Es curioso ver, en retrospectiva, como se ha ido tejiendo el destino y como una banda puede acabar colocándose entre tus favoritas después de haber pasado varias veces ante tus narices sin que les hayas prestado la suficiente atención.
En el año 2012 Morphium estuvieron actuando en la extinta Sala Arena de Torrelavega junto a The Metal Slug, un gran concierto con muy poquito público, según nos cuenta nuestro amigo Txutxy Cano que estuvo, cómo no, aquella noche allí. Cuantas veces, cuantas bandas han pasado cerca y no las hemos hecho caso y cuantas veces nos hemos arrepentido.
Poco después nos hicieron llegar su segundo álbum y recuerdo haberle apartado al montón de los de “escuchar inmediatamente” nada más ver su portada. Recuerdo también haberme propuesto darles otra vuelta más a fondo, porque me llamaron la atención de primeras, pero luego… más bandas, más discos, llegan tantos sobres… no lo hice.
Fue después de un concierto de Mind Driller, charlando con Estefanía cuando salió de nuevo su nombre en la conversación y tras la firme y encarecida recomendación por parte de ella, que volví a acordarme de ellos. Al poco tiempo y casualmente Alex Bace (Morphium) me contactó para enviarme The Blackout y concretamos una entrevista en la que me contó sobre las evoluciones de la banda, sobre su reciente reducción de miembros, sobre su salto al inglés y su gira por China y Rusia. Le echamos un vistazo a su videoclip de What Lies Behind Words, y más o menos en ese punto comenzamos a darnos cuenta de lo verdaderamente grande que estaba la banda.
A los pocos meses la asociación Morrazica anunció el cartel para el festival Kanekas en el que participaban además de Morphium dos de nuestras bandas favoritas a nivel de nacional, Aathma y Obsidian Kingdom, junto a otras dos que me despertaban curiosidad desde hacía tiempo; Hongo e Insaniam. Nos faltó tiempo. Sobre lo sucedido ya escribimos en su día y no me voy a repetir, sólo diré como resumen que cuando uno ve a una banda de “aquí”, montar la que montaron estos tíos se da cuenta de que “aquí” y “allí” son términos relativos.
The Blackout podría estar firmado por cualquier super grupo de primera línea de cualquier parte del mundo, así de sencillo. Tiene toda la potencia que se le puede pedir a un grupo de metal, una producción envidiable, un rango vocal que va desde destructores guturales hasta memorables líneas melódicas, tiene exquisitos arreglos electrónicos, tiene potencia y rigidez y tiene precisión en cada instrumento, pero sobre todo y por encima de todo lo demás tiene una colección de canciones que tira de espalda y una banda que las defiende sobre las tablas con una violencia inusitada.
Nos vinimos del Kanekas ya con contrato verbal para el XXII Aniversario de Noche de Rock y con el convencimiento de que si conseguimos arrastraros hasta el Black Bird el próximo 19 de Mayo esta peña os va a pasar por encima.
Comentario por Oskar Sánchez
Fotografía por MORPHIUM