Cuantas veces, sumergido en una verbena de fiesta de prao, o viendo el cartel de las fiestas patronales de tu pueblo, se ha apoderado de ti la angustia, el hartazgo, y has pensado. -Una vez más tengo que tragar la puñetera pachanga de todos los años, vaya cartel de pacotilla, ¿Dónde está el rock y el metal? Siempre tocan los mismos… Si yo pudiera me traía a esta banda y montaba un buen concierto como es debido-. En la mayoría de los casos, se queda en un simple deseo, en una bravuconada, pero hay valientes que dan un paso al frente y lo llevan a la realidad. Por un lado los pequeños festivales que este verano han resurgido con fuerza después de estos años de parón por la pandemia, por todo el país y que hacen una labor inconmensurable, intentando mantener la llama del rock y el metal. Unirock, Morgana… de la mano también de las distintas asociaciones y agrupaciones que ponen su granito de arena como A.C. Los Bancos de Atrás de Unquera, A.C. Octubre, Industrias Portugal… entre otras. Vías vertebradoras de la cultura en nuestros pueblos, algo que enriquece en el más amplio sentido de la palabra. El plano cultural, que es el que primamos en primer lugar, y también dinamizar el entorno, ya que a la vez que veo un evento, consumo en el bar de turno, o recupera fuerzas después en el restaurante próximo, algo que por desgracia mucha de la clase política que nos ha tocado sufrir, no acaba de comprender, con una carga de hipocresía, que ralla el esperpento, cuando en campaña son los más liberales del mundo, pero a la hora de la verdad, sacan a la luz su cara más carca y apolillada, poniendo un montón de palos en la rueda en forma de “burrocracia” absurda, pasada por la ley del embudo, dejando por el camino multitud de cadáveres, siendo el caso del “Rebujas“, uno de los más recientes. En multitud de ocasiones, pecando de antiguos clichés, que por desgracia aun no están superados. Puñado de melenudos, perroflautas que van a drogarse y a mamarse. Todos sabemos que no hay drogas, ni alcohol de cuello blanco, pura hipocresía. En esa lucha, muchas veces desigual, aparece otra tercera vía, la que cada uno de manera individual podemos hacer para llenar esos huecos, ahí es donde aparecen personas como la grande e irrepetible Alex Kennedy. Desde el 2015, se lía la manta a la cabeza y el día de su cumpleaños lo celebra por todo lo alto, organizando y promoviendo un concierto de su gusto, invitándonos a todos con carácter gratuito, había nacido “The Birthday Of Rock”. Bandas como Medussa, Marlenne, Full Moon Riders o Aranea Adventus, pasaron por la cita, teniendo en el recuerdo, la última edición, la sangrienta velada de Soulbane en 2018 en la añorada sala Black Bird. Con la maldita pandemia por medio, habíamos tenido una espera de 3 años, así que había muchas ganas de que volviera la cita. En esta ocasión con un fiestón combinando juventud de Vito & Tula junto a la veteranía de Emboque. Todo esto es una idea fantástica sobre el papel, pero ahora faltaba buscar un lugar para poder desarrollarla. En esta ocasión, la fiesta se trasladaría por primera vez a Torrelavega, acudiendo al Centro Social Ítaca, uno de los grandes islotes que nos permitió seguir disfrutando de la cultura durante la pandemia, y que después han seguido expandiendo la llama cultural con una tremenda fuerza, haciéndote sentir como en casa, cada vez que nos acercamos por allí. Local sencillo de tamaño medio que permite disfrutar del escenario con comodidad.
Llegaría a los aledaños de la sala sobre las 20:45h, pudiendo reencontrarme con varios amigos de la fiebre concertil, como el incombustible Txuxty Cano, en su carrera al Txutxy de Oro, que este año va como un cohete y lo más seguro que se quede con su dueño, pero al acecho está siempre nuestra anfitriona Alex, que tal vez de una manera más sorda, se recorre multitud de eventos culturales de toda índole, para enriquecernos a través de la gran familia de NdR, sacando tiempo debajo de las piedras, ya sabemos todos como es la vida del autónomo y más en momentos como el que nos está tocando vivir.
