«(…) Me sentí en el borde del mundo; mirando por encima del borde en un caos insondable de la noche eterna. En mi terror se mezclaban extraños recuerdos del Paraíso perdido, y la espantosa ascensión de Satanás a través de remotas regiones de tinieblas. (…)» , relataba H.P Lovercraft, en su cuento «Dogón», donde el protagonista se encuentra en su propia paranoia, a la deriva en la inmensidad del océano, con el estruendo de la guerra en el horizonte. Cae una nueva hoja del calendario, una más, de estos casi tres años, de un periodo lleno de acontecimientos caóticos, que ni el más macabro y retorcido de los autores, hubiera imaginado jamás, ni Lovercraft, ni Stephen King. Pandemia, volcanes y ahora nos asomamos peligrosamente al abismo de una nueva Guerra Mundial. Ya sólo quedaría que bajaran los extraterrestres, para completar el círculo.
Ante esta situación, y antes de que el argumento del «Metro 2033» de Dimitri Glujovski se haga realidad, hay que aprovechar estos momentos como si fueran los últimos y llenarnos de emociones positivas y de vivir el momento. Sabemos que esa es una filosofía, que siempre escuchamos, desde el origen de los tiempos, pero cuando la posibilidad de la catástrofe la tienes tan cerca, la necesidad se hace más patente. Para ello bien sabemos, que los conciertos y la música, siempre son un opción magnífica para conseguirlo.
En esta ocasión, volveríamos a uno de nuestros búnker de referencia, como es el C.S. Ítaca de Torrelavega, para reencontrarnos con grandes luchadores de nuestra escena musical, como son Orion Saiph y Granada Goblin. Al poco de llegar a los aledaños de la sala, ya se veía que era una cita muy especial, con mucha gente conocida como la grande del objetivo Sonia Toledano o Mar de la A.C. Los Bancos de Atrás, además de la presencia de varios niños y niñas con sus padres, muy importante para que la llama siga encendida y se transmita en el futuro. Los primeros en ocupar el escenario nos trasladarían a un paisaje sonoro rodeado de las arenas del desierto contemplando una noche estrellada, en la que la espada de Orión, destacaría majestuosa en lo alto, de la mano de Orion Saiph.
La banda, formada allá por el 2011 por Oskar Sánchez, Paula González y Jose Guisande, para dar rienda suelta a sus inquietudes musicales con el progresivo como nexo de unión, junto a muchas más influencias, que nos trasportan a un universo sonoro muy especial. La formación ha sufrido varias remodelaciones, sobre todo de vocalista, han grabado junto a Jhonny Gleez, pasando por César Conde y finalmente Mírian Martín, siendo esta última la que da un giro total al proyecto. En la actualidad Orion Saiph son: Paula González (guitarra); Jose Guisande (guitarra); Oskar Sánchez (bajo); Gustavo Merino (Batería) y Mírian Martín (voz).
Tiene publicados un larga duración «Seven Stages Of Grief» (2018) y un EP «The Forest Within the Trees» (2021), así como aparecer con dos temas en el recopilatorio «Así Suena Polanco» (2021). En mi caso creo recordar que sería en Marzo de 2019, cuando les vi por última vez en la A.C. Los Bancos de Atrás de Unquera, en aquel entonces con Cesar Conde a las voces, así que tenía gran expectación ante la nueva vocalista y vaya si lo consigue. Tras una intro con una atmósfera a lo Twin Peaks, titulada “Rotten Oak” continúan con “Longing For The Light”, en que la voz de Mírian te llega desde un principio a cada poro, creando una sensación muy especial. Continuarían, con una potente intro de bajo y batería que da paso a “Final Spring” , tema de liberación, inspirado en el abuelo de Paula, que quiso vivir sus últimos años a tope, tras dejar atrás un largo periodo en el que tuvo que cuidar de su mujer enferma. Tema troncal que atraviesa el espíritu del disco, con el duelo y el proceso de su superación, en su base. Destacando, el potente inicio de bajo y batería, junto a grandes desarrollos y composiciones progresivas. Continuarían, con otro de los grandes temazos del disco “The Bride”, muy bien acogido por el público, combinando partes contundentes, con otros paisajes más calmados. Un tema que habla de la música como una compañera de viaje en la vida. Tras saludarnos, nos agradecerían la asistencia, reflexionando sobre el importante papel de la música durante momentos duros como estos, convirtiéndose en una auténtica vía de salvación. Llegaría uno de los momentos estelares de su actuación, con la versión del tema “In My Time Of Need” de Opeth, con Mírian sentada en el suelo, alternando las voces en un mano a mano con Gustavo, a lo Anneke / Cavanagh, que me gustó mucho.
Pasaríamos al EP con el maravilloso tema “Primitives” en el que las guitarras te llevan por una gran viaje, junto a la voz de Mírian. Con potentes capas enérgicas que suenan y emocionan mucho. Tras el aplauso del personal, Oskar tomaría la palabra, para agradecernos la asistencia, y para pensar en voz alta, merecía la pena traer hijos a un mundo de mierda como este, tan oscuro y cruel como el que nos ha tocado vivir, para dar paso al tema “Pain, Grief and Sorrow” que es sin duda ya un clásico de la banda.
Tocaría el turno a otra de las versiones que suelen hacer, como es el tema “Frozen” de Madonna, pasándolo por su particular tamiz prog, con pasajes de Oskar simulando una voz en off a lo William Burroughs. Posteriormente, haciendo el típico amago de irse/no irse, encararían la recta final comenzando por “Resting In de Shadow”, pasando por uno de mis temas preferidos del repertorio “Distant Sun”, que te sumerge entre las dunas de arena del desierto de una manera espectacular, un tema oportuno para días como este: «(…) Anxiety, prosperity Will to live, deathwish Two great wars, a third to come, Grain of sand, speck of dust… (…)», haciéndonos reflexionar sobre los problemas diarios.
