Corría allá por…diciembre del año pasado, cuando ví anunciado en las redes que “Los Room” tenían pensado tocar en la Sala Niágara de Santander junto a los cántabros Soulbane. Si no fuese porque tanto el batería (Indigo) como el guitarrista (Malamute) son caras conocidas en tierras cántabras por su otra banda Quaoar, viendo la foto de promo, pensarías que son unos yankees que se han atrevido a cruzar el charco para visitarnos. Después de dicho bolo, en el puesto de merchand pude comprobar que tienen un EP “bautizado” como “Take one” del 2011, un álbum posterior con el nombre de los “secuaces” de Room, “Weird Antiqua” del 2015 y un último disco “The honest man blues” que vió la luz el año pasado.
Independientemente del estilo musical que pueda gustarte, éste disco no te deja indiferente para nada y eso que podría estar condicionada por haberles visto en directo antes de escucharlo. No hay canciones “paja”, no hay rellenos, no hay absolutamente ningún tema que dejes pasar como si nada, como por ejemplo la “abre” el disco, “Storm are we”, cuyos acordes de guitarra como voz de Room, empiezan de forma muy delicada pero no nos dejan relajarnos nada, ya que a los pocos segundos ¡ZAS!, tanto vocal como musicalmente, nos ofrecen un estribillo muy potente y pegadizo. De estas canciones que parece que son normalitas, pero cuando quieres darte cuenta, te están haciendo cantar en voz alta.
Seguiendo con “Fear”, que finales del 2018 nos presentaron el videclip de éste tema. Aquí no hay introducciones ni delicadezas, 3 minutos a tope, riff muy rock, muy cañero, buena elección de tema del videoclip. En “Honest Man Blues”, tema que da nombre al disco, a pesar de ser un temazo que espatarra escucharlo, merece mucho la pena disfrutarlo en directo, súper empastado, que incita a cantar, con coros muy chulos y “un Room” muy loco con sus “Auuh!” como un coyote.
Como dije líneas anteriores, no se puede desperdiciar nada de nada, estos chavales se atreven a meternos baladas venidas del lejano oeste como “No more roses” (percusión mola mucho), como “On the road back home” la cual parece la continuación de “No more roses”, como si el protagonista de la película estuviese de vuelta a casa, después de haber cumplido con lo prometido y pactado. Hay rock (“Wild mare”) hay blues, hay swing (“No trust-Run for your life”, “Cheshire Moon”), hay macarrismo, hay trompetas, hay mucho gusto a la hora de crear unos temas tan diferentes y cómo los han hecho suyos.
En la última canción del disco, “Morning train”, nos han ofrecido balada en la que no hay un Room macarra ni loco, todo limpio, desnudo, “aquí está tíos”, sin artificios. “Cómetelo y tú verás cómo lo digieres, pero no te vas a quedar con hambre”.
Álex Kennedy.