“Toda mi esperanza, eres tú, eres tú. Como lluvia fresca en mis manos. Como fuerte brisa, eres tú, eres tú.
Así, así, eres tú”.
Como un soplo de aire fresco son las fiestas de Torrelavega desde que nuestros vecinos y amigos de Industrias Portugal, cometieron la locura esta de crear el Torrelavega Soundcity. Somos muchos los vecinos de Portugal, los que pedimos a gritos una programación alternativa a la de siempre, la de contratar al promotor X, para llenar todos los días de La Patrona de una programación que se queda corta, para la variedad de demandas culturales que pueden existir en una ciudad, que antaño tuvo tantísima vida.
Y a los hechos me remito, ya que desde la primera edición del Soundcity, son miles y miles las personas que asistimos a este evento todos los años como agua de mayo, nadie puede decir que somos cuatro críos “melenudos” los que demandamos una programación cultural alternativa. Con una pandemia de por medio en el que a los eventos había que que estar sentado y/con con mascarilla, y una ciudad cuyo ayuntamiento ni apuesta, ni permite que los artistas locales formen parte de la cultura de su ciudad, hace que esta edición del Soundcity la necesitamos más que el respirar.
Este año, además de los tres días del festival en sí, Industrias Portugal, el pasado lunes organizaron unos conciertos en una calle muy emblemática para muchos, como es Argumosa. Pancarta del Soundcity, templete pequeño y dos bandas locales: Brasilsound y Los Tupper. “¡Qué ganas tenía de esto!” fue la frase que todos dijimos durante la noche del sábado, sin haberlo hablado anteriormente unos con otros. Una ciudad necesita de todo tipo de eventos para enriquecerse y enriquecernos: conciertos en garitos, en calles céntricas, en festivales, etc. No podemos vivir solamente de uno o dos festivales anuales, en los que solamente los organizados por asociaciones culturales, cuentan con los músicos locales como una apuesta necesaria y que tan bien funciona siempre.
Argumosa estaba a retaque, pudimos ver a mucha gente que hacía tiempo que no veíamos, niños, adultos, mayores, los bares quedándose sin cerveza en un pis pas, y sobre todo un ambiente de alegría que pocas veces podemos vivir en esta ciudad en lo que a este tipo de cultura se refiere. Brasilsound y Los Tupper, dos bandas muy diferentes que hicieron bailar a las primeras filas, a los rezagados, a los que pasaban por ahí y se quedaron, consiguiendo que nos fuésemos a casa con una sonrisa en la boca (encima los conciertos empezaron pronto, por lo que a media noche, ningún “vecino” se podría quejar de nada).
Con las pilas recargadas y con la ilusión de que esto no había hecho más que empezar, llegamos al jueves, el día “macarra” del Soundcity, cuyos protagonistas eran Los Pulsebeats, Biznaga y Arde Bogotá. Excepto la edición pandémica en la CN Photo, el Soundcity siempre tuvo lugar en un lugar tan emblemático para muchos como es La Plaza de La Llama: un festival organizado por y para el pueblo, en mitad del mismo, dándole el protagonismo e importancia que merece, formando parte de la programación de las fiestas y que tan bien nos viene tanto al público, como a los bares colindantes. A día de hoy, por motivos ajenos a la asociación, esta edición ha tenido que desplazarse a las afueras, a una localización alejada del centro donde “no molesta a los vecinos”, como es el exterior de La Lechera.
Lo bueno es que vuelve a ser con entrada gratuita como siempre y que por fin podemos cantar sin mascarillas y bailar lo que nos venga en gana o más. Como siempre, al igual que la Navidad, el Soundcity es una fecha muy importante que muchos esperamos, por lo que somos miles los vecinos de Torrelavega que nos vemos las caras fiel y anualmente. El gallo del Soundcity iluminaba la chimenea de La Lechera, y nada mejor para abrir este Torrelavega SoundCity’22, que una banda local (miembros a caballo entre Torrelavega y Santander) de trayectoria reconocida y con tablas. The Pulsebeats descargaron con energía su dosis de garage-Punk/rock, animando a los asistentes desde el primer minuto del festival. Con su último trabajo “Lookin’ Out” de finales de 2021 aún caliente, para mí, y una vez visto a casi todos los grupos del festival dieron uno de los mejores conciertos. Esperamos verles en años venideros, ocupando lugares más altos en el cartel.
