De concierto a concierto, y tiro porque me toca. Con la tontería, nos estamos tirando un verano bien chulo en lo que a directos se refiere, ya que desde el concierto de Mehnai en Muriedas de junio, estamos asistiendo a mínimo un bolo a la semana.
El pasado sábado finalizaron las jornadas de la tercera edición de “La cultura como base del pensamiento crítico” organizados por la gente de ACPT y el viernes siguiente iba a tener lugar el concierto de GREEN RIVER TRIBUTE en La Finca de Puente san Miguel.
Como su propio nombre indica, la banda versiona temas de los mitiquísimos Creedence Clearwater Revival, y está compuesta por Víctor Quevedo a la voz, David Holgado a la guitarra y coros, Iván Velasco a la guitarra y coros, Miguelo Sánchez al bajo e Iván Sainz-Rozas a la batería. El concierto tuvo lugar en el bar – restaurante La Finca de Puente San Miguel, el cual está en una localización muy buena tanto por visibilidad, como por accesibilidad y consta de una enorme terraza dividida en dos partes: una para la gente que va directamente al bolo cuyo escenario está orientado específicamente hacia esa zona, y otra para los que van únicamente a tomar algo. Viernes, veranito, concierto, terraza, amigos encima y debajo del escenario, la Creedence mola mogollón…….estaba clarito que había que pasarse por allí.
Aunque la formación tiene muchos años, se nota que las últimas incorporaciones, “la zona infantil” como se denominaron ellos mismos tienen mucha química juntos. Víctor y David protagonizaron muchos momentos que dejaron al público con la boca abierta y otros que provocaron carcajadas a trisca, debido a las numerosas coñas que tienen el uno con el otro (“Se acabó lo que se daba”. Qué malo, ¡jajaja!). También hubo homenajes varios como el “Mary Lou” o Mari Luz como “tradujo” Víctor, a una chica del público, o al pequeño gran hombre Little Richad, el cual nos dejó hace pocos meses y dedicaron el mitiquísimo “Suzie Q”.
Hubo momentos “bonicos” con temas como “Have you ever seen the rain”. Tenía mucha curiosidad por verles en directo, ya que estoy acostumbrada a los agudos de Víctor en Cantaebria, y me sorprendió mogollón cómo desgarraba la voz, amoldándose al estilo que estaban tocando y de paso, haciendo un pedazo de homenaje a Fogerty.
Hacía rato que algún que otro grupo de personas no había podido resistirse a bailar de pie y acompañar a la banda en los estribillos de las canciones más famosas de la Creedence. Nos reímos un montón, con qué naturalidad llevaron cuando a Víctor se le enredó el pelo en la guitarra y Miguelo le ayudó a “deshacer el entuerto”, además de compartir un afinador entre los tres.
El público tiró un sombrero country a Víctor que compartió con David antes de marcarse el temón “Jeremy”. Miguelo estuvo tan suelto, que parecía que no tocaba el suelo y sus dedos tocaban las cuerdas con una delicadeza increíble y pasamos dos horas y pico muy divertidas. Seguramente repitamos tarde-noche de un viernes en La Finca.
Crónica y vídeo: Álex Kennedy.
Fotos: T&M Photo.