso traen ecos de Floyd, Oldfield o Vai e incluso algunas armonías y ritmos un poco jazz o fusioneros, aunque se echa de menos una banda que acompañe a la teclista y el guitarrista que forman este dúo17.
Las presentaciones de los temas (todos instrumentales), filosofan sobre el sentido de la vida y de la muerte, y mientras nos animan a controlar nuestra respiración y realizar diferentes ejercicios que podrían tener que ver con la filosofía Yoga continuan interpretando temas. Destacaría un tema llamado Randomia o algo similar, en el que con la ayuda de un ordenador al que apodan MR Mistake, improvisan sobre una serie de acordes que van de una secuencia convencional a notas aleatorias, creando un caos dodecafónico que hizo levantarse y abandonar la sala a un buen número de los asistentes. Unieron el tema a una reflexión sobre la diferencia entre nuestra rutina controlada y ordenada y lo que está ahí cotidianamente pero no queremos ver. Ciertamente muy interesante.
Tras algún experimento más, como un tema en el que sacaron a un voluntario para leer trozos de un libro al azar durante algunas pausas de la música, terminaron con una versión bastante lounge del mítico Mr Sandman de Pat Ballard con el que desearon que parte del “trabajo” realizado durante esa tarde no se acabase al encender la luz y tuviese algún tipo de peso en el resto de nuestras vidas.
Un concierto desde luego bastante atípico y peculiar, y una propuesta, que pese a las limitaciones técnicas y musicales (al ser sólo dos), nos resultó bastante interesante.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Oskar Sánchez.