A esta vida hemos venido porque nos lo han impuesto, pero solo nosotros decidimos como c**o queremos vivirla y si encima tenemos la suerte de tener gente cercana que vive lo que le gusta como si fuese el último día, el resultado es una noche inolvidable, como la que pasamos ayer en Los Bancos de Atrás (Unquera).
Hacía un tiempo ya que no nos pasábamos por Unquera, circunstancias de la vida que te llevan a eso, pero no será porque allí no estás más a gusto que en brazos. De hecho, muy raro es que te asomes por allí y no haya caras conocidas, que hace que además de ir a ver un concierto, sea un lugar de encuentros. Y hablando de encuentros, una alegría nos llevamos al ver allí a la puta ama de Rheme (Poca gente habrá en esta vida, tan disfrutona de la vida y el Rock´n´roll), a la cual no veíamos desde el concierto pandémico de Cantaebria en Sobaos Joselín (Selaya).
Empezaron el concierto los asturianos Lyla & Javi, junto con (palabras de ellos) el batería Marco Guardado, el bajista manchego Javi, el hombre del traje negro y teclista Cristian. Rock en español que a ratos te recordaba a Miguel Ríos, y en otras parecía que estabas viendo a Luz Casal en un grupo de AOR. Gente muy cercana, que se lo pasa de puta madre encima de un escenario, con canciones con temáticas muy conocidas por todos como cuando eres pequeño y estás deseando ser adulto, o la reciente experiencia de los músicos en la era pandémica y la salida de ésta. Poquito a poco, casi sin darnos cuenta nos metieron a todos en el bolsillo, y prueba de ello es el momentazo en el que Lyla y Rheme cantaron juntas este tema:
“Zombies”, cover de The Cranberries muy bien llevado que nos encantó a todos y un “Simply de Best” de la reinona Tina Turnes, que como bien dijo una amiga, es un tema que o le cantas muy bien o muy mal, y ostia, fue muy bien desde luego. Mucha camaradería con sus compañeros de escenario, incluso pudimos ver a Javi con la camiseta de Cantaebria. Mola cuando los “otros grupos” en lugar de irse por ahí a esperar su turno, se quedan a disfrutar del concierto de la otra banda que les acompaña.
Y en lo que nos echábamos un piti, ya estaban brincando como cabras los “Cantaebrios”, que sí, que los hemos visto hace poco en el Costa Quebrada Fest pero hijo, esto es como una droga, que te engancha. A estos chavales no los enfría ni un kilo de flashes en la barriga, ya que al principio la guitarra de Gerar no tenía ganas de trabajar (le socorrieron Toro y Juanma) y en vez de parar mientras se solucionaba, la música seguía sonando mientras Vito ofrecía merchand, se cantaba un We will rock you con Lyla & Javi, y todo lo que fue surgiendo, porque a improvisación no le gana nadie.
Con “Shine” y “Borracho, perro y malo”, nos peinaron para atrás de lo lindo (“…dame otra cervezaaa!!”. Y Mar estaba al segundo con la bebida. Vaya crack). Otra cosa que me gusta mucho de esta banda, es que desde que los conozco, no hay dos conciertos iguales, se buscan la forma de que cada concierto sea único y especial, ya sea con la puesta en escena, su sonido como banda, o como poco a poco todos los miembros de la banda tienen cada vez más protagonismo. Tanto, que Osu pasó de ser el “que se mueve un poco y todo”, al que directamente se baja del escenario para cantar con Vito y tener sus momentos de gloria que tanto han molado. A Gerar no se le nota nada que es el último en llegar, se compenetran muy bien en todos los aspectos. Llegó un momento de la noche en el que toda la banda estaba fuera del escenario, con el público a sus pies y porque todavía Mario no habrá encontrado la forma de moverse con la batería (Habrá que preguntarle a Chivi).
Otra puta ama del prao, Vero que terminó de currar y se vino cagando melodías hasta Unquera para encima, robarle el bajo a Osu y tocarse un tema con los cantaebrios. Sete no es humano, es un súper héroe con guitarra colgada, disfrutando al 200 % de lo que hace, la mano derecha de Vito en los directos y con el que no te puedes despistar ni un momento, porque lo mismo está en el escenario, que le tienes delante dedicándote un solo de guitarra. “Zuzo panzaburra” y Vito con gorra de policía, un tío que se cambia más veces de vestuario que Lady Gaga y no te das ni puta cuenta. ¡¡ A tope !!.
El extasis de la noche para terminar el concierto (el cual se nos hizo muy corto), con “Locomotora” unos de los himnos de la banda que todos cantamos. Llegó un momento en el que el público estábamos prácticamente mezclados con los músicos y con “Mi gran noche” en el que cantaron hasta unos cuantos que yo me sé, que no son muy de bailoteo. Gran noche, con gran gente, Gracias una vez más Cantaebrios por montar este pollo, a Lyla & Javi por ser una gente tan de puta madre y pasional, y como no, a Toro y Mar por dejarse siempre los cuernos en cada concierto, para que tanto bandas como público, estemos lo más a gusto posible.
Texto, fotos y vídeo: Álex Kennedy.