El viernes 9 de Abril nos reuníamos en el Teatro de Los Corrales para disfrutar de una buena noche de música en directo, después de mucho tiempo sin poder hacerlo por la situación del Covid-19. Había muchos nervios por volver a pisar un escenario. Se notó en el grupo que les costó acoplarse un par de temas y en el respetable que no está acostumbrado a no vivir la música desde de la primera línea y nos faltó brindarles un poco más de calor desde las primeras notas.
Tras la hora prefijada, Vaquero salían al escenario con muchas ganas de hacer lo que mejor saben: presentar y defender sus canciones en cualquier circunstancia. Destacar la capacidad de liderazgo de Vaquero y su don para meterse al público en el bolsillo, de conectar con cada una de las personas que acude a verlos, la energía que siempre desprende Tito a ritmo de baqueta, la maestría de Abel a la guitarra y el buen rollo y la magia que siempre desprende Verónica.
Juntos hacen un tándem perfecto sobre el escenario, siempre cómplices dispuestos a dar lo mejor de sí mismos para regalar una gran noche de rock a su fiel público.
Sin norte fue la canción elegida para comenzar tras el Intro. Y es que navegar a contracorriente siempre se les ha dado bien, salir victoriosos pese a todo. Le continuaron Viaje a tu recuerdo, Mejor y Princesa, el cover de Joaquín Sabina que siempre pone uno de los puntos canallas de la noche tras los versos recitados por Vaquero: pertenecientes a la también canción de Joaquin, Nos sobran los motivos. «Este adiós no maquilla un hasta luego, este nunca no esconde un ojalá. Estas cenizas no juegan con fuego, este ciego no mira para atrás…». Continuaron con la canción Piedras de su anterior trabajo y con Estrellas varadas. Todos alguna vez nos hemos sentido perdidos en el camino de nuestros sueños y de nuestra vida, y por ello esta letra es de las que tienen magia propia, de las que te calan hondo.
Le siguieron en acústico dos de las piezas más intimistas de su último álbum: La piel del viento y El chico de los recados.
Con Demasiadas expectativas, Vaquero nos invita a aprovechar cada segundo sin marcarnos expectativas que nos hagan daño, disfrutando el momento sin pensar en lo que sucederá para no sentirnos caer derrotados. Nadie nos pertenece, hay contratos que jamás se deberían firmar. No dudaría es una de esas canciones que el público siempre corea y que pone la nota de nostalgia a la noche.
Junto a Vaquero acabamos con un Salto al vacío dejándonos llevar por su pop-rock para superar todos nuestros Malos tragos y recordar que ante todo deberíamos darnos prioridad. Me quiero viva es una de esas canciones que a mí personalmente me escuecen, que siempre será un grito de empoderamiento a la mujer que nos recuerda que no estamos solas en la lucha. Tras los gritos reivindicativos, las andanzas como Bonnie and Clyde nos lleva a su trabajo anterior, para después bailar, aunque fuese sentados con el cover de Fito y Fitipaldis: Whisky Barato, que todos disfrutamos. ¿Quién no se ha emborrachado alguna vez para silenciar las cenizas del corazón?.
Por abrir sus alas fue la canción escogida para continuar con la velada que ya estaba llegando a su fin. ¡Qué importante es vivir!, abrir las alas y echar a volar, siguiendo siempre el camino que nos nazca dentro del alma. Algo que sin duda nos ha enseñado también este maldito virus. Nunca será un error luchar por los sueños. Y entre gritos de «un mal error» llegaron las presentaciones de la banda que Verónica Valdezate aprovechó para pasearse con el bajo bajando del escenario, se notaba que estaba en casa.
El show llegó a su fin entre gritos de “En Corrales se toca más” con las tres últimas canciones: Superhéroe, Tu mejor enemigo y Pequeño, su conocidísimo single que nos invita a seguir siendo pequeños por muy arriba que nos hayan encumbrado, por muy grande que nos pueda parecer nuestro alrededor, para no perder nuestra esencia ni esos valores que nos hacen únicos e irrepetibles.
Texto: Rebeca Bañuelos.
Fotografías: Ángel de Castro González.