Son dos décadas de historia en las que se han mantenido firmes en sus convicciones musicales, cinco discos y mucho trabajo a las espaldas hasta la edición de Against All Kings. Tras la incorporación de nuestro querido amigo Raul Serrano (La Fuga / Banshee / etc.) como bajista, parte de nuestra audiencia vuelve sus ojos hacia a ellos para elegirles como Disco de la Semana. Son una gran banda, pero hay miles de grandes bandas, así que tener una cara conocida entre las filas siempre facilita que le dediques un rato más de atención, y te preguntes cómo es posible que no les hicieses más caso antes.
Against All Kings es un disco que entra a matar. Se encuadran dentro del Heavy Metal de corte clásico ochentero; sin citar a bandas de referencia con las que seguramente estarán un poco hartos de ser comparados, os diré que beben principalmente de la fuente power-metalera melódica y del heavy más crudo y áspero. Por ahí en medio, en algún lugar, desarrollan su música.
Los dos primeros cortes presentan con claridad las cartas con las que van a jugar la partida. Heavy metal rápido sin puta piedad, contra cortes un poco más medio tiempo en los que el ritmo cabezón manda. Voces rasgadas que saben lanzar un buen agudo cuando se necesita, batallas de solos neoclásicos, guitarras dobladas, dobles bombos rompe pechos, estribillazos, épica, melodía y mala hostia. Entre las colaboraciones nos encontramos nombres de su escena cercana como Alberto Rionda (Avalanch), Roma (Evil Seeds) o Iñaki Lazcano (Coffeine), que siempre dan un punto extra de interés sin necesidad de cabalgar a la chepa de nadie.
El álbum da pocos respiros, y mantiene la intensidad de principio a fin, exceptuando alguna intro y algún pequeñísimo escarceo con el metal progresivo (Walking in the Rain). Es probable que muchos de vosotros haga tiempo que no os enfrentáis a un disco con una intención tan claramente heavy metalera. Dadle volumen, que os va a sacudir el polvo de la chupa.