Corría el carnaval del año 93 y un tipo disfrazado de MacPhisto (un blanquecino Mefistófeles de Goethe vestido con plataformas y traje dorado y adornado por unos preciosos cuernos rojos) entraba en la Universidad Pontificia de Salamanca. Un inolvidable día de clase en el que me resultó muy sencillo convertirme en aquel hedonista y amanerado demonio que disfrutaba con las risas de sus compañeros… y de algún que otro profesor. Hasta ese punto llegó el impacto que tuvo sobre mí aquel personaje que Bono interpretaba en la parte final de cada concierto de la gira del “Achtung Baby”. Uno de esos discos que viví de principio a fin y que me han ayudado a avanzar por mi camino. Como comprenderéis, es difícil que busquéis demasiada objetividad cuando hablo de este album. De todas maneras, lo voy a intentar. Vamos allá.
Bienvenidos a la guía de escucha del “Achtung Baby”, un disco grabado por U2 entre Berlín y Dublín y publicado en 1991. La banda irlandesa había pasado de sus tres primeros discos -casi punkrockpoperos- en los que imperaban sus bases rítmicas y las cosas que tenían que decir a una mesurada madurez en el “The Unforgettable fire” (1984). Tres años más tarde, se saldrían de la escala con “The Joshua Tree” (1987) -25 millones de discos vendidos-. Un disco perfecto, que continuaba su evolución pero que supuso una traición para un buen número de sus primeros seguidores.
Sin poder digerir bien el éxito obtenido, en 1988 sacaron a la luz un gazpacho musical llamado “Rattle and Hum”, que pese a vender casi 15 millones de copias recibe grandes críticas. Ni es un disco de estudio, ni un directo. Son las dos cosas mezcladas de manera extraña. Remarcaré aquí que algunas de las más brillantes canciones de la banda se encuentran en él, pero…
Había llegado el momento de reinventarse. No podían volver atrás. Necesitaban buscar algo nuevo, que les volviese a colocar en la cresta de la ola y… apareció la luz. Textualmente, U2 abandonó el blanco y negro de sus portadas y añadió colores fríos por todas partes -además de un desnudo integral de su bajista en una de las fotos-. Para el ámbito musical, y como declaración de intenciones, volvieron a llamar a Brian Eno y Daniel Lanois (que ya les habían producido el “Joshua Tree”). Y si el Joshua tenía ya el famoso muro de sonido marca de la casa Eno, para el “Acthtung Baby” construyeron la Gran Muralla China.
Estamos ante un disco en el que se mezclan mil detalles, con nuevas ideas, en el que se meten bases rítmicas “modernas”, donde se utiliza la música industrial y bases discotequeras y en el que Bono encarna al mismo tiempo con su voz a ese camaleónico diablo hedonista, a un rey catódico y al narrador de una de las películas de Emmanuelle.
¿El resultado? Por extraño que parezca, in my humble opinion, una maravilla. Una fórmula que creo que les ha pasado factura hasta nuestros, porque el éxito del disco y la espectacular gira de presentación les llevó a pensar que ese era el camino por el que debían caminar. Y esto… como el tiempo ha demostrado, les ha alejado de su potencial y les ha empujado a temas como “Mofo”, “Do you feel loved?”, “Discotheque”, “Lemon”, “Daddy’s gonna pay for your crashed car” o a sus últimos discos. ¡¡Volved a la realidad, fellas!!
Pero como ya os he dicho más arriba, este texto pretendía ser una pequeña y subjetivísima guía de escucha, así que os paso a contar algunas cosillas de las canciones que forman parte de este album y que espero que os guste:
- Zoo Station: “I’m ready”, así empieza el disco y la gira (puesto que era la canción con la que arrancaban los conciertos). El nombre viene de una estación de tren de Berlín. Me imagino la voz escondida entre humo y distorsión, y es la base rítmica la que hace mover el tema, le da velocidad. Da la sensación de que la canción intenta imitar a un tren que se pone en movimiento.
