Conor O’Malley, de 13 años, despierta de la misma pesadilla que ha estado experimentando en los últimos meses, “una con oscuridad, viento y gritos”. Siete minutos después de la medianoche (12:07), una voz lo llama desde el exterior de la ventana de su dormitorio, desde la cual se puede ver una iglesia vieja con su cementerio protegido por un Tejo. Al acercarse a la ventana, Conor conoce al monstruo, una mole enorme de ramas y hojas con forma humana. El monstruo insiste en que Conor le convocó y ayudará a este último contándole tres cuentos. A cambio Conor tiene que contarle su propia historia después.
El monstruo continúa visitando a Conor, casi siempre a las 12:07 PM, para contarle sus historias, las cuales apuntan a demostrar las complicaciones inherentes a los humanos. Se revela que la madre de Conor está siendo tratada con quimioterapia y que viene siendo afligida por un cáncer en los últimos meses. El padre de Conor no está nunca para consolarlo y el mantener una relación fría con su abuela tampoco le proporciona ninguna alivio. Conor es víctima de acoso escolar (bullying) y se ha distanciado de todo contacto social. A medida que la historia avanza, la condición de su madre empeora.
Los encuentros de Conor con el monstruo tienen consecuencias crecientes. Mientras la primera historia no tiene impacto real en la vida de Conor, la segunda historia lo lleva a ser culpado por la destrucción del salón de su abuela a manos del monstruo, y la tercera resulta en agredir físicamente a Harry, el matón escolar, después de ser brevemente poseído por el monstruo.
Cuando es forzado a revelar su pesadilla, Conor empieza a afrontar sus sentimientos. Finalmente el monstruo le consuela, revelando que su propósito era curarle.