Hacía tiempo que seguíamos los pasos de Alice Wonder; antes de que fichara por BMG; antes de que empezara a girar por toda la península. Se intuía la magia y el talento de la joven compositora; pero era un misterio cómo se le iba a dar forma a ese arte para llevarlo al público en vivo. Si se respetaría la intimidad y el mimo, o se apostaría por algo mas potente en directo.
Llegamos a la Sala Niágara de Santander a la hora exacta según el cartel; aforo a medias y buen ambiente. En cuestión de 15 minutos, Alice sube al escenario. Se acomoda tras su teclado y comienza sola con “Wash Over”; desde el primer segundo íntima y melancólica; señas inconfundibles de la artista. Le suceden “Clean Up The Mess” y “Play Game”, esta vez colgándose la guitarra. Con más ritmo, bases y coros grabados. Se percibe un público convencido desde casa al ver las primeras palabras de saludo de Alice; presenta “High Tree City’”explicando la historia; tintes jazzeros contemporáneos y ritmos quebrados.
Los músicos se bajan y ella se queda sola para interpretar la única versión del repertorio: ‘I Can’t Make You Love Me’, de Bon Iver. Influencia previsible, pero acertada; el público así lo siente y aplaude en comunión con ella. Le siguen “The World Is Changing” y ‘Por Si Apareces’. Alice explica la historia detrás del tema, creando un momento muy bonito, de esos que conectan desde la complicidad, la cercanía y la delicadeza. Entran de nuevo batería y bajo/teclados para tocar “Run Run”; un tema que, sin perder el sentimiento, retoma el ritmo del concierto con algo más de meneo Le sigue “Fire In My Hands”, de nuevo precedido por la explicación del motivo del tema. Otro de esos momentos un poco naive y adorablesque Alice maneja a la perfecciónsin caer en sobre-actuaciones ni demasiada moñería. Le toca a “Rob a Bank”, donde la electrónica de estribillos pesados y potentes funcionan de maravilla; sin embargo es el ‘raro’ del repertorio y la gente no parece recibirlo con especial entusiasmo. Han venido a por melancolía de inicio a fin; no quieren sorpresas. A nosotros sin embargo, nos gusta especialmente.
Volvemos a los medios tiempos con “I Don’t Know” y baladas íntimas como “Take Off”; con la que se despide por unos momentos antes de volver para hacer los bises. Por si la intimidad no era suficiente, suena “Bajo La Piel”, precioso tema en español con un ligero deje flamenco que nos derrite completamente. Vuelve el ritmo con “Strategy”, soltando synthes bien presentes; Y se despide con “Too Mad”, tal vez el tema más fiestero veraniego con arreglos de metales souleros que recuerdan ligeramente a John Newman. (Seguramente nos matará por esta referencia)
En definitiva, un precioso concierto que despeja la duda con la que arranca la crónica. Una voz especial, de alma vieja en una joven de 20 años. Inevitable pensar en PJ Harvey o Jeff Buckley. Seguiremos muy de cerca los pasos de esta gran artista, con la curiosidad de saber cuál es el techo de una propuesta tan intimista, si es que lo hay.
Crónica: David Moikave.