- Even Better than the real thing: Supongo que el tren se lanza por verdes praderas, al anochecer. “Let me be your lover tonight”. Canción que forma parte del set-list de casi todas las giras posteriores. Rock en estado puro -“Take me higher”- y sexo desenfrenado.
- One: Canción de las ya míticas de la historia del pop-rock. Sin darle muchas vueltas a la armonía, como ya hicieran en “With or without you”, “Stay (faraway son close)” o “All I want is you”. Barcos que navegan entre generaciones y que nos cargan de sentimientos desde el único puerto del que puede partir una canción seria de amor: Dolor City. “Love is a temple, love the higher law, you ask me to enter but then you make me crawl and I can’t be holdin’ on to what you got when all you got is hurt”.
- Until the end of the world: El título de esta canción es el mismo que el de una de las mejores películas del director alemán Win Wenders (amigo de Bono, que dirigirá el magnífico vídeo-clip de “Stay (faraway so close)”. Una canción oscura, como lo es el film, y que es representante del nuevo sonido conseguido por la banda para este disco. “In my dream I was drowning my sorrows but my sorrows, they learned to swim, surrounding me, going down on me, spilling over the brim”.
- Who’s gonna ride your wild horses: El tren marcha desbocado y las dos primeras frases de la letra presentan los credenciales de lo que va a venir Libertad, irreverencia y juventud. “You’re dangerous, ‘cos you’re honest. You’re dangerous, you don’t know what you want”. Me gusta mucho también esa parte que dice “you’re an accident waiting to happen, you’re a piece of glass left there on a beach”.
- So cruel: una buena manera de cerrar la cara A del vinilo. De cuando los discos tenían forma (y alma). Quizá hable de su ex, o de una bailarina de barra americana. No lo sé. Lo cierto, es que la canción no era de mis preferidas al principio… sin embargo… con el tiempo… ritmo… y letra… “the men who love you, you hate the most, they pass right through you like a ghost. They look for you, but your spirit is in the air, baby, you’re nowhere”.
- The fly: Y tras la relajación vuelve la guerra. Vamos con la cara B. Single, canción en la gira, locomotora a fondo. Otra vez el nuevo ritmo característico, los falsetes, la experimentación de The Edge a la guitarra y la desmedida distorsión de Bono. “It’s no secret that a liar won’t believe anyone else”.
- Mysterious ways: De su sesión de fotos para el disco en Marruecos, estoy seguro de que se llevarían muchas cosas, no lo dudo. Una de las más evidentes fue la danza del vientre. ¿Qué? Sí, está canción en directo venía con bailarina incorporada. Y con ella en la mente, deberías fijarte en la pegadiza manera de cantar de Bono, en la línea de bajo -especialmente- en el puente, en el sutil muro de sonido y su capacidad de transportarte gratis. Gloria bendita.
- Tryin’ to throw your arms around the world: Parece como una canción de amanecer. De los de aquella época en la que volvías a casa haciendo muchos más metros de los que deberías. Un canción dulce con una gran letra de la que voy a destacar 11 palabras; porque justifican un disco, o quizá una trilogía: “A woman need a man like a fish need a bicycle”.
- Ultra violet (Light my way): Quizá sea una canción enterrada entre los muchos éxitos de este disco y de la discografía de U2. Sin embargo, es una de mis preferidas. Mezcla ese punto genial ente el viejo U2 y el moderno. Ese lugar perfecto al que consiguieron llegar. Es como si un tren acelerase para salir de un oscuro túnel.
- Acrobat: Supongo que este es un tema de contrastes: oscuridad y luz, terciopelo y alambradas, sprint y marcha… “and I can love and I can love and I know that the tide is turning ‘round, so don’t let the bastards grind you down”.
- Love is blindness: Tema ambiental de exquisita producción que también interpretaron en la gira del Zoo TV. Aunque no es de mis favoritos, me gusta su último minuto cuando gana intensidad. “Oh my love, blindness”.
Luís Miguel Artabe