Anoche me hice un triplete “concertil” santanderino, muy chulo y dispar a la vez. El primero tuvo lugar en La Buhardilla, la cual programó seis días de actividades culturales por el motivo del 8M, con coloquios, talleres, recitales, proyección de películas y pinchadas entre otras cosas. ¡Casi nada!. El viernes 6 actuó la banda de grunge Mothertown y el sábado le tocó el turno a las “Berrinche”.
Sara y Nuria se apuntan a un bombardeo y si encima es en un evento así de chulo, como para decir que no. Hacía mucho que no me pasaba por la Buhardilla y me moló ver que mantiene el mismo ambiente que hace años, como si hubiese estado allí hace una semana. En la entrada montaron puestos para vender diferentes ilustraciones y creaciones de diferentes artistas femeninas, y previo al concierto las mismas Berrinche eran las protagonistas de la charla “Mujeres, punk y autogestión”, la cual la hicieron muy a su manera, pidiendo la participación del público y sobre todo muy divertida (La jodimos, con las Berrinche ahí, de serio nada, monada).
Berrinche son punk guarro del de toda la vida, pero con sus correspondientes dosis de glamour y frescura. No hace ni un año que formaron la banda y ya tienen disco físico, bandcamp, Facebook, han tocado en Cantabria, en Madrid y donde se les ha puesto del mismísimo, ya que cuando no tienes ningún tipo de miedo ni complejo, tiras para allá y punto. ¡Como tiene que ser!. Lo que está claro es que su punto fuerte es el espectáculo que dan en cada sitio que dan, donde el público responde meándose de la risa, siendo uno de sus temas top “embarazada de mierda”, totalmente autobiográfica, ya que la cantante declara públicamente que tiene demasiado desecho en su interior. Casi me lo hago encima cuando en el tema “Degeneración”, pararon el concierto, vemos que Sara se agacha, coge una fusta (con tiras rosas, claro) y mientras se caga en el de arriba y en el de abajo, empieza a azotar al público que no estaba al concierto. En otras ocasiones, la forma de callar a los “esquinados” mediante lanzamiento de papel higiénico, el cual Nuria tuvo que pasárselo al público porque desde su posición, no podía apuntar bien.
Un puntazo la guitarra nueva de Sara que hace que suene mucho mejor el conjunto (La de Hello Kitty molaba, pero no sonaba de verdad), además de una Nuria que estaba feliz como un niño en Reyes con sus baquetas iluminadas. Las canciones no tienen desperdicio, ninguna, temas como “Tigre”, “fiebre” o “Inútil” formaron parte del set list, pero mi favorita sin lugar a dudas es “Grasa”: “Abajo el deporte y arriba la nocilla….mi vida sin grasa no tiene sentido, dame fritanga y alégrame el día”. Maravilloso. Si queréis comprobar que no miento, el próximo martes 10, podréis verlas en el Espacio Creativo J. M. Illera junto a Tides Denied.
Lo único malo es que al ser los temas muy cortos, el concierto se te pasa súper rápido aunque eso me permitió salir pitando para la sala Niágara para no perderme a The Four Breakers y Moikave.
Como es costumbre en la sala, los conciertos no empiezan hasta que hay ambientillo en el exterior, por lo que a las 21:45 hrs. Allí estaba la Kennedy tomando el aire y contemplando los globos rosas tan chulos que alguno que yo me sé había pegado en las paredes de ambas calles (a falta de caniches, buenos son globos).
Abrieron el concierto The Four Breakers, banda formada por Jho Jones (Voz), Diego “One” Arce (Guitarra), Iván Álvarez (Batería) y Nacho Vallejo (Bajo). Fueron a tope desde el principio, con su rhythm & blues rollo Vintage Trouble, con canciones tan chulas como “Do yo think you know me”, donde a todos nos sale el negro que tenemos dentro y nuestras caderas y hombros se mueven como si fuesen autónomos. Y quisiéramos o no, íbamos a moverlos de lo lindo, ya que Jho se movió por toda la sala durante todo el concierto bailando con todo el que tuviese sangre en las venas (Vaya reventada, estamos mayores), además de marcarse de temas míticos de Bruno Mars entre otros. Increíble ver como ese hombre puede cantar así con todo lo que se mueve.
Después de coger un poco de aire del exterior (no estamos para estos trotes), ‘Llegó el “Santo Pepino”!. Moikave volvieron a su querida Niágara, cada vez es corroborado por más gente el nivel que tienen ésta banda, sobre todo con el discazo que sacaron el año pasado donde el salto respecto al sonido, como en temas es una barbaridad. De ponerle alguna pega, se te hace a poco, te quedas con “hambre”, ya que “Santo Pepino” consta solamente de tres temas (¡sinvergüenzas!).
Con su intro de sirena policíaca, comenzó “Mrs. Bang Bang”, con Curro, David y Jon y también contaron esta vez con los metales, que tantísimo aportan al conjunto. Curro nos puso a tono desde los primeros segundos de canción y David nos contó como Mrs. Bang Bang se sacó cuchillos de su cinturón, “…Sácame de aquí, solo tú conoces dónde me perdí”. Un tema muy gordo, que cada vez suena más gordo. Y de ahí pasamos al blues “del de toda la vida” con “Mal menor” de “Fiebre del oro Negro”, uno de mis temas preferidos de la banda “Es bueno, yo no lo sé”, gracias a la sala por tener este sonidazo y poder apreciar cada matiz de éste temón. “..hoy es el canto del cisne negro, vamos a hacerlo sobre el capó”, “Luna amarilla”, una canción enormemente triste y esperanzadora a la vez, donde la protagonista es la voz de David, que desprende sensualidad de principio a fin.
Aunque como he dicho anteriormente “Santo Pepino” me sabe a poco (respecto a número de temas), la banda tiene una discografía y por lo tanto un set list muy completo, donde nos dieron por el gusto a la variedad de público que había en la sala en que había gente que no les había visto nunca, gente que ya les conocía un poco y fieles seguidores. Iba a decir que otra de mis canciones favoritas es “El eco mortal”, pero es que mis favoritas….son muchas. En este tema me gusta mucho como compactan Curro y Jon, además de verles compartir bromas durante todo el concierto, hay buen rollo y se nota. Ojalá les toque la primitiva y puedan fichar a uno/as coristas para este tema, porque es lo único que le falta a este santo temón “..lejos de aquí, puedes ser feliz…”. Con la mítiquísima “Tajaus blues” ya no hay nadie que no arranque a aplaudir para seguir a la banda, se siente chavales, esta canción la tenéis que tocar hasta que os jubiléis “Me he levantao buscando algo que no recuerdo bien, preguntaré al vecino si estaba muy tajado ayer”.
“Venganza” y “Cougar Yihad” fueron los temas del “Santo” que cerraron el concierto, las cuales David dedicó a una gran periodista, “allá dónde esté”. Desde luego, con este trabajo yo me inmolo a la Yihad y a lo que haga falta. Cada vez estoy más contenta y orgullosa de poder conocer y disfrutar de artistas que se lo curran tanto y que te dejan con el culo torcido. El puerro que me metieron en el parking me mereció muchísisimo la pena.
Crónica, fotos y vídeos: Álex Kennedy.