Por mucho que nos pese, la vida no se detiene y esto sigue avanzando. Aún parece ayer cuando estábamos comiendo el turrón y de repente ya estamos alcanzando mediados de mayo, en un visto y no visto tenemos a las puertas un nuevo verano. Dejando a un margen toda la actualidad de sucesos que tenemos alrededor, que ni el más aventajado de los directores o creadores de mundos postapocalípticos hubieran creado jamás, ahora aparece la “Viruela del Mono”, que parece una versión H del Planeta de los Simios. Por salud mental y para sobrevivir lo mejor posible, seguimos montados en la ola de conciertos, que en esta ocasión nos llevaría de nuevo a tierras asturianas, a la sala Sir Laurens de Oviedo, viviendo todo lo posible sus últimas semanas en del proyecto actual.
En este caso, por un lado disfrutaríamos de una de las grandes revelaciones del metal asturiano del año pasado como son SELFAWARE, además de asistir del regreso a su tierra de una de las voces míticas del metal asturiano, como es Juan Lozano con AMENTI.
Llegaría a la sala sobre las 21:30h, reencontrandome con la armada asturiana de los conciertos, en esta ocasión bastante más nutrida, como el escritor de moda Jorge López Novales esa noche junto a su máster Larry de Diario de Un Metal Head; el gran objetivo de Sergio Blanco o Jose y David de Heavy Metal Brigade. Tan nutrida presencia tenía su explicación en cambios de planes de última hora, y es que como comenté en crónicas anteriores, esta avalancha de conciertos programados a lo loco, iba a dejar unos cuantos cadáveres por el camino y precisamente esa noche se canceló el concierto de Ankhara programado ese mismo día en Oviedo, por poca venta de entradas.
Los primeros en ocupar el escenario de la sir Laurens, serían SELFAWARE principal motivo de mi interés del evento de esa noche y es que durante el año pasado me llegaron multitud de buenas críticas del proyecto. Así que cuando pude darle escucha a sus canciones, si duda me quedé bastante impresionado, convirtiéndose en uno de mis discos preferidos del año 2021. SELFAWARE, es un proyecto encabezado por su guitarra Luis Miranda, músico con dilatada experiencia en el metal asturiano en bandas como Leviathan e Innerself, siendo esta última el germen principal, una evolución al último disco de dicha banda publicado hace 19 años, dándose el caso de haber varios temas, que estaban destinados a ser el próximo disco de Innerself, que se han rescatado para el nuevo proyecto. Junto a él están Simón Rojas (voz y guitarra rítmica); Jorge Martínez (bajo) y Jose Martínez (batería), todos ellos con dilatada experiencia en otras bandas. Con el thrash y groove metal de los 90s como base, luego le han sabido añadir otros ingredientes que le dan una personalidad propia y lo que para muchos, dificulta etiquetarles en un estilo determinado. Entre las principales influencias de Luis, están bandas como Grip Inc., Queensrÿche o Testament.
Como a otras tantas bandas, todo el tema de la pandemia y los confinamientos, resultó ser un auténtico desastre, cortando por el medio los proyectos, en su caso se encontraban en pleno proceso de grabación de su disco de debut, cuando sólo habían grabado las baterías tuvo que pararse todo por tres meses. Por suerte, a finales de 2021, en Septiembre, se lanzaría «Entropy», editado por The Fish Factory, grabado en los estudios ACME de Avilés, con una tecnología totalmente analógica, para conseguir el sonido que pretendían. Luis, como comenta en algunas entrevistas, es muy perfeccionista, tanto los temas como las composiciones es el que tiene la mayor decisión, exigiéndose al máximo y tal vez hasta el extremo, tanto él como a los que le rodean. Por ello, le ha llevado tiempo ir madurando los temas y rodearse de la gente adecuada para sacar a la luz el nuevo proyecto. A largo plazo todo ese trabajo ha dado sus frutos y ha conseguido que construir un sonido y estilo propios, con una madurez y calidad tremendas.
