En 1923 Virginia Woolf empieza a escribir la novela Mrs. Dalloway. Muestra sus problemas de salud mental, la ardua lucha contra la bipolaridad que se le diagnosticó en esa época, sus frecuentes alucinaciones e inconvenientes que la enfermedad le trajo a lo largo de su vida social. También la forma en que adelantaba la redacción de su novela y sus problemas de comprensión con su marido. Tres décadas más tarde Laura Brown lee la novela durante el día de cumpleaños de su marido. A pesar de la aparente felicidad que envuelve su mundo, su mundo se le viene encima al conocer que una vecina a quien ama secretamente se encuentra enferma y puede morir. Intenta suicidarse. Se debate entre seguir con su familia o abandonarla. Tras desistir del suicidio, decide abandonar a su familia después de tener a la hija que espera. En la época actual Clarissa Vaughan es la versión contemporánea de la protagonista de la novela que está escribiendo Virginia. Está enamorada de manera ambivalente de su amigo Richard, un brillante poeta que está muriendo de sida y que es el hijo de Laura Brown.