Una chica de nombre Chrissie abandona una fiesta nocturna en una playa de la localidad de Amity Island, Nueva Inglaterra, para ir a bañarse desnuda en el mar. Tras acercarse nadando a una boya, es atacada por una fuerza que no se ve, arrastrada por el agua entre gritos y finalmente desaparece de la superficie.
A la mañana siguiente se denuncia su desaparición y poco después el jefe de policía de la localidad, Martin Brody, encuentra sus restos mutilados en una playa. El forense le revela que la chica fue atacada por un tiburón y por ello Brody sugiere cerrar las playas a los bañistas, pero su propuesta es rechazada por el alcalde de la localidad, Larry Vaughan, quien teme que la noticia arruine la inminente temporada veraniega, principal fuente de ingresos de la turística localidad. (…)