Que un grupo solo saque 3 discos en los 20 primeros años de su existencia parece algo poco sostenible, pero siendo este el caso del proyecto personal del excéntrico Arjen Anthony Lucassen, al menos no se lo tendremos muy en cuenta. El talentoso músico paisbajés es más conocido como alma mater de Ayreon, que no deja de ser otro de sus muchos proyectos musicales. Hay que sumar a la lista: The Gentle Storm, Guilt Machine, Ambeon, Stream of Passion, Supersonic Revolution (el más reciente), y seguro que también le da a los villancicos en las reuniones navideñas con la familia. Pese a desenvolverse con cualquier cosa que produzca sonido, su principal instrumento es el teclado, seguido de cerca por las guitarras y la voz. Su estilo a las teclas denota su buen gusto por el rock progresivo clásico (a mi al menos me recuerda a Emerson) pero es precisamente en este proyecto de Star One donde eso queda un poco al margen en pos de un sonido más pesado y cercano al heavy.
Todo lo que ha sacado este hombre sale con el apelativo de “ópera rock”, y en casos más recientes “ópera metal”, que vendría a ser lo mismo pero con un toque extra de fuerza. No es un género que haya inventado el bueno de Tobias Sammet con su Avantasia, ni mucho menos, pero sí que es verdad que son pocos los casos de proyectos enteramente dedicados a este particular formato (a mi solo me vienen a la mente estos dos). Consiste básicamente en juntar un elenco de varias voces (que vendrían a ser cada una un personaje) y contar una historia a lo largo de un buen puñado de canciones. Hay casos en los que se hacen duetos como en la ópera de verdad y se interpelan las frases de unos personajes y otros entre sí, y luego hay otros que simplemente cada tema se le asigna a un cantante/personaje en plan aria, lo cual es más sencillo a la hora de ejecutarlo en el estudio y en directo.
En este caso además cumple otro cliché de las publicaciones rock progresivas/operísticas, y es el de aparecer en formato doble álbum. Pero no se debe esto a que sea de una duración especialmente larga, puesto que el segundo CD es sencillamente las mismas canciones pero con otros cantantes (otros usan este sistema para hacer versiones de los temas, pero el bueno de Arjen es que tiene muchos amigos cantantes que quieren colaborar… incluido él mismo). Es una propuesta interesante, porque te permite luego decidir qué versión te gusta más (difieren lo suficiente) y así configurarte el disco como te plazca, siempre que te apoyes en plataformas digitales, porque lo de estar cambiando de CD con cada canción es un poco inviable.
Empieza la ristra de cantantes con la joven y talentosa Brittney Slayes de los Unleash the Archers canadienses (con su par en el segundo CD siendo Marcela Bovio, una cantante y violinista mejicana asentada también en la escena Holandesa). Lo primero que suena es un acorde de sinte que parece retrotraernos al ambiente espacial de los anteriores trabajos de Star One, pero este no va a tratar del espacio espacial, más bien del espacio temporal, por eso se queda en un mero acorde la referencia. Y pasa a introducir la melodía de la canción, pues este es un disco muy de melodías, de ahí en mi opinión que se hable bastante de estilo folk en la manera de componer de Lucassen. Este primer tema, Fate of man, nos habla de una de las más famosas ficciones sobre el futuro y su reflejo en el presente. En un mundo dominado por las máquinas un hombre “regresará” diciendo “hasta la vista, nena” y matando como quien sale a pasear con el perro… creo que la referencia es clara.
Cada tema lidia con el asunto temporal a través de una obra concreta (pelis o series, cosas más cercanas al consumidor contemporáneo). Por eso no es una ópera rock al uso, no hay unos personajes que tengan un desarrollo, lo que hay es ese nexo temático. Algunas referencias son más frikis y otras más obvias. Tenemos a Regreso al futuro plasmada en el cuarto corte, Back from the past, con la también conocida voz de Jeff Scott Soto (y el solo de su colega Ron Bumblefoot Thal) y alguna más que dejo que descubráis porque así es más divertido escuchar el disco.
Hay ramalazos de ese estilo operístico en temas como Prescient, donde sí que interactúan las voces de Michael Mills y Ross Jennings (Will Shaw en el CD 2). Temas más de un corte clásico como el que da nombre al disco, Revel in Time, y temas más mastodónticos como el que cierra el álbum, Lost Children of the Universe, contando incluso con el coro Hellscore. Aparte de las voces ya mencionadas y las ya habituales en Star One como Floor Jansen o Damian Wilson, hay que sumar a Joe Lynn Turner o Tony Martin y unos cuantos instrumentistas como Jens Johansson o Michael Romeo (por citar algunos).
Y aunque parezca un rooster de artistas de la escena heavy, no deja de ser un gran disco de temas muy originales y bien amalgamados, no hay que olvidar que al bajo está el propio Arjen durante todo el disco, junto a Ed Warby a la batería. Quizás gane frente a otros discos conceptuales precisamente por lo etéreo del concepto, lo que hace que destaque más lo musical y no se haga pesado estar la hora y pico que dura cada CD con la misma historia de fondo. Con todo y con eso, queda hecha la recomendación y puesta la nota: 9’23 y ½ mateitos.
Mateo Domingo Merino