Sobre las 21:50h, comenzarían su descarga sonando las primeras notas del temazo que abre el disco y primer single “Chaos Theory” con la entropía y la Teoría del Caos en la base de la temática del disco. «(…) You can’t stop the rain with your hands, so don’t waste time fighting the elements, before the climate change has no turning back, and makes the whole world start to cry (…)». Las primeras notas te evocan a Metallica o Testament, a las que se le unen una tremenda línea de bajo y batería, junto a la voz de Simón, que es la que le da el toque personal al sonido, un tono que me recuerda a Humberto de Trallery en su versión más clara y tranquila, que lo acerca a ambientes progresivos de bandas como Nevermore o Sanctuary con Warrel Dane. Sin duda uno de los mejores temas del disco y toda una carta de presentación, un preámbulo para el impacto que se te viene encima. Tras saludarnos, continuarían con “Triage”, la atmósfera marca de la casa crece y crece, gracias a la potente línea de bajo y batería, que se mantiene como una capa en la base a la que luego se le unen otras capas de desarrollos de guitarras. El tema nos trasladará al campo de batalla, una oscura sombra se pegará a ti y sin que te des cuanta, decidirá quién vive y quien muere, alimentándose del miedo y de la sangre. Grandes desarrollos de las guitarras destacan con gran calidad. A continuación aprenderíamos de nuestros errores con “Learned From Your Mistakes”, también muy potente, en el que la voz le da un toque envolvente que me gusta mucho. Con puntos de reflexión más enfatizados por la capa de bajo y batería, que le da un rollo más pesado. Todo ello, desembocaría en un merecido aplauso de sus nutrido número de incondicionales, posteriormente, comenzarían a sonar unos cellos prólogo del tema “Damage Is Done” , que le dan un punto de oscuridad, que se rompe con la energía de la batería y el bajo, para sumergirnos en lo que parece una ruptura «(…) It’s too late to regret… forgive is not forget (…)», alternando diferentes estructuras que me parecieron geniales, por un lado una sensación de cabalgar a lo Four horsemen, pero con un marchamo más lento y pesado, cercano a atmósferas de Machine Head gracias a la voz de Simón. Todo ello adornado por grandes desarrollos de guitarras.
Con la banda muy motivada y agradeciéndonos la asistencia, seguirían profundizando en la oscuridad de nuestra mente, intentando mantener la fiera a buen recaudo, antes de que reventara con “Keep The Wolf From The Door” . El odio seguiría creciendo, lo peor está por venir, el destino te ha reservado dos tumbas, una para ti otra para tu enemigo. “Dig Two Graves”. Sin tiempo para reaccionar la oscuridad cubriría la sala con el tema “Pitch Dark”, cualquier experiencia pasada sería inútil, una oscuridad distinta, proveniente de lo más profundo, estaría a punto de salir. Otra combinación perfecta de contundencia, melodía en las voces y grandes desarrollos. Afrontaríamos la recta final, acabando endemoniados con “Demonized”, atacados por una legua envenenada. Llegaría el momento de uno de mis temas preferidos del disco “Soul In Pain”, lanzado como segundo single, con la voz de Simón más cercano a las atmósferas progresivas que le dan mucha personalidad. En esa misma línea, concluirían el concierto con otro gran temazo “Cognitive Clousure” , que me evoca algo del “Future Tense” de Sanctuary en su esencia, con unos desarrollos de impresión, y la voz de Simón espectacular.
Gran concierto el que nos ofreció Selfaware, una potencia tremenda sobre el escenario, unido a una enorme calidad, que abalan sin dudarlo, ser uno de los mejores discos del año pasado. Tanto en la parte compositiva como en la temática. Además de conseguir un sonido propio, una especie de híbrido del groove metal con capas más progresivas en la voz, “Cuando Grip Inc. encuentra a Sanctuary”, podría ser el resumen. Personalmente, esos matices, son los que busco en las bandas y en las canciones, a parte de emocionarte cuando trasmiten su mensaje, que consigan un sello propio. Selfaware lo consigue con creces. Destacar un tema concreto es casi un atrevimiento porque es un auténtico discazo de principio a fin. Espero que pronto les podamos ver también por la tierruca, entre tanto seguiremos disfrutando de su disco, que adquirimos en el puesto de merchan.
