Y otros diez años de Revival Glam: Con el sugerente nombre de The Ziggy Stardust Band se reunían algunos conocidos músicos de la región para rendir homenaje a David Bowie, y por extensión al Glam Rock setentero.
El espectaculo formaba parte de las Naked Sessions de este 2007, una cita que esperamos se prolongue durante muchos años más, ya que nos está deparando buenas sorpresas en estas dos ediciones. Como sabeis, los conciertos se desarrollan en el Conservatorio Jesús de Monasterio lo que tiene como ventaja crear un ambiente íntimo e inigualable, de ocasión especial, y como desventaja que en algunas ocasiones el ambiente resulta un poco frio y dificulta la comunicación entre el público y la banda.
De cualquier manera, como digo los conciertos en Jesus de Monasterio siempre son especiales, y este no lo fue menos. Para rendir homenaje al Glam Rock se reunían bajo el nombre de The Ziggy Stardust Band: David de Llera (La Corte de los Milagros, Hermosos Vencidos…), David y Santi BumBum de Lazy y Chus Gancedo de Hannah. David de Llera se encargó de las voces, guitarras y piano, mientras que el otro David hacía lo propio en la guitarra, y también ponía voces a algunos de los temas. A Santi le veíamos esta vez encargándose del bajo mientras que Chus ocupaba su habitual papel detrás de la batería. A esta banda base se unieron posteriormente Chus Antón de Hermosos Vencidos como segundo batería y dos músicos como sección de vientos, cuyos nombres desconozco. Ya lo siento.
La colaboración y la amistad entre David Llera y David Lazy se remonta a los tiempos de 5:15 y tal vez incluso antes, durante este tiempo les hemos visto en más ocasiones compartiendo escenario, y los que seguimos a ambos grupos sabemos que Bowie es una pasión común, así que no nos sorprendió que se repartiesen el peso de la actuación poniendo voces a los distintos temas, un buen repaso que incluyó algunos de los temas más míticos de Bowie, no faltaron las arañas de marte ni el Space Oddity. También entró por ejemplo Moonage Daydream, pero se dejaron una de mis favoritas, The Man who Sold the World, que nunca cesaré en el empeño de seguir reivindicando la autoría del tema para Bowie, aunque tanta gente se lo apunte inmediatamente a la lista de tantos para Cobain. Completaron el set con una ristra de clásicos como All the Young Dudes de Mott the Hopple, Can the Can de Suzi Quatro, Life is a Gas de T-Rex o la inevitable Cum on Feel the Noize de Slade.
El espectáculo fue muy bueno, con detalles la introducción del segundo batería, Llera dandolo todo en el piano, y sobre todo el pocker de ases que eran todos los temas del repertorio. Tal vez faltó algo de respuesta por parte del público que se mostró algo frio, y a ellos un par de buenas plataformas y lametazos en el cuello para transmitir el sentimiento glam del todo, pero aun así fue un muy digno show. Seguro que tardaremos en volver a ver algo igual.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Oskar Sánchez.