El ciclo 39300 continúa adelante. Después de tantos años, y tantos espectáculos que han pasado por el Concha Espina por fin el panorama de músicos cercanos tiene un acceso continuado a este importante escenario de la ciudad que refuerza así su condición de “Municipal”. Esperamos que esta costumbre venga para quedarse y en un futuro podamos disfrutar de muchas más bandas ofreciendo su música en este lugar privilegiado.
El turno era para Dr. Farfisa, una banda con algo más de un lustro de funcionamiento que ya ha instaurado su particular sonido en el imaginario de los aficionados de esta zona, sus integrantes, para los despistados, provienen de otras bandas como 400 Golpes o Ingresado Cadaver entre otras. Liderados, claro, por el teclado de Pepe Terán A.K.A. Dr. Farfisa.
Su música nos evoca a músicos tan dispares como The Doors, Pekenikes o Manta Ray, sus sonidos tienen algo de misterioso, algo de psicodélico, algo de western crepuscular, suenan a callejón oscuro, a película de espías, a invasión alienígena en una película de Serie B. Sus paisajes sonoros describen la soledad, la misantropía, el refugio interior, el aislamiento voluntario.
Tienen a la venta un siete pulgadas que recoge cuatro de sus temas, pero tal y como nos demostraron, cuentan con repertorio para el siguiente lanzamiento que esperamos no se demore, porque “Gente Solitaria” ya se nos hace poco. De las nuevas destacaría Laika, un viaje al espacio desde dentro de la cápsula que pretende describir los sentimientos de una perrita abandonada en la inmensidad del espacio, y que nos puso los pelos de punta.
Cerraron una actuación que se nos hizo muy corta, guiñando en instrumental a Yo la tengo. Otro de los momentos memorables de noche.
Siempre he dicho que Dr. Farfisa es una de esas bandas que funcionan igual en un garito lleno de humo que en una galería de arte. Así que en esta dificil situación parten con la ventaja de quien se puede adaptar a distintos contextos. Ojalá nos les volvamos a tropezar pronto.