Tras el pertinente cambio de bártulos en el escenario, llegaría el momento de Juan Lozano y AMENTI. La banda se forma en 2013 por Javier Pérez (batería) y David Fernández (guitarra), para dar salida a sus inquietudes musicales, junto a Miguel Ramos (bajo), Samuel Martín (teclados) y Jose Miguel Pérez (voz), lanzando una demo en 2015. Posteriormente Samuel y Jose Miguel dejan la banda y tomando el testigo a las voces Juan Lozano, completando la formación Rafa García (teclados). Hablar de Juan Lozano, es de hacerlo de la voz protagonista de un disco clásico del metal nacional como es “La llama Eterna” (1997) de Avalanch, su primer gran hito, que supuso toda una sensación en el heavy en castellano en la época.
Tras su entrada en AMENTI, junto al resto de integrantes, consiguen rematar los temas que darán forma a su disco debut titulado «Fuerza Vital» (2019), grabado en los Estudios Sanctuarium de Alberto Rionda. El concierto comenzaría sobre las 23:10h en un primer intento, ya que a los pocos segundos, tuvieron que parar por algún problema técnico con uno de los guitarras, que retrasaría la puesta en marcha unos 10 minutos. Tras solventarlo, reiniciarían el concierto, con una intro que nos sumergiría de lleno en “Sueños” , temazo que abre el disco, que es toda un oda de positivismo, de intentar confiar en uno mismo, power que te alza de una manera tremenda: «(…) Si tropiezas, levántate; Si te hundes, renacer; Esta lucha es un acto de fe … (…)», sin duda, uno de los mejores temas del disco. Sin pausa, el doble bombo tomaría el protagonismo, nos sumergiría en fervor de una batalla inspirada en los Tercios de Flandes “A Sangre y fuego”, tema lleno de épica, en el que todos alzamos los puños a lo alto, entonando el estribillo: «(…) Con la batalla ya perdida nos ofrecen rendición; Yo lucho hasta perder la vida, con lealtad, furia y pasión … (…)», con buenos desarrollos de guitarra, que me trae a la cabeza el espíritu de “Mañana al amanecer” de Airare Nuf.
Juan nos saludaría, presidido por un elegante pie de micro con una gran cruz plateada en la cima, agradeciendo la asistencia y el volver a su tierra. Para invitarnos a un viaje al inframundo de Amenti, “Es Tiempo de Despertar”, temática sobre la que surge el nombre de la banda, Amenti, la morada de los dioses egipcios, algo así como el purgatorio cristiano, un lugar de tránsito a la otra vida, donde seremos juzgados por nuestros pecados. El tema comienza con un rollo nostálgico ochentero de sintetizador, para alzar el vuelo gracias a las guitarras y la voz de Juan. A continuación, nos trasladan la emoción de volver a tocar después del parón de la pandemia, y de sentir el calor del público, para dejar atrás la pesadilla y seguir “Sin Miedo”, otro gran temazo, con la búsqueda de seguir adelante tras una ruptura. «(…) Tal vez un día regrese a mi vida; Alguien que me borre el dolor; Y mientras tanto, te sigo soñando; Luchando por poder seguir … (…)»
La épica no cesaría, no tendríamos escapatoria, caeríamos en las garras del “Angel Exterminador”, con buenos desarrollos y muchos puños en alto. -¿Vamos bien?-, nos preguntaría Juan, es momento de despertar la “Fuerza Vital”, medio tiempo, que da nombre al disco. Al momento te ves atrapado por las primeras notas de una caja de música de cuerda, a la que le sigue la melodía, dando especial protagonismo a los teclados, con un gran punto de rabia contenida gracias al tono de voz de Juan, que en tesituras como estas me trae a la cabeza al amigo Dani G, además de grandes desarrollos de guitarra. Enlazarían con un sentido homenaje al dios del metal, Ronnie James Dio, en vísperas del día mundial del hevay metal, entonando el clásico inmortal “Rainbow In The Dark”, muy coreado por todos los asistentes.
