Cuando una banda cuanta ya con una dilatada trayectoria y un amplio currículum en la música independiente, no caer en el hastío y reinventarse puede ser algo muy difícil, casi tanto como conseguir un grado de implicación y motivación similar entre los miembros que formen parte del proyecto. A veces, dar un golpe en la mesa y dar carpetazo a tiempo a este proyecto puede ser la mejor opción, para dejar un recuerdo memorable e iniciar un emocionante nuevo camino.
‘Niño Gurú’ es el álbum debut de la banda madrileña KING SAPO, banda con sus raíces en el mítico grupo de rock Eldorado, con quienes tuve el placer de compartir escenario en la IX edición del Festival Vidiago Rock, gracias al buen criterio musical de sus organizadores. Flipé con su buen hacer en el escenario, a la altura de las grabaciones que ya tenía bastante rodadas. De esta notable banda rockera formaban parte Jesús, Javier y Andrés; voz, batería y guitarra respectivamente, con la incorporación de José Alberto al bajo como nueva incorporación.
Estos precedentes y las buenas referencias que me han ido llegando de los directos con los que se han ido estrenando, son un gran sello de garantía antes de abrir este nuevo trabajo.
El álbum nos presenta a unos King Sapo que no esconden sus raíces, pero que sientan unas bases que les otorgan una nueva personalidad. Un toque muy retro en su propuesta, con mucha frescura, estribillos pegadizos y ritmos que llevan al rock a su terreno más bailable, con incursiones en zonas más intimistas en incluso psicodélicas en ciertos momentos, lo que aporta gran variedad a los 9 temas que presentan en ‘Niño Gurú’ y hace muy amena su escucha.
Una de las particularidades de Eldorado era que sus discos salían en dos versiones: una en castellano y la otra en inglés. Con King Sapo parece que han decido cortar por lo sano y se han entregado totalmente al castellano. Con ello han conseguido que sus canciones tengan una recepción mucho más sencilla para los hispanohablantes, pero lo mejor es que se han dado el arte necesario para no perder por ello la autenticidad de los sonidos a los que hacen referencia, un reto del que no todos salen tan bien parados.
El disco abre con dos auténticos cañonazos, ‘Niño Gurú’ y ‘Hombre Humo’, más que suficientemente adictivos como para entrar a saco a través de todo el trabajo y encontrarte sorpresas como la intimidad vocal de ‘Libre’ y la carga psicodélica de ‘Super-Psycho’ para hacer honor a su nombre. Mucha intensidad en todos los cortes en sus diferentes registros.
Las comparaciones son odiosas, y ‘Niño Gurú’ vale para demostrar que, aunque la reflexión sea inevitable para los que conocemos sus orígenes, no se puede comparar Eldorado y King Sapo, y al final ambas dejarán un gran legado.
Juanma Pinto