El Palacio de Gaviria siempre nos da por el gusto, en los últimos años hemos visto allí retrospectivas de algunos de nuestros favoritos como Escher o Mucha, todas organizadas por los italianos Arthemisia, con quienes parecemos tener bastante afinidad en el gusto.
Para quien no conozca la ubicación contaremos que se trata de un palacio de influencia renacentista italiana, construido a mediados del S. XIX por el arquitecto Aníbal Álvarez Bouquel para el banquero Marqués de Gaviria y Conde de Buena Esperanza, donde suponemos que se pegó la vida padre, ya que al parecer el palacio era conocido por sus fiestas. Una amiga que vive en Madrid me contó que en la década de los noventa el palacio fue una discoteca, estando uno allí enseguida se hace la composición de lugar con música de Glen Miller sonando a todo trapo, hombres con sombrero y mujeres fumando tabaco en largas boquillas, pero al parecer, sin embargo, pinchaban pachanga; una pena.
Esta semana hicimos parada en Madrid en un viaje desde Granada y aprovechamos para visitar la expo de Tamara de Lempicka, que queremos recomendaros. La reina del Art Decó llevó una vida de excesos fiestas y glamour, que marcó el arquetipo de mujer fuerte y libre de los años 20. Su visión estética combinando los modelos clásicos y las tendencias más modernas, pero sin perder de vista la función estética del arte consiguió que sus obras sigan funcionando perfectamente a día de hoy sin necesidad de evaluarlas en contexto. Aun así, la exposición hace un gran esfuerzo a ese respecto y nos muestra los cuadros rodeados de otras fotografías, sonidos y vídeos del momento, así como de la ropa y complementos usados y diseñados por Tamara. Su marca en la estética posterior es tal que es dificil no encontrarse referencias a ella en el lugar más insospechado, en el ámbito musical actual, por ejemplo, os recomiendo volver a echar un vistazo a las fotos de Lady Gaga después de pasar por la exposición, aunque probablemente este gusto sea heredado de Madonna, que siempre que ha tenido ocasión ha reivindicado su obra además de ser una de sus mayores coleccionistas.
Si finalmente conseguimos animarte visitar la expo, no te olvides de pasarte por la planta baja ya que hay otra muestra sobre el trabajo de Francesca Leone, que nos sorprendió mucho con su capacidad para encontrar la estética artística aplicando su mirada sobre objetos cotidianos, como una pared desgastada o un suelo de rejilla lleno de colillas de tabaco, emboltorios y papeles de deshecho.