Para concluir, agradecerían nuevamente la asistencia, y Mírian especialmente a gente de su ciudad Burgos, para invitarnos al paisaje sonoro que evoca “Trees”, otro de los tema incluidos en el EP, todo un colofón a un gran concierto, con la presentación de la nueva vocalista, Mírian, que personalmente me ha gustado mucho, le da a los temas una tremenda personalidad y mucha emoción cuando es necesario. Espero que poco a poco sigan haciendo temas nuevos y ya podamos tener alguno con ella a las voces. Estaba claro que el máster tantos años siguiendo a Anneke en algún momento iba a verse atrapado por inconsciente, estoy seguro que en esta ocasión el sueño será colectivo y disfrutaremos de un gran proyecto.
Tras el pertinente cambio de bártulos en el escenario, sobre las 22h, llegaría el momento de embarcarnos en un auténtico viaje interestelar a bordo del único Halcón Milenario de la música de esta región Granada Goblin, con el capitán Dani a los mandos, ya quisiera Han Solo, ni siquiera acercarse un poquito. Entraríamos de lleno en el hiperespacio con “Elige tu propia aventura”, tal vez el mejor tema que han hecho en los últimos años, que siempre me traerá a la cabeza aquellos maravillosos libros de los 80s, con sus múltiples finales, en los que nuestra propia imaginación viajaba a mundos y lugares increíbles, sin salir de las paredes de nuestra habitación.
Tema incluido en su tercer larga duración «Ciencia Fricción», con una fuerza y velocidad tremendas. Sin pausa daríamos otro salto a través de la galaxia y nos adentraríamos en las arenas del desierto de Tatooine, abrazando el stoner rock marca de la casa con “Barba de abeja”, con grandes puntos de calidad de Toro a la batería y Gabo al bajo.
Dani nos saludaría, y agradecería la asistencia, invitándonos a celebrar la ocasión y de paso protegernos contra la radiación, con una cerveza picante, de la que dejaron varias latas al borde del escenario, para que la gente se sirviera sin problema.
Tras ello retomaríamos el vuelo, esta vez por el universo interior por el tema que da nombre al tercer disco “Ciencia Fricción”, un auténtico temazo, con el paisaje vocal espectacular de Dani, aderezado con fragmentos del Stargazer, con grandes desarrollos de las guitarras de Tillo y Fran. A continuación, tomaría la palabra, o al menos lo intentaría Toro, para agradecernos la asistencia, pero apenas pudo pronunciar dos palabras, cuando sería objeto del habitual cachondeo de Dani, y de los demás. -No se te oye-, – tienes voz de vieja-; se escuchaba por ahí. Todo un Chewbacca, para la ocasión.
Saltaríamos al pasado a su primer larga duración arrancando la moto sorteando “La Furia de Jackpalope”, para buscar el “A.D.N”, tampoco faltaría el cañero viaje al Egipto de los faraones, mientras levantamos pirámides para nuestro señor con “Mamuts”. Tras quitarnos el barro de los pies, daríamos otro viaje a los 80s, cuando unos simpáticos amigos del espacio en forma de bola peluda con un hambre feroz invadieron la sala, “Megacritter” del «Y El Misterio del Chile Fantasma». La máquina no estuvo parada durante la pandemia, teniendo algún tema nuevo en la recámara como “Tacos de Canasta” , con alma stoner clásico, con un punto de rabia y muy buenos desarrollos de guitarra.
Alcanzamos la recta final pasando por su último disco «Hongol», sorteando a la bestia “666” para recibir con los brazos abiertos al profeta de la cerveza “Jesucristo Yeti”. Gran bolazo de Granada Goblin, algo a lo que ya estamos acostumbrados, destacando siempre al amigo Dani, el Mike Patton de la tierruca, sin duda una de nuestras mejores voces sobre el escenario, y como aquel, con un amplio registro vocal, que le hace poder cantar lo que le da la gana, sin despeinarse, y siempre transmitir sobre el escenario.
Terminaba así una gran velada con dos grandes bandas, por un lado Orion Saiph, que espero que esta vez con Mírian encuentren la estabilidad porque calidad, demostró mucha durante su actuación. En cuanto a Granada Goblin, ya son por derecho propio parte de la bso de esta región, siempre compactos, dándole al stoner rock su peculiar personalidad.
Ambas bandas y como tantas otras, han sufrido en carnes el parón de la pandemia, con discos que no pudieron ser presentados como es debido, haciendo que casi dos años, se nos hayan esfumado delante de las narices, sin habernos enterado. Pero también nos enseñó, que poco a poco, dando pildoritas para seguir estando presente en los medios, es muy importante y más hoy en día, con internet copándolo todo. Sin agobiarse porque no da tiempo a sacar o presentar un disco completo, siempre se pueden sacar temas puntuales, para seguir estando el candelabro, que decía aquella. Algo que hace años se hace en el mundo del J-metal y de la industria de anime, publicando EPs o DVD con la novedades poco a poco, y luego posteriormente el disco completo. Aunque en este caso Japón sea un rara avis, y deba ser de las pocas zonas del mundo, donde aún se siguen vendiendo CDs y las tiendas de discos, no son un bonito recuerdo del pasado. En este caso, también las plataformas digitales, redes sociales y los medios de comunicación, como los programas de radio, tiene un gran papel en colaborar en su repercusión.
Por último siempre agradecer al C.S. Itaca por seguir apoyando la cultura musical de la región. En momentos tan convulsos como estos, algo imprescindible.
Texto: John Man.
Fotos: Sonia Toledano.