Me entero el 19 de mayo que ésa misma noche van a tocar The Electric Alley en la sala La Gramola de Orihuela. La verdad es que nunca había estado en ésa sala y del grupo tan sólo me sonaba de haber escuchado algún tema suelto, pero como había mono de conciertos y tras un par de búsquedas por Spotify la cosa pintaba bien me animo a ir. Intento engañar, de manera infructuosa, a algún amigo para tener compañía de viaje, ya que no me apetecía hacer los 120 km en solitario, y más con riesgo de inundaciones que estábamos. Así que como último recurso, y para poder una echarle la culpa a alguien de la temeridad que en breve iba a ejecutar, pregunto al Inner Circle de Noche de Rock sobre si merecería la pena ir. Tras una rotunda y unánime aprobación, que no necesitaba, arranco la moto y me presento allí.
Como he dicho antes no conocía La Gramola, y me ha resultado perfecta para el tipo de conciertos que me gusta a mí, formato pequeño y pegado al escenario. Es un bar muy acogedor y con buena gente (muchas gracias, Matías) que hace las veces de sala con un escenario bastante aceptable, y donde según vi, de manera muy asidua vienen bandas de calidad.
Llegué con la hora un tanto pegada y apenas me dio tiempo a pedir algo cuando ya estaban subiendo al escenario. Tengo que reconocer que ha sido uno de los conciertos que más cortos se me ha hecho, estuve tan absorto viendo aquel espectáculo que no me enteraba que pasaban una canción tras otra sin apenas tiempo para asimilar toda la información recibida. El show se basó en presentar su último disco llamado Apache, autoproducido a finales del 2022 y del que orgullosamente presumen que ya han vendido mil copias. Tengo que decir que la canción que más me enganchó fue Last Letter, y otra donde Nando se lució ampliamente y nos dejó a los presentes babeando.
Concierto donde los amantes del rock añejo disfrutamos mucho y que, aparte de atender alguna petición del publico que casi llenábamos la sala y dejarnos con una sonrisa de oreja a oreja, les ha servido al grupo para empezar la gira que les va a llevar por parte de Europa mientras a Jaime le duren las vacaciones del trabajo que le da de comer. Muchas gracias por la noche que nos regalasteis y donde os habéis ganado, como mínimo, un nuevo seguidor.
Texto y fotos: Ángel Gabaldón