El tema también daría pie a homenajear a los que ya no están con “Renacer”, tema que cierra el disco, con un emotivo estribillo «(…) Alma inmortal; Una vez hombre; Ahora eres eternidad; Vuelve al hogar; No hay principio ni final … (…)», con buen protagonismo de los teclados. “La muerte, para llamarla por su nombre, es la real finalidad de nuestra vida. Por ello es que de unos años a esta parte he hecho relación con esta verdadera amiga del hombre”. Decía el célebre genio incomprendido, Mozart, un ser enviado por los dioses, que describe la épica como nadie en su música, con la contrapartida habitual de los genios de no encajar en su época, merecía tener su propio tema como “El Enviado”, donde los teclados y los adornos orquestales, lo convierten en todo un temazo.
Llegaría el final del principal del concierto con otro mis temas preferidos del repertorio “Un Solo camino”, lleno de épica, con un Juan a las voces espectacular, muy coreada por todos. La banda abandonaría momentáneamente el escenario, en la típica de me voy pero no me marcho del todo, tras el reclamo del público, para dar paso al momento estelar para el recuerdo, uniéndose a la fiesta Alberto Rionda, para retroceder 25 años en el tiempo, y desempolvar la gloria del “Llama Eterna” de Avalanch, encabezados por Juan embutido en una camiseta del disco. Comenzarían el viaje arrojando el resentimiento, sintiendo arder tu cuerpo con “Vicio Letal”, con un Juan pletórico. La épica subiría otro escalón más, Juan haría el prodigio una vez más, siendo el elegido, blandiendo en sus manos la espada legendaria “Excalibur”. Cuando a muchos nos caían varios lagrimones, como ecos de la nostalgia, el metal volvería a hacer el milagro, 25 años después, ardería con todo su esplendor “La Llama Eterna”, tema que da nombre al disco, coreado por toda la sala, con los grande solos del Albero Rionda, marca de la casa. Con todos extasiados, y nuestra alma trasladada a otra época, nos darían el tiro de gracia con una tremenda versión del “I want out” de Helloween, muy bien defendida por Juan.
Terminarían así una tremenda fiesta para el recuerdo, para muchos de los que ya tenemos cierta edad, rememorando aquella gran época y uno de los grandes discos de la historia del heavy en castellano. Por mi parte veo una muy buena evolución de Juan Lozano, durante todos estos años aunque le tenía bastante perdida la pista, en su paso por Brecha y Blister. Con Amenti, se ha reecontrado con verdadera esencia del power metal, además de tener una voz mucho más madura, que no arriesga a donde no puede llegar, sabiéndose acompañar de grandes músicos, además de la capacidad de dejar atrás las rencillas, y seguir con una gran amistad con Alberto Rionda, a la postre, pieza clave para el desarrollo final del disco, como así comentaba Juan en alguna entrevista. «Fuerza Vital» es un muy buen trabajo, que recupera a una voz mítica del heavy en castellano, espero que en esta ocasión tenga el éxito que se merece. Entre tanto, me haría con el disco, con la bonita portada diseñada por Laura García, con un elegante Anubis, dándonos la bienvenida a sus dominios en el inframundo.
Concluiría así una noche más de bolazos en la Sir Laurens, comenzando por la apisonadora técnica de Selfaware, uno de los mejores discos del año pasado, finalizando con un reencuentro con la épica y la nostalgia del power patrio de calidad de Amenti, ¿qué más se podía pedir?.
En cuanto a la afluencia de público, bastante aceptable, aunque algo más seguramente podía haber habido, con la escusa del algunos de la rancia gala de Eurovisión. Al final de lo que se trata siempre es de emocionarse con las canciones y las propuestas, de abrir el espectro y disfrutar de la música, no competir. Nosotros tenemos nuestro propio universo, único e inigualable, un mundo de otra dimensión al que no puedes escapar, sólo ciertos elegidos tienen la llave de paso, a modo de Karonte en el río Estigia, como es el amigo Jorge López Novales, a través de su objetivo, arrastrándonos al mundo de los Putos Paparazzis en los baños de la Sir Laurens, una vez que pasas al otro lado, tu vida no volverá a ser la misma. Termino estas líneas, llamando la atención de que aun nos queda el fin de fiesta despedida de la Sir Laurens, que tendrá lugar el próximo sábado 28 de Mayo, con el Desvan Fest en su III edición, con un cartelazo de impresión, con las bandas: Dünedain; Monasthyr; Lethargus y Valkyria; allí estará NdR para contároslo.
Texto y fotos: John Man.