Continuamos avanzando en esta época pandémica que nos ha tocado vivir, tan distinta a lo que estamos acostumbrados por las películas y las novelas, en este caso, transitando por un continuo sube y baja emocional. En algunas ocasiones nos recuerda al día de la Marmota, cuando nos lo tomamos con mejor humor y otras veces, se parece más a un viacrucis, que nos acerca cada vez más al final del camino, dando la sensación, de que lo peor de todo esto, aún no ha llegado y que en cualquier momento, nos estallará en la cara. Sobre todo cuando juntamos los momentos de desesperación con ciertos mensajes que invitan a tomarse todo esto a cachondeo, negacionistas, antivacunas, etc. Ya se sabe, el ser humano, ése ser “inteligente”, capaz de tropezar uno y otra vez con la misma piedra. Teníamos la experiencia de la Gripe de 1918, la mal llamada gripe Española, donde se está repitiendo paso por paso, los mismos episodios y una vez más, los mismos errores.
Todo este panorama está afectando de lleno a multitud de sectores, siendo la cultura bastante golpeada, ante los cambiantes escenarios de limitación y apertura de aforos y demás. Ahí es donde emergen luchadores, empeñados en lanzarnos un salvavidas, cuando todo parece perdido. Así seguimos con la fructífera colaboración entre Noche de Rock y el Ayto de Miengo y el Centro Cívico de Cudón, donde ya hemos asistido a varios eventos, siempre cumpliendo al máximo las medidas de seguridad oportunas: control de temperatura, gel hidro-alcohólico a la entrada, mascarillas, separación, localidades de asiento y buena ventilación.
En esta ocasión, se convertiría en todo un tratamiento anti estrés, de la mano de Rimshot. Banda con base en Santander y en activo desde 2015, nos transportaría a otro tiempo de la mano de su propuesta, basada en revisar bajo su tamiz, clásicos del soul, blues, funky, jazz, R&B… junto algún tema propio. Actualmente formados por 4 integrantes: Lara Rondo (voz), Mauricio Otero (guitarra), Luis Abril (batería) y Jaime Segalés Jr (Bajo).
Muy puntuales, sobre las 19:30h, Oskar nos agradecería la asistencia, recordando el formato de estos eventos, a modo de entrada inversa, esto es, entrada gratuita, aportando al final del concierto, lo que cada uno quisiera, además de poder adquirir merchan de NdR, todo ello para garantizar la continuidad del proyecto.
Tras ello, todo cambió, y la magia ocupó el escenario, todo aquel que estaba despistado, se quedaría paralizado, cuando Lara Rondo, nos sorprendió con su gran voz, con el tema “Slow Down” versión de Jessica Childress, R&B pasado por su filtro. Automáticamente, la sala se transformó, todo se oscureció, a nuestro lado aparecieron mesas con una lámpara de luz tenue y atmósfera cargada, ¿estábamos en pleno centro de NY, en algún local de moda? Tras el pertinente aplauso de los asistentes, la complicidad continuaría con el tema propio “Lie To Me”, en el que tras un leve toque de los platillos, se asoma nuevamente la maravillosa voz de Lara, con momentos que te incitaban a moverte aunque fuera sobre la silla, como así nos animó ella misma, en varios momentos del concierto. También, hubo momentos de lucimiento de Mauricio con buenos desarrollos de guitarra, dando muestras de su gran calidad. La línea de bajo y batería tampoco se quedaron lejos.
Proseguirían desplegando su propuesta, moviéndose entre los diferentes estilos de la llamada música negra, transportándonos a diferentes lugares y momentos.Temas como
“Sunny” de Bobby Hebb, que me recordaban a la atmósfera de la bso de James Bond. Tampoco harían ascos a temazos como el “Crosstown traffic” de Jimi Hendrix o “Englishman in NY”, mostrando una vez más, la gran calidad de los integrantes de la banda, capaz de atraparnos en su mundo sin contemplaciones.
Completarían así con un repertorio de unas 19 canciones, alcanzando una hora y cuarenta y cinco minutos aproximadamente, con un pequeño descanso a mitad del concierto.
Destacaría grandes momentos en temas como “Dr. Feelgood” de Aretha Franklin, en la que la voz de Lara te acompaña de una manera tremenda, junto con las notas más altas, como en “Ain’t too proud to beg” o “Voodoo Woman”. Todo un lujazo tener una voz así en la región, en mi caso no les conocía y salí totalmente sorprendido y encantado.
Sería un viaje muy completo. En algunos fragmentos, me sentí como el capitán Jack Harness, en un momento de descanso dentro de algún oscuro local de copas, en sus viajes atravesando épocas tras alguna batalla, para encontrarme a mí mismo. Otras veces, la fiesta se apoderó de mi cuerpo con temazos como “Long Train Runnin” de The Doobie Brother, Never Too Much o “Play That Funky Music White Boy”. Siempre con el sello personal de la banda, llevando los temas a su terreno, no limitándose a calcar la canción original.
En definitiva, gracias a la terapia musical de Lara y los Rimshot, salí del concierto totalmente regenerado, para poder afrontar la semana con una vital dosis de positividad. Gracias una vez más a Rimshot y por su puesto al Noche de Rock, incluyendo a todo el equipo, muchas veces infravalorando su gran esfuerzo y dedicación: Juanma, Javi, Sonia; y al Ayto de Miengo, por acercarnos la cultura en estos momentos tan difíciles, siempre como un punto de encuentro al que acudir cuando necesitamos recargar las pilas.
Texto John Man
Fotos Sonia Toledano
Vídeos Oskar Sánchez