Con el desparpajo que les caracteriza Lupers presentan su tercera colección de canciones, tan fresca y descarada como las dos anteriores, pero ahora también en vinilo.
Son diez cortes que abordan temas cotidianos, como la destrucción de la humanidad, el menú del día del bar de la esquina, la niñez en un colegio de monjas, el típico golpe aparcando o la disfunción erectil tras la ingesta masiva de alcohol.
Sin titubeos y con la inmediatez característica del punk se cascan un discazo que se escucha tres veces en el tiempo que se escribe una reseña. La banda suena que espatarra y el reparto de voces femeninas y masculinas hace que se haga aun más variado y divertido.
Lupers se han juntado para pasarlo bien y saben transmitir a la perfección ese ambiente de disfrute no exento de mala hostia cuando la canción lo merece, eso si, con mucha sorna y de buen rollo.
Comentario por Oskar Sánchez
Fotografía por LUPERS