Igual que dejamos atrás los rollos de papiro para abrazar el libro impreso la llegada del streaming a nuestras vidas ha puesto la industria musical y nuestros hábitos de consumo patas arriba. Nuestro planteamiento noventero de álbum de la semana ha ido cediendo espacio, primero a los EP’s y finalmente también a los temas sueltos. En esta ocasión son un par, agrupados bajo el título genérico de Tacos de Canasta, y publicados directamente a través de Spotify. Eso sí, según nos cuentan desde la propia banda parece que se sucederán más lanzamientos bajo un mismo paraguas estético, que finalmente podrían agruparse en una edición física. De todas formas, el tiempo nos ha enseñado a no hacer planes y mucho menos tomar en serio los planes del resto, iremos viendo todos juntos como se desarrollan los acontecimientos.
Granada Goblin son viejos conocidos del programa. Si tuviese que describírseles a alguien le diría que tienen una base Rock que en ocasiones roza el Stoner y que también toma recursos prestados del metal. Su intención no es progresiva, pero a veces se les va la mano con el peyote y se complican más allá de lo que mandan los cánones del rock pesado. Las letras, en general tienen varias capas. El barniz superior juega con imaginería fantástica, mitología, referencias a la literatura, el cine y los comics y una cada vez más presente influencia mejicana heredada de su bajista. Debajo se encuentran temas que no sólo llaman a la diversión, si no a mirar la realidad desde un punto de vista crítico e irreverente. Como cuando en el club de los Poetas Muertos se subían a la mesa y desde allí todo parecía distinto.
En el menú hay Tacos de Canasta, y si no te gustan pues Tacos de Canasta, al modo de los Monty Python intentando esquivar el Spam. Cuando empieces a preguntarte de donde han sacado tanta carne te darás cuenta de que esta taquería parece tener algo en común con la famosa barbería de la calle Fleet. En la cara B la transición de niño a demonio nos confirma una vez más que el método de brainstorming de los Goblins consiste básicamente en juntar conceptos por su sonoridad o jugar con las palabras hasta que hay un título sobre el que construir una historia y más tarde una canción.
Tras el muy celebrado conceptual Hongol, este par da un respiro a los que preferían los temas sueltos de Ciencia Fricción. Trallazos más concretos y con estribillos claros que ya se han incorporado a sus presentaciones en directo. Permanezcan en sintonía, parece que más pronto que tarde volverá a haber noticias.