Cuando en la excursión de fin de instituto cayó en mis manos una cinta recopilatoria de la Metal Hammer que empezaba con el Keep on Rotting on the Free World de Carcass, me voló la puta cabeza. Tardé algún tiempo en entender ese estilo, a medias entre la brutalidad y la melodía, pero curiosamente fueron esos británicos los que abrieron, para mi, la puerta lo que hoy conocemos com Death Metal Melódico o Melodeath. Las bandas más importantes del estilo probablemente sean In Flames, Dark Tranquillity y claro, At the Gates. Pero como bien nos suele aclarar Kini, ni todo el Death Metal Sueco es melódico, ni todo el metal melódico se hace en suecia.
Son ya doce discos más algunos EP para estos muchachos de Gotemburgo, fieles a Century Media desde su tercer álbum y bastante fieles también a su sonido originario, sin tantos vaívenes como In Flames, y con el mérito frente a At the Gates de no haber detenido su carrera en ningún momento. En los últimos tiempos ha habido movimientos saliendo los miembros históricos Niklas Sundin (guitarra) y Andrs Jivarp (batería), e incorporándose a las guitarras Johan Reinholdz y el mítico Christopher Amott. Parece que todo de forma bastante amistosa, comprometiéndose Niklas a seguir colaborando como portadista, pero dejando al vocalista Mikael Stanne como miembro más antiguo de la banda (desde el 93).
Moment es un álbum que se caracteriza por ganar espacio en la parte melódica de la simbiosis que define a su música, pero en una evolución muy coherente y sin sobresaltos con respecto a sus álbumes inmediatamente anteriores. Es cierto que algunos fragmentos se asemejan a los últimos Katatonia, con unos ambientes que suplen a la crudeza, pero en la otra parte de la balanza sigue habiendo Death Metal, tan crudo como melódico.
Tenía un amigo aficionado al hard rock que solía decir que si no se puede silbar es que no es música. Bien, Dark Tranquillity llevan tiempo definiendo la línea exacta en la que rudeza y coreabilidad conviven sin problemas.
La sobria y consistente carrera de Dark Tranquillity merece más atención, tal vez no hayan tenido momentos de tanto relumbrón como algunos de sus compañeros de viaje, pero llevan tres décadas ofreciendo música de muy alto nivel. Tienen una sólida legión de seguidores que lo saben, pero también queda mucha gente que disco a disco les va descubriendo y quedan rendidos ante su evidente calidad. Lo bueno de Moment es que es tan buena puerta de entrada como cualquiera de sus hermanos mayores. Así pues, si ya los seguías no vas a quedar decepcionado, pese a los profundos cambios en la formación, y si acabas de aterrizar… rebusca, hay material de sobra para que disfrutes en profundidad de esta gran banda.