Algunas impresiones: Enrique Salesa nos envia sus impresiones sobre algunos de los grupos participantes en el último SSF. En el primero de los enlaces inferiores puedes encontrar otros puntos de vista o compartir tu experiencia con nosotros.
No Romance: Con un frontman como Dako, cuya presencia, entrega y potente voz llenaron con creces el escenario, el primer grupo del festival hizo entrar pronto en calor a un público inicial que iba aumentando poco a poco, a medida que avanzaba su actuación, que fue animándose cada vez más tanto dentro como fuera del escenario.
La incuestionable calidad tanto compositiva como sonora se hizo notar con claridad y su propuesta musical, que podría asimilarse al pop oscuro de los 80 con algunos toques glam y referencias como Roxy Music, The Cure, Depeche Mode o New Order gozó de gran aceptación por parte del público presente.
Visto el éxito de su actuación, y cumplido sin duda el grueso de expectativas e ilusiones que tendrían puestas detrás de un acontecimiento así, todos esperamos muchas cosas de esta banda, que sigue creciendo, lo que nos hace pensar que lo mejor aún esta por venir.
Triángulo de Amor Bizarro: Banda de “noise” al estilo de grupos como Jesus & Mary Chain o My Bloody Valentine… por lo que si ya hubo algunos problemas de sonido -fundamentalmente en la monitorización sobre el escenario- durante la actuación de No Romance, imaginaos en este caso. Ya no es que se volvieran locos ellos solos, es que el sonido de fuera parecía hacerse cada vez más confuso.
Al final ellos mismos decidieron dar por finalizada de forma anticipada su actuación. Una lástima, porque sobre todo al principio, disfruté bastante con su energía, sobre todo la del baterista que tenía loco a un pipa de sonido colocándole todo lo que iba desarmando a base de garrotazos: platos, micros, etc… aunque también me dejé llevar un poco por los acordes de guitarra al estilo de temas como el “Head On” de mis adorados Jesus y por ello me resultaba más reconocible y no tan cacofónico su sonido.
X-Wife: Por lo general suelo evitar hacer uso de vocablos ocasionalmente puestos de moda, pero en este caso no me queda más remedio que acudir a ellos, porque desde la actuación de The Cure durante los Conciertos del Xacobeo no había visto un ejemplo de “actitud” en un bajista como el de esta estupenda banda portuguesa.
Un auténtico “jefe” sobre el escenario, con una pose a menudo desafiante y que además estaba excelentemente acompañado por un vocalista-guitarra que explotaba muy bien los tonos agudos de su voz hasta hacer recordar, por momentos, incluso a la de Frank Black (Pixies) pero en plan histérico.También destacable la aportación de un tercer músico encargado fundamentalmente de las bases y programaciones en un estado de concentración permanente durante todo el concierto.
Para el que os escribe, fue sin duda la gran sorpresa del festival, con su mezcla de postpunk y elementos de electrónica en unos temas que hacían recordar un poco a bandas como Talking Heads, Misfits, Sex Pistols, etc… y cuyo resultado fue un concierto verdaderamente entretenido con una música muy pegadiza y de lo más bailable.
Justice: No iba con mucha disposición a ver a esta “banda”. De ellos solo conocía un single (que por cierto “tocaron”) cuya tonadilla no se por qué me recordaba a la mítica serie de Barrio Sésamo. La verdad es que soy un neófito total en este estilo de música, pero por lo visto, el triturado de su disco fue de lo más divertido y del agrado de los seguidores que asistieron a su “concierto”.
Por último, no quería olvidarme de citar algo sobre el currado concepto escenográfico del que hicieron uso para su actuación, que incluía al símbolo más apañado que existe: una cruz, luminosa, que recordaba a las célebres que aquellos acólitos del Ku-Klux-Klan plantaban por los terruños de Virginia y demás. Todo ello en medio de una auténtica Central Eléctrica sobre la que pasaban por el turmix los temas de su disco.
También había unos paneles de amplificadores de cartón piedra, o mejor dicho, totalmente huecos, usados como mero ornamento y promoción de una conocida marca.
Vyvian: Acompañados de una voz propia de vocalistas de rock gótico de los 80-90 y con algunas melodías que por momentos recordaban a grupos como The Church, compareció esta banda en primer lugar del segundo día.
Verdaderamente loable el sonido que era capaz de sacar este trío catalán. Como curiosidad, el baterista hizo uso de una maraca como baqueta en un par de temas (!) Convencieron.
The Gift: Por desgracia, no vi su actuación aunque la prueba de sonido a la que sí asistí ya me dio una clara idea a cerca de la gran calidad de esta banda, que para muchos era el mayor aliciente del segundo día del festival.
Lo más llamativo era la misteriosa voz de su solista, que se movía con soltura lo mismo en tonos graves que agudos, lo que daba una sensación de estar escuchando a ratos a un hombre y a otros a una mujer cantando.
En cuanto a los demás grupos, únicamente escuché de pasada y vi de lejos durante unos instantes el tinglado de los Chemical, con unas pantallonas en las que se proyectaban imágenes y animaciones alucinantes que distraerían en algo la rayada de su música.
Crónica por Enrique Salesa, fotos por Enrique Salesa.