El doble directo siempre fue, en la historia del rock and roll, la prueba de fuego que demostraba el estado de forma de una banda. Sólo tienes que cerrar los ojos un momento y echar cuentas, y se te vendrán a la memoria un montón de álbumes inolvidables en este formato. Y sí, los tiempos han cambiado, pasamos de la carpeta doble al DVD y ahora al formato digital y el streaming, pero el fondo sigue permaneciendo intacto, hay que ser de los grandes para atreverse.
Lunática llevan hablando de grabar un directo desde los tiempos en los que publicaron los singles grabados en Lazetazea, osea más de una década. Nunca se dieron las circustancias adecuadas, y en el momento más raro, casi por casualidad la oportunidad viene al morro. Tras la pandemia y un largo año en el que Hector estuvo convaleciente esta noche en el ES fue un gran reencuentro.
Justo en ese momento las bandas de cerca ocuparon el centro. Giras grandes canceladas, escenarios desiertos y la necesidad por parte de los programadores de crear ciclos con los locales. Ojalá se acordasen también en las maduras.
La tentación de dejar recopilado un set en el que repasasen sus 25 años sobre las tablas era golosa, pero prefirieron no volver demasiado la vista atrás. Siempre caminando, buscando nuevos objetivos, ese es el motor que les ha mantenido activos. Este directo es un reflejo de un concierto cualquiera en el que exhuman ROCK. Rock, independiente, noventero, ruidoso, ROCK.
Nahúm y Hector se turnan en las voces, en castellano y en inglés, formando parte de un personal todo que han ido construyendo en este cuarto de siglo. Las melodías disparan los recuerdos. Es tanto lo vivido con Lunática que es inevitable. Sin embargo tienen guardadas novedades en el bolsillo y este es buen momento para seguir avanzando. Nos llama la atención la apocalíptica Arena.
14 Girls nos devuelve a los tiempos de Estelarock, aquel disco experimental en el que dejaban atrás su etapa maquetera y que llevaba por nombre …En Cápsulas, y luego Aterriza, 99% a veces me parece increible que no hayan reventado y no estén llenando salas por todo el estado.
Para cuando llega Tu Hermana estamos de nuevo exultantes, como si este día fuese de nuevo ese día, como si pudiesemos sobreponernos a todo. Conscientes de que al final lo único que importa son estos momentos, las noches vividas entre amigos y la música que dejamos por el camino.