Continuaron Biznaga Desde Madrid, salieron a escena escoltados por un telón de fondo sencillo pero directo. Como su música, un pop-rock sin complicaciones, pero sin freno. Tienen un directo muy potente, con letras y estribillos pegadizos y que invitan a ser coreados. No dan respiro alguno, con una actitud, incluso por encima de lo que el público potencial aficionado a su música puede llegar a esperar.
Creo que es por eso por lo que no terminaron de conectar del todo. Demasiado punks para la gente del pop, demasiado pop para los punks. Y con esa personalidad presentaron su “Bremen No Existe”, de este mismo año, acompañado de algunos temas de épocas anteriores de la banda.
Para cerrar el primer día, el indie-rock de Arde Bogotá. Desde Cartagena, como cabezas de cartel, lógicamente es la banda que más gente congregó durante este primer día y de todo el festival, pero quizá la que menos convenció al público potencial del SoundCity. Si el festival quiere seguir creciendo, es por lo que habrá que apostar ya que es lo que atrae más público.
No es mi estilo, pero hay que reconocer que tienen un directo muy bueno y por algo están donde están (y lo que les queda). Así que mientras ellos descargaban “La Noche”, su último trabajo, yo me dediqué a disfrutar a mi modo, ayudando a rentabilizar el festi desde la barra.
Hay buenas bandas que no escucho normalmente en casa, que tienen temazos pero me da mucha pereza ponerme un disco entero. Los primeros discos de Rufus T. Firefly me gustaban bastante pero luego perdí un poco el interés. De Asian Dub Foundation creo que no he puesto un disco entero en la vida, si algún tema suelto. No obstante, son bandas que merece la pena ver en directo y eso hicimos el pasado viernes 19 de agosto, acercarnos al SoundCity de Torrelavega.
La banda local Maicol abría el festival, estrenó la segunda jornada desgranando canción tras canción con sobriedad y su gusto por las melodías y estribillos pegadizos. En la hora que tocaron se encargaron de juntar a todos los asistentes tempraneros con los temas que ya vamos aprendiendo de los conciertos que han dado últimamente y que van a grabar en breve. Puede que el sonido no ayudase demasiado o que no se había caldeado el ambiente de festival por ser demasiado pronto, pero me dejaron un poco frío.
Sobre las 22:00 salían al escenario los madrileños Rufus T. Firefly y solo con la intro “Planet Caravan” de Black Sabbath, ya me tenían en el bolsillo. Desarrollaron un concierto in crescendo comenzando con temas suaves de su último disco (El Largo mañana), temas llenos de texturas con pasajes envolventes y emotivos, bailando con la psicodelia para terminar con un muro de guitarras, batería y percusión, donde no podías parar de saltar. El sonido dejaba un poco que desear, pocos graves, poco volumen y echaba en falta guitarras, se quedaba un poco lineal y con poca dinámica. Es cierto que dependiendo de donde estuvieses colocado en la campa se escuchaba muy diferente.
Era la hora de Asian Dub Fundation y teniendo en cuenta que no me gusta el Reggae, ni el Dub, ni soy muy seguidor del Drum and Bass, parecía que estaba todo perdido, pero NO. Con una puntualidad británica, a las 12:00 de la noche salían a escena los míticos londinenses ADF, una banda que como decía en las primeras líneas no soy muy fan, pero nos hicieron mover el cucu de lo lindo.
Como ya se sabe, es una banda estrictamente política, pero obviando esto y ciñéndonos exclusivamente al show hay que decir que no defraudaron en absoluto. Buenos músicos, buen sonido, buena puesta en escena. Las líneas de bajo eran una auténtica delicia rítmica, su frontman no paraba de moverse y animar al público. El mítico Ghetto Priest es quién aporta el sonido Reggae a la banda, pero en este concierto quedaba en segundo plano, todo el protagonismo lo llevaba su colega Aktar Ahmed. La campa estaba hasta la bandera y despidieron el viernes del Soundcity con un fiestón por todo lo alto.