Nuestra música también se ha caracterizado por su vena reivindicativa, y a colación de los palos en la rueda que muchas veces nos meten los políticos, esa noche también sería un escaparte de denuncia y en apoyo de la cancelación del Rebujas, uno de los festivales más carismáticos de la región, para ello varios asistentes, en un bonito gesto, se enfundaron camisetas del festival como el amigo Txutxy o Raúl (Emboque).
Comenzaría el evento con el espectáculo personificado del genial Vito “Bardal” gran personaje revelación de la escena de la región en los últimos años, con su banda principal Cantaebria, que luego ha sabido trasladar en sus diferentes proyectos, siembre con el rock en su base. En el caso que nos ocupa Vito & Tula, en formato dúo, con Iván a la batería y Vito a la guitarra y las voces. -Hacemos algo en peligro de extinción, hacemos R’&’LL, Somos Vito & Tula- Así como un sonoro golpe encima de la mesa comenzarían su actuación sobre las 21h, con un Vito que desde un principio se metió al público en el bolsillo, con sus continuos chascarrillos y su gran capacidad de improvisación, saltando del escenario y mezclándose entre el público en cuanto tuvo ocasión. Y es que estamos sin duda ante alguien que ha nacido por y para estar sobre un escenario, a lo igual que Goku se desplazaba sobre una nube, Vito lo hace sobre una guitarra, además de poseer una tesitura vocal todo terreno, que va del hard más clásico ochentero al hevay más contundente y moderno. Durante la actuación homenajearon a su local de ensayo en los corrales, no presentaron el tema cañero, nos hicieron bailar, incluso como ya veían que estábamos en confianza, una canción no terminada con puntos de rap rock.
Con la gente ya muy motivada, nos premiaron con la canción bonita, -es un poco plagio de Celtas Cortos-, comentaban, adentrándose con una vena reagge, que nos hizo pasar muy bien, mirando la noche frente a frente.
Tras agradecer la asistencia, y a Alex por haber contado con ellos, seguirían con la fiesta, con la “canción rara”, con un inicio muy rápido que te arrastra sin contemplaciones. Como nos estábamos portando muy bien, también nos premiaron con un tema nuevo, -nuevo, pero también plagio-, decía Vito. Tema con rollo hard y blusero, que en su final nos sumergió en una curiosa perturbación espacio temporal, con el mítico tema “La Ramona”. Tiembla Esteso, que en breve en todas las gasolineras veras cassettes de Vito & Tula.
Siguieron mostrando sus influencias, tocando “la de los Zeppelin”, -como si fuera, pero es nuestra-, que mostró una vez más la tremenda capacidad vocal del Vito, por un instante a través de los cristales de sus gafas de sol, pudimos ver la silueta de Robert Plant. Led Zeppelin, banda básica de la raíz de nuestra música y transversal donde las haya, fusionando estilos, como está en el ADN de los Vito & Tula. Tras pasar por R&b de “la Feliciana”, tocaría otro homenaje a las raíces enlazando con notas de AC/DC, para en la recta final marcarse una gran adaptación del “Enter Sadman” de Metallica. Buff cuántos grandes genios pueden habitar en el cuerpo de Vito, eso es un misterio, pero mientras podamos disfrutar de ellos, bienvenidos sean. Una vez más un auténtico crack del escenario, esta vez en la C.S. Ítaca, como el legendario Ulisses, lo pasamos en grande. Que gran futuro tiene por delante.
