Que la música nos hace viajar en el tiempo no es, por tópico, menos cierto. El disco de esta semana nos permite tres paradas en tres distintos momentos del pasado que, si te apetece, podemos hacer vivir esta noche. Sube que arranca el Delorean.
1990: Treinta años eh? Que chavales éramos. Mi colega Luigi nos daba la turra con Los Beatles y Los Deltonos casi todo el rato, y nosotros le mirábamos con cara de “pero Hendrix no era el negro ese de Woodstock?”, no teníamos ni puta idea de nada y ahora poco más hemos aprendido. Algún tiempo después un día en la Radio Kloakao miraban mi camiseta de Iron Maiden y me preguntaban “…Pero a ti te gusta nuestro estilo?” y yo les contestaba “A mi me gusta Kloakao”. Con Los Deltonos pasa lo mismo, más allá de la afición por el blues, el soul, la americana o lo que sea, hay bandas que son parte de tu vida musical desde el puto inicio, son parte de lo que significa haber crecido en Torrelavega. Más bien han sido Los Deltonos los que nos han abierto la puerta a una música a la que probablemente no hubiésemos accedido de otra forma, en lugar de haberles encontrado a ellos rebuscando entre discos de nuestro estilo favorito. Sin Los Deltonos no hubiesemos conocido a Roy Brown ni Jhonny Guitar Watson, no hubiese habido Buck Owens ni Hank Williams, ni Junior Brown ni Glen Campbell, eso es así, y no al revés.
2015: Los noventa quedaron atrás, para mal y para bien. Por suerte Los Deltonos no se anclaron en ellos y no andan de verbena en verbena tocando el estribillo de “la que se sabe la gente” y sin ganas de escribir algo nuevo que nadie va a querer escuchar. Por fortuna su camino hacia “la fama” tuvo un par de tropezones gordos. Nunca se doblegaron a la industria, resultaron ser más punks que los punks y más indies que los indies, caminando siempre hacia el DIY pero con la mochila llena de experiencias. Nunca se conformaron con repetir una y otra vez la misma fórmula y fueron mezclando las influencias sin experimentos extraños, pero sin miedo a dar pasos en diversas direcciones. Su carrera ha sido larga y siempre interesante, en lugar de un relumbrón gordo en todas las radios y luego el olvido y vivir de las rentas. Por eso esta noche de aniversario es un acontecimiento, porque se ha dado la circunstancia de que Macaya está liado con otra gira (Con Chicktones? Con Mikel Erentxun?) y cuando surge el bolo de Rocksound se dan cuenta de que siendo tres es un momento ideal de hacerse un tributo a si mismo y repartir temas y versiones que hace tiempo que están fuera del repertorio. Es curioso escuchar a Hendrik narrar ahora sus aventuras adolescentes con las resacas y los romances cuando los padres se marchan de viaje y la casa está vacía. Los guitarreos, en cambio, permanecen intactos y los temas tan intocables como siempre, un repertorio de clásicos encadenados, que sin embargo no han llegado al resobe y desgaste propio del uso continuo. Agradecemos tanto poder vivirles de nuevo como que hayan movido ficha y esto no sea el puto pan nuestro de cada día. En el ambiente se respira humo, sudor y cerveza. Sensación de fiesta irrepetible. Tan cerca, y ahora tan lejos.
2020: Hendrik tiene la maravillosa costumbre, desde los inicios de internet, de publicar rarezas, caras B, tomas descartadas, material recogido en ensayos, versiones no oficiales… Lo mejor de todo es que esos discos no suelen permanecer eternamente en sus redes, si no que se van retirando de manera tan paulatina y silenciosa como aparecen, lo que obliga al fan a visitar su bandcamp de forma regular para ver que caza, como hacíamos hace años en las ferias del disco, cuando las rarezas eran rarezas y no todo estaba en el morro todo el rato.
En pleno confinamiento se mezcló y rescató este álbum, que estuvo disponible en su momento en el bandcamp de Rocksound y ha estado desaparecido durante una temporada, aunque recientemente ha vuelto a ser puesto a disposición del comprador en el bandcamp de Los Deltonos. La grabación se lanzó en su momento como apoyo a la Sala Rocksound en ese dificil trago, unos pocos meses antes de que echasen el cerrojazo y el rock perdiese una de sus plazas más emblemáticas en Barcelona. No sabemos cuanto tiempo estará disponible, así que yo que vosotros aprovechaba a descargarlo, ya que encima la aportación es voluntaria.