Machine Head siempre ha sido una de las bandas de mi vida. Les descubrí con “The More Things Change”, su segundo álbum, y cambiaron para siempre mi visión sobre el género musical metalero. Mucho tiempo ha pasado desde los años de mayor popularidad de la banda, de las polémicas de Flynn con la prensa, de sus problemas con la justicia, de sus escarceos con las drogas y de sus enfrentamientos con sus compañeros de grupo.
Tengo que reconocer que perdí un poco mi interés por ellos a raíz del álbum “Unto The Locust” y lo volví a recuperar cuando la formación original se unió para rememorar el álbum “Burn My Eyes”. Al final, para desgracia de muchos fans, el Covid acabó con la posibilidad de presenciar un concierto de aquella mítica formación, pero, Rob Flynn siempre ha sido un gladiador musical invencible y, en poco tiempo, reformó una nueva versión de Machine Head completamente moderna, demoledora y precisa como un reloj suizo.
Con “Of Kingdom And Crown”, Flynn, ha recuperado el entusiasmo al cien por cien. Potencia, crudeza, odio y precisión musical impregnan el álbum de principio a fin.
Este álbum es el décimo trabajo de Machine Head, ha sido publicado a través de Nuclear Blast, y vio la luz el 26 de agosto de 2022. Es el primer trabajo en el que participa el guitarrista Waclaw Kieltyka, que se unió a ellos a finales de 2019. El batería Matt Alston, que se unió al mismo tiempo, no toca en este álbum, las funciones de batería de cara a la grabación de este disco las asumió Navene Koperneis.
Es el primer álbum conceptual de la banda y está ambientado en un páramo futurista. La historia gira en torno a Ares y Eros, quienes se embarcan en venganzas y matanzas tras la muerte de algunos de sus seres queridos.
Los temas que, en mi opinión, mejor captan la historia son “Slaughter the Martyr”, con su emotiva introducción. Y las abrasadoras “Choke On The Ashes”, “My Hands Are Empty”, con su espectacular videoclip, “No Gods, No Masters” y, por supuesto, “Kill Thy Enemies”, con un Rob Flynn escupiendo un odio sincero que recuerda a los temas de los primeros discos de Machine Head. La portada es absolutamente espectacular, con ese doble ser mitad hombre mitad demonio.
El álbum ha sido muy bien recibido, muchos críticos elogian la diversidad musical del disco, sus progresiones guitarreras, la precisión de la banda y, por supuesto, la historia que Flynn nos relata. Un álbum cumbre para una de las bandas de mi vida, merecedor de todos los premios musicales posibles. Una lástima que los tiempos que corren nos estén llevando por derroteros musicales completamente aberrantes, inverosímiles, incomprensibles y completamente inquietantes. Pero tengo un consuelo, Machine Head siempre me acompañarán y, a veces, me sorprenderán.
Nacho García Álvarez