El Festival Nuevo Pulso ha llegado ya a su tercera edición. Anteriormente el cartel ha contado con bandazas emergentes como Repion, Rojo Ray, Reed, Asma, Nadir & Xarku y Jpegr entre otros, tanto de la comarca, como fuera de ella siendo el lugar de operaciones la mítica Sala Niágara de Santander.
Éste año se lo han currado un montón, ya que el pasado 18 de octubre tuvo lugar el fiestón de presentación del festival con los músicos CHECHENO y POÇO DOS NEGROS en el Zeppelim de Santander y éste sábado 26 de octubre el festi empezó bien pronto, ya que en el Centro Cultural Eureka (a pocos metros de la Niágara, muy bien pensado) desde las 14:00 y con entrada gratuita, estuvieron Irene y Diego, es decir: MALAMUTE un dúo cántabro-madrileño de pop que alterna la dulzura y la mala leche y que próximamente publicarán un EP. Para cerrar la “sesión vermutera”, tuvieron a DJ SARA BALAS animando al personal para que se fueran bailando a la sesión “nocturna”.
Una servidora se fue directamente a la Niágara (después de tantos años, no me acostumbro a las cuesta de Santhunder). Tenía muchas ganas de ir al festi por muchos motivos: La sala siempre tiene un sonido cojonudo, lo organiza un máquina como es Curro Gallego-Preciados, me gusta conocer bandas nuevas y la única que conocía del cartel, Ojo Pipa, sabes que hay fiesta asegurada con ellos. Así que allí que me planté, el comienzo de los conciertos estaba programado para las 18:00 hrs. y aunque se retrasó un poquillo, vino de perlas para socializar con la gente conocida que andaba por aquellos lares, además de dar tiempo a llegar a la gente que había asistido a la sesión vermut.
Como he comentado en el párrafo anterior iba a la aventura a ver qué me encontraba. AIKO fueron las encargadas de abrir el festival, mi sorpresa a ver a Teresa (Repion) sin unas baquetas en la mano, si no con una guitarra y al micro, junto con Lara (bajo), Bárbara (teclado) y Jaime (batería). Con un rollo muy fresco, como si las hijas de las Vulpess se hubiesen escapado del colegio de monjas para liarla gorda y con unas letras que te hacen morir de la risa entre las que estaba “De antes ya me iba mal”, con Teresa presentando los temas de una forma muy graciosa muy del estilo “si quieres lo pillas, y si no….me da igual”. Con unos coros muy llegones donde en uno de los temas dejaron participar a Dani de Ojo Pipa.
La siguiente banda que se subió al escenario fueron los vascos AIRU (aunque lo parezca, no es un festival japonés), el proyecto de la cantante y compositora Irune Vega junto con Patricia, Míkel y Erik. Con cierto toque a The Drums, nos sumergieron en su atmósfera de melancolía, con melodías muy limpias y directas y aunque la cantante dijese que les molaba hacer canciones tristes, y su voz grave lo demostrase constantemente, pude oír matices de las melodías que contrastaban con esa “oscuridad” que me gustó mucho.
“Colocaron” en el ecuador del festival a los de Torrelavega, OJO PIPA, Víctor (batería y coros), Daniel (guitarra y voz). Como mencioné anteriormente, “Los pipa” son una fiesta asegurada; aunque los chavales dijeron que el no estar jugando en casa se notaba en su directo, yo creo que los allí presentes no tuvimos queja alguna, ya que nos hicieron cabecear de lo lindo con sus letras bizarras de canciones como “El jari de la yaya”, “Tarta de galletas”, “Lija”, que llenan el escenario más que muchas bandas compuestas por muchos miembros, y con momentos de subidón inolvidables como en “Pifostio” y “Ojo Pipa”.
“Los pipa” dejaron el ambiente muy caldeado (hacía tiempo que la sala estaba a tope) para recibir a los madrileños HOMEGIRL, banda compuesta por Jaime (bajo), Hanna (batería) y Gonzalo (Guitarra-voz). Una de las bandas que más me gustaron de esa noche, además de porque sonaron de lujo en directo, porque tienen un rollo pop-rock setentero que me gusta mucho, además, la voz de Jaime tiene un tono que me recuerda mogollón a Joy Division.
Ya se iba acercando el final del Nuevo Pulso, y como no, había que hacerlo con lo más bizarro de la noche que eran AFRODITO. Éste trío lo forman Ludovico y Guillermo a las voces y Larein a la mesa de mezclas. Cágate lorito, hip hop del que nunca habrás visto en tu p*** vida, con electrónica de estilo muy variopinto y letras y coreografías sin pelos en la lengua, ni en ningún sitio. Se ríen de los prejuicios, de lo políticamente correcto, como dicen ellos “..abrir más las llagas de la masculinidad rota hasta que sangre glitter”. Además, la portada de su disco de una caca bañada en color y purpurina me ha llegado al alma. Fan forever. Que me disculpen los chavales, ya que por algún motivo que desconozco, no encuentro en la cámara el vídeo que les grabé.
Y así terminó una noche muy chula, con un montón de gente en los alrededores de la Niágara. Merece mucho la pena animarse a descubrir bandas nuevas, sobre todo si son de un estilo al que no estás muy acostumbrado. Conocer cosas nuevas no duele, enriquece. Y si no te mola, puedes increpar al organizador en persona.
Crónica, fotos y vídeos: Álex Kennedy.