En un sábado en el que se acumulaban los eventos, y había numerosos conciertos en un escaso radio de kilómetros, terminamos en Cabezón de la Sal viendo a SEZ-NAUS y AMIA en el bar “El Soti”, un local que se ha animado a programar música en directo, y que como todas las noches salgan como la de ayer, el ánimo no se le va a quitar nadie.
Entre la gente que nos desplazamos a ver el concierto, los habituales del bar, y vecinos de la zona que observaban y se arrimaron por la curiosidad de qué se estaba cociendo, se creó un ambiente que me recordó a muchos años atrás, de los que ya pocas veces podemos disfrutar. Gente junto a las mesas, en la barra, en las escaleras, cualquier hueco valía… y los que ya no entraban, desde la terraza (llena también) disfrutándolo a través de la cristalera porque además el tiempo acompañaba. Por lo que pude escuchar entre cervezas previas, están preparando muchas sorpresas de cara a las próximas semanas, así que muy atentos, porque lo lleva muy buena gente, y con muchas ganas de disfrutar de música en directo.
Empezaron con bastante puntualidad AMIA. Me encantaron en el Rockablanca de Suances, y tenía ganas de repetir. Era el día perfecto. Se trata de una formación nueva en la escena, pero formado por gente con mucha experiencia y tablas en sus filas, nacidos de las cenizas de Marlenne y otras formaciones. Hacen un metal muy guapo, que a mí me suena a Pantera, a Deftones, Hamlet, Skunk D.F… con mucho toque americano a lo Nickelback, y muy personal, en la melodía y cambios de ritmo muy peculiares. Hay muchas ganas de tener esa grabación que tienen entre manos en CD y disfrutarlo también desde casa, en el día a día. Sonaron muy bien, más cercano que en El Espadañal, cada vez más compactos y contundentes. El ambiente les benefició, y cuando terminó el concierto, mientras salía a la calle a tomar un poco el aire y me hacía hueco entre la gente, iba oyendo frases que me las quedo de resumen: “suenan de puta madre”, “son cojonudos”, “tocan de la ostia”. Sí a todo.
Cambio rápido de instrumentos, y sin terminar la cerveza del descanso, ya teníamos a los SEZ-NAUS sobre la tarima, que continúan creando su puto mundo allá donde van, esta vez en Cabezón de la Sal. Se agradece el curro para que todo funcione rápido y puntual. El local de nuevo hasta arriba, y “Nada tienes” sonando entre os primeros temas del set-list. Primeros pogos y descarga poco a poco de todo su arsenal: El aprendiz, Sol, Sandy Hook, Marionetas, Lima, La Manada, Porno Nuclear, Carroñeros… letras que van desde la crítica social y política, hasta a los sentimientos que te vas encontrando por la vida a diario, y que sin hacer mucho ruido se están convirtiendo ya en clásicos, e himnos del metal cántabro, donde cada vez hay más gente ayudando a corear en los directos. Y es que hablar de SEZ-NAUS, es hablar de una banda que lleva (cambios de formación aparte) más de 20 años y unos cuantos CDs en la calle que se dice poco.
Mientras algunos habían salido a tomar un poco de aire, otros menos habituales a los conciertos metaleros entraron al escuchar los acordes de “Por qué te vas”, reconocible versión de Jeanette con la que cierran los repertorios, y entre unos, otros y Mon, el guitarrista que bajó a tocar entre el público se formó un fin de fiesta enorme. Esta vez sin pirotécnica, por supuesto, pero con efectos de humo. No hay concierto de Los NAUS sin sorpresa.
Al final del concierto, foto familiar, a la que se apuntaron vecinos de la zona y gente joven que había descubierto al grupo allí, y se llevaron a parte de una foto y alguna púa, un recuerdo interno y unas ganas de repetir, que son las que dan vida, sonido, color a los barrios, pueblos, ciudades, bares… a nuestras vidas al fin y al cabo. Larga vida a EL SOTI y su gente!