El pasado sábado 21 de mayo hubo un gran evento Underground en el New. Otro más. Y es que este garito se ha ganado por derecho propio un estatus en la escena Under no sólo del Metal Extremo, sino de cualquier otra vertiente musical o artística. Así que un aplauso a esta gente (va en serio, ¡aplaude, coño!).
En esta ocasión, las bandas que se reunieron fueron los lucenses Barbarian Prophecies, practicantes de un Death Metal con bastantes influencias del Thrash, quienes aún no habían presentado su último trabajo “Horizons” (2021) por aquí, los cuáles han venido ya varias veces en el pasado, cosechando cada vez mayor número de seguidores.
A su vez, y estos desde A Coruña, volvieron Perpetual, quienes hacen un Black/Death Metal muy al estilo sueco. Lo extraño del tema, es que su tercer larga duración, “Memento Mori”, aún no ha salido y tiene prevista su edición en junio. Pero bueno… nimios detalles supongo, no sé.
La cuestión es que allí se congregaron un montón de personajes ya típicos de los conciertos y otros no tan típicos. Muchas caras nuevas, chalecos de parches, etc. Algunos miembros de bandas locales y nacionales fueron llegando embriagados por el fervor de un buen concierto de Metal Extremo y, doy fe, de otros elixires también muy típicos en estos ambientes.
Tras el clásico retraso, indispensable para ir generando expectación e ir incrementando el consumo de bebercio, salieron a tocar Barbarian Prophecies con su agresiva propuesta, la cuál contrastaba extrañamente con las caras de felicidad de sus integrantes.
Poco se puede decir de esta banda que no se sepa ya. Puede gustar más o menos, pero es innegable su profesionalidad sobre las tablas. No obstante, llevan en activo algo más de 20 años y eso se nota. Así que hubo muchos temazos, alternando la contundencia más fiera del Death Metal con riffs afilados y rápidos blastbeats.
Aún no habíamos tenido la ocasión de ver a Alicia, su vocalista solista, como bajista también. Y es que cabe recordar que han pasado de ser un quinteto a un cuarteto (pero sin perder ningún instrumento de por medio), lo que lo hace aún más loable. Y debo decir que me parece una de las mejores vocalistas femeninas del panorama nacional. Obviamente, sin desmerecer al resto de músicos de la agrupación, cada uno con sus labores, como las guitarras potentes de Óscar, los extrañísimos punteos de Arnt o la precisa batería de Diego.
Lamento no poder poner los nombres de los temas, porque no me los sé de memoria y la propuesta de crónica me llegó después. Debo decir que en esos momentos yo iba bastante perjudicado y estaba a lo mío, disfrutando del concierto. Sin más.
Después de los ya clásicos bises, y la ya “obligada” foto desde el escenario con el público detrás, salieron los Perpetual, liderados por el brutal Héctor.
En esta ocasión, los Perpetual centraron su repertorio casi por completo en el nuevo álbum, dejando algunos temas, como “Lobotomy” o “Maze of Chaos”, de su anterior disco (el homónimo “Maze of Chaos” de 2018). También se oyó, cómo no, su single “My Death Hope”, que ya conocemos por su videoclip recientemente publicado.
De modo que aparecieron trallazos de blastbeast a cargo de Iván (me flipa cómo toca este cabrón), melodías suecas y riffazos de la hostia, factura de Borja, y la potentísima sección rítmica de Eloy. Todo aderezado con la abrasiva voz de Héctor, quien mezcla registros rasgados más propios del Black Metal, con otros puramente guturales. Amén de cómo lo vive este hombre, quien no se puede negar que se deja el pellejo (en el buen sentido, ojo) en el escenario.
Pese a que, como ya comento, la mayoría de sus temas eran para nosotros desconocidos, su música se deja oír bien y se pudo disfrutar mucho. También supongo que a esas alturas ya íbamos muchos muy pedo y eso ayuda a la inmersión, pero no podemos negar que se lo curraron también muy bien.
Después del show, y de la también repelent… digo… mítica foto de escenario con la peña detrás, nos fuimos todos a quemar la noche.
Personalmente, creo que las dos bandas hicieron unos conciertos muy potentes e interesantes. Demostraron mucha profesionalidad sobre el escenario y un sonido realmente bueno, además de una gran conexión con los allí congregados. No obstante, son dos grandes referentes a nivel nacional y eso se nota. Sin embargo, como ya he ido puntualizando, hay detalles que, según mi forma de ver, podrían haberse matizado, como lo de estar de descojone mientras tocas (lo que me saca un poco a veces) o las fotos postconcierto en el escenario que tan de moda he visto que se han puesto. Amén de los wall of death de los cojones que, personalmente, detesto. Llamadme vinagre.
Texto: Erun-Dagoth
Fotografías: T&M Photo