Hay algunos que nos les gustaba el nuevo emplazamiento del SoundCity pero personalmente creo que es una acierto. Esperamos que el año que viene haya más y mejor. ¡Enhorabuena a la organización por este pedazo de festival!.
Enamorado del concepto Soundcity. Así es como me declaro. Un auténtico enamorado del concepto Soundcity. Por encima del Cartel (Te podrá gustar más o menos. Y quizás algún día me traigan a Los Zigarros), por encima de los fallos (pocos) o aciertos (bastantes más), por encima de la ubicación (La Llama, La Lechera, Los Troncos o RocaDragon), lo que me enamoró desde la primera edición de 2016 fue el concepto.: Un festival hecho por un grupo de amigos, amigos desde el colegio, desde el Instituto, con un amor desmedido por la música y una devoción igual por Torrelavega. Ese grupo de amigos se aglutinaron bajo el nombre de Industrias Portugal como una Asociación Cultural. Amigos que gastan su tiempo libre en montar este festival. Un grupo de amigos que no podrían montar este festival que deciden compartir con nosotros en Boceguillas de la Sierra. Ni en ningún otro rincón del mundo que no sea Torrelavega. Porque no son una empresa, porque no se dedican a esto, porque no les mueve el interés económico. Son altruistas, les mueve su pasión por la música y su amor por Torrelavega. Y ese es el concepto del Sound City. Eso es lo que me enamoro en 2016.
Digo 2016 porque fue la fecha del primer Soundcity. Pero ellos llevan muchos más años como actores del tejido cultural de la ciudad. Desde que íbamos a ver su Primavera Rock al Centro Andaluz del Zapatón. En fin….
La tercera y última jornada era la que más me seducía, y como así fue, al final la que más me gustó. La jornada empezaba con DJ Piquero pinchándonos a La Burla y Repion en el escenario DJs. que tan bien tutelado ha estado los tres días por mi gran amigo Oscar Pérez. Un Set montado con cierta similitud al Auditorio de Torrelavega que en mi opinión ha sido uno de los éxitos del Festival. Un punto de reunión para charlar y tomar algo entre banda y banda, mientras amigos del Soundcity nos deleitan con sus sesudos y variados gustos musicales. A las nueve en punto, con puntualidad británica, (Sergio es un director de escenario metódico) Cora Yako debutaban en las tablas del Soundcity.
Este es un grupo medio madrileño medio balear formado por Luis a la guitarra y voz y Carlos a la guitarra, dos amigos Baleares que estudiando en Madrid se unieron a Pablo y Dani a la base rítmica (Batería y Bajo) formando así Cora Yako (Toman su nombre de una cantante de ópera japonesa). Tuvimos ocasión de verles en Diciembre en la Ballena, junto a Dorian precisamente, porque por lo visto comparten oficina de management, y ya comprobamos allí que tienen mucho futuro.
Esta noche en Torrelavega defendían su único trabajo hasta la fecha “Una de los nuestros” , aunque tocaron alguna canción que aun no ha salido, que aun no tienen publicada y se encargaron de llenar Torrelavega de su Indiepop fresco, incluso con un toque de garaje en algún tema, como “La Peor Idea de La Historia” o “A Flor de Piel”. Tras Cora Yako, Fran continuo pinchando en el Set DJs. Perdón, Fran no, DJ Piquerin. Jejeje.
A la hora señalada Belako hacia su debut en el Festival. Belako es una banda Euskalduna (de Mungia concretamente) que factura un Post Punk muy bien elaborado, cantado en ingles, y que goza de mucho renombre en la escena alternativa. Saltaron vestidos de blanco. Nuestra primera sensación fue que tenían la guitarra un poco baja, hecho este que se mantuvo durante todo el bolo. Los Josu, Lore, Lander y Cris vinieron a Torrelavega con mucha actitud para dejarnos un bolo redondo, para retirarse agradeciendo al festival el cariño y las ganas. No tardaron en volver con un tema que me recordó mucho a P.J. Harvey.
No podían irse sin cantarnos una en Euskera. Siempre me han seducido las bandas que cantan en Euskera (Gatibu, Huntza, Berri Txarrak, por citar solo a algunos) Sabíamos que los de Mungia suelen incluir algún tema en su repertorio. Muy fan de los grupos que cantan en Euskera. Y terminaron con un tema contra la violencia machista. A lo largo del concierto fueron de menos a más, terminando muy arriba y dejando un buen sabor de boca. Muy buen concierto de Belako. Tras una nueva sesión de Fran Piquero, a las doce en punto hacia su aparición Dorian.
Tengo que admitir que hará ocho meses que les escuche por primera vez. Nunca he sido muy indie. De hecho hará justo un año que empecé a escuchar con cierta frecuencia este estilo musical. A raíz de un concierto en La Madalena de Viva Suecia y Sidonie. Me llamo la atención y comencé a escuchar algo, muy poquito, de indie. Después en Diciembre en La Ballena vimos a Cora Yako, La La Love You y estos Dorian. Y a partir de ahí ya sí. Lo confieso. Comencé a escuchar indie del país. Me paso un poco como al protagonista del himno indie de Love of Lesbian, “Club de Fans de John Boy”.“Sinceramente ya lo detestaba, y ahora ya soy otro fan…” jajaja. Los barceloneses son una de las bandas más prestigiosas del indie nacional, incluso europeo. Sin duda el combo pasa por uno de los mejores momento de su trayectoria y se les notaban las ganas de presentarnos su personal propuesta de electropop.
Se noto desde el principio que son de los grandes, que juegan otras ligas. Cuando ves su puesta en escena y la iluminación que les acompaña. Además Marc Gili es un frontman que me encandilo desde la primera vez que le vi el pasado diciembre. Acompañado de Bart, Belly, Victor y Lisandro pronto nos demostraron que son unos magos de los sintetizadores, teclados, Keytars y otros instrumentos susceptibles de programación. Así fueron desgranando su repertorio que incluyo temas de todos sus discos, como “Arrecife” “Cometas” “Paraísos Artificiales” “Vicios y Defectos” y “Dual” tema que trata sobre la homofobia y la orientación sexual y que se incluye en su último álbum “Ritual”.
Aventurábamos que se acercaba el final con su hit “Cualquier otra Parte” donde el público del Soundcity ya era una fiesta, incluidos nosotros, y pensábamos que cerrarían ya con “La Tormenta de Arena”, donde ya lo dimos todo. (Documento grafico incluido que amenaza con convertirse en viral, jajaja). El final llego con “Energía Rara” del álbum Ritual y que fue un colofón perfecto, sobre todo para la gente que “Hace más de mil años que no pisa un festival”. Para mí, el mejor concierto del Soundcity.
Tras una última sesión de Fran, que comenzó con La Mujer de Verde, solo quedaba despedirse de la velada de la mano de Glas. Banda murciana de Electropop, sobre los que no teníamos muchas referencias ni expectativas. Y más después de que nos comentaran que ni siquiera habían hecho prueba de sonido. Habiendo renunciado a ella se preveía que sería enchufar y listo. Así que esperábamos mucho electro y poco Pop. Pero tengo que confesar que me sorprendieron.
Hubo electro, si. Pero también hubo mucho Pop. Y muy guitarrero. Además los chavales tuvieron mucha actitud y lo dieron todo para dejarnos el mejor sabor de boca posible a los valientes que aguantamos en La Lechera hasta el final, sobre todo después del bolazo que habían dado Dorian.
Tras esto solo quedaba despedirse del festival, entonar el “Pobre de mí” y dar las gracias. Gracias Sami, Cobo, Chema, Chucho, Sergio, Roberto, Los David, Mantilla, Fede, Laura y todos los demás que se me olvidan o no conozco. Gracias por el regalo que nos hacéis. Por hacernos la vida más bonita. Por hacer que siga mereciendo la pena. Enamorado del Soundcity. Que nos dure muchos años.
Texto: Manolo Rockcity, Laura Garrido-Cea, Fernando Navarro, Dave Algiz, Álex Kennedy.
Fotos: Enrique Gutiérrez Aragón, Igor Cobo, Luis Palomeque, Álex Kennedy.
Vídeos: Álex Kennedy.