Tras un álgido cambio de bártulos en el escenario de apenas 20 minutos, llegaría el turno de EMBOQUE, sobre las 22:10h, sonarían las notas de la extensa intro de “Amia” y las seis cuerdas despertaban las llamas del metal en la sala. Entre ellas surgiría la voz del metal de la región. La verdad que es indescriptible la sensación que invade el cuerpo cuando himnos como este suenan sobre un escenario, sientes que estás en casa, rodeado por la fuerza del metal amigo que te abraza cuando todo va mal y saca lo mejor de ti. Aun teniendo en el recuerdo las dos últimas grandes citas festivaleras de este verano, en el Rock In Hinojedo y en el Rockablanca de Suances, nos hemos desquitado con ganas, consiguiendo la dosis necesaria del mejor heavy, estando bajo el mismo cielo, “Al mismo Nivel”, dejando atrás pandemias y demás. Una año de reencuentro para la banda, con el lanzamiento de su nuevo larga duración «La Era Perdida», 7º en estudio, con grandes temazos que nos hicieron gritar bien fuerte “Soy Libre”, estando en lugares como la C.S. Itaca, rodeado de buenos amigos, ¿Qué más se puede pedir? Así mostraron su agradecimiento a Alex por contar con ellos, para acercarles a Torrelavega de nuevo después de muchos años, buen momento para gritar “Revolución” y alzar los puños al cielo.
«La Era Perdida», es un fiel reflejo premonitorio, de lo que se nos viene encima en este recuerdos del futuro pasado, agitados por los “Perros de la Guerra”.
Agradeciendo a los asistentes la presencia, a Vito & Tula por su gran actuación, fueron lanzando temas, que ya forman parte de la bso personal de cada uno de nosotros como “Aprediz”, “Ojo del Huracán” o la espectacular opera rock “Anibal”, salteado de temas nuevos como “Noche Negra” con un Raúl tremendo a la voz, destacando “No hay motivo”, de las más cañeras del disco cabalgado a los lomos del metal de altos quilates de Emboque.
Uno de los momentos más destacados de la noche, sería cuando invitaron por sorpresa a cantar a Vito con ellos el tema “Donde esta la Acción”, que como era de esperar arrasó el escenario. Que calidad tiene este chico y que variado registro vocal. Aun tengo en el recuerdo, su incursión estelar en el escenario del Rebujas de 2019, durante la actuación de Desastre, como se ganó al público y la banda codeándose mano a mano con ellos, como si llevara toda la vida sobre un escenario, además de ese punto de rebeldía y de buen rollo que arrastra a a todo el mundo.
No había que olvidar que estábamos celebrando el cumpleaños de la Kennedy, y así entonamos el “Cumpleaños Feliz”, con Raúl de director de orquesta, consiguiendo emocionar a la amiga Alex, que subió un momento al escenario para agradecernos la asistencia.
Afrontarían la recta final del concierto con un auténtico triplete de temazos en forma de himnos, comenzando por la coral oda a la amistad y la esperanza “Estaré”; continuando por uno de mis temas preferidos “Voy A por ti”, que da nombre a su cuarto disco.
Terminando por todo lo alto, con su último gran himno para la posteridad homenaje a nuestra música “Inmortal”, llenando el cielo de la C.S. Itaca de cuernos heavy.
Emboque llevan 25 años de andadura en la escena metalera, una trayectoria, muy unida a la de NdR, desde sus comienzos, siendo testigos de su crecimiento y asentamiento durante estos años, llegando a una fase de madurez plasmada en su último disco. Un trío ganador donde los haya, encabezados por la voz del metal de esta región, han ido calando el adn de cada uno de nosotros, llegando a formar parte de nuestra bso personal. Aun somos jóvenes, al menos de espíritu, y aun no nos damos cuanta de la importancia de la banda, y es que a nuestro nivel, perfectamente pueden encajarse entre los Zeppelin, Rainbow, Purple, Barón Rojo… Auténticos clásicos vivientes, a los que tenemos el privilegio de poder seguir viendo en vivo y ser testigos del milagro.
Palabras: John Man
Fotos y Vídeos: Oskar Sánchez