Estamos en 1956, Elvis acaba de pegar el gran pelotazo con el disco que cambiaría la música moderna. Todo el mundo quiere ser como Elvis, y todas las compañías quieren una gallina de los huevos de oro. RCA se forra y Capitol no quiere quedarse atrás. Hay un muchacho de Norfolk que acaba de grabar un single. Woman Love es un Rock and Roll a medio tiempo que encaja perfectamente en la corriente Rockabilly, pero es la cara B la que rápidamente se convierte en un Hit y en una de las más reconocibles de la historia del Rock “Be-Bop-A-Lua”.
Eugene Vincent Craddock tenía planeada una carrera militar en la marina, siguiendo los pasos de su padre, que había patrullado como voluntario durante la segunda guerra mundial para proteger la costa aliada de los ataques alemanes. Sin embargo un accidente de moto lo cambió todo, y su incapacidad le hizo volcarse en la música. Su banda se llamó “las gorras azules”, en clara referencia a la marina. De entre los músicos que la formaban hay que destacar al guitarrista Cliff Gallup, uno de los más influyentes en el desarrollo del estilo rockabilly.
Be-Bop-A-Lua lo peta, y RCA pone toda la carne en el asador, dando promo a saco, untando a emisoras para que pinchen el single e incluso contratando a las coristas de Elvis para que le acompañen en directo. Pero Gene Vincent no resulta un caballo fácil de domar, las medicinas para el dolor no combinan muy bien con el alcohol, sus letras son muy explícitas para la época y sus actuaciones demasiado salvajes, las improvisaciones y los solos de guitarra no enganchan con el público mayoritario que busca música para bailar. Pat Boone, que se iba ganando un nombre a base de dulcificar la música negra para no ofender a los blancos, se niega a compartir cartel con él.
Pese al pelotazo inicial y la apuesta de RCA, el primer álbum de los Blue Caps no consigue igualar las expectativas creadas y su carrera comercial va cuesta abajo desde el principio, consiguiendo algún éxito menor un par de años más tarde. En 1960 plantea una gira junto a su amigo Eddie Cochran, sin embargo un fatal accidente acaba con la vida de Eddie, empeora la lesión de Vincent y termina para siempre con ninguna posibilidad de redención.
Vistas así las cosas podríamos considerar a Gene Vincent como un One Hit Wonder, pero si miramos Blue Jean Bop! en retrospectiva nos encontramos con un más que interesante álbum de Rockabilly lleno de temas muy disfrutables. La historia ha ido poniendo el legado de Vincent en su sitio, el rock and roll más salvaje de épocas posteriores supo entender de qué iban los espectáculos de Gene, y la reivindicación por parte de The Beatles, The Doors, Jeff Beck, Billy Idol y tantos más han ido redibujando el tupé y el cuero negro de Vincent como parte de la iconografía esencial del rock and roll.