Al igual que las tribus celtíberas y cantabras buscaron su apoyo para vencer al invasor, Hordak y CrystalMoors nos muestran esta alianza pagana en forma de Split, presentada por los también aliados Casus Beli y Beverina en un vinilo con arte diseñado por Norax, vocalista de Lux Divina y limitado a 100 copias físicas.
Desde las montañas del norte unos viejos conocidos para cualquiera que siga nuestro programa y web. CrystalMoors exploraron ya en su anterior trabajo “The Mountain Will Forgive Us” una faceta acústica que siempre había estado enraizada a la música de la banda, pero que nunca se había mostrado de una manera tan clara. Ahora en Árguma ambos elementos vuelven a combinarse pero con un protagonismo mucho más claro de la parte Folk, no sólo porque uno de los cuatro temas se encuadra en este estilo, sino por cómo influye esta parte de la mezcla en la totalidad de su música, incluyendo violín y buzuki y santur y dejando mucho más espacio en la mezcla a las elaboradas líneas de bajo fretless. Hay que destacar también que, aunque ya venían utilizando el español como lengua en algunos fragmentos de sus letras, es la primera vez que lo hacen en un tema completo. CrystalMoors se muestran agresivos y dispuestos a la batalla, pero también se respira fuego de hoguera y culto a la tierra por la que caminan.
En la otra parte del movimiento de pinza, y desde el centro de esta tierra de serpientes, nos encontramos a Hordak, que aunque tengan nombre de villano de Masters del Universo, también se mueven lírica y estilísticamente en corrientes paganas. Su cara del vinilo está ocupada por un único tema de 20 minutos dividido en siete capítulos claramente diferenciados en los que reflexionan sobre las luces y oscuridades de este trozo de mundo en el que nos ha tocado habitar. Se intercalan interludios acústicos y clásicos, con partes que muestran influencias claras del black metal. El conjunto es intenso y opresivo.
El tejido underground de nuestro país está repleto de gente dejándose la piel por amor a la música, y gracias a ello podemos disfrutar de joyas como la que nos ocupa, sin embargo seguimos preguntándonos hasta donde serían capaces de llegar con una estructura de soporte un poco más sólida que les permitiese girar de forma más continuada. Mientras eso sucede, o no, podemos alzar orgullosos nuestras armas en señal de respeto ante una batalla tan